Sadat sigue los consejos de Occidente en política económica

El régimen del Presidente Anuar El Sadat ha puesto en marcha un programa destinado a homologar las instituciones políticas y económicas de Egipto con las concepciones americanas y occidentales.

En el contexto de esa tendencia, el Gobierno de El Cairo acaba de adoptar diversas medidas financieras recomendadas por banqueros y altos responsables occidentales, y principalmente por William Simon, secretario norteamericano del Tesoro, por el Fondo Monetario Internacional y por el Banco Mundial.

Así, Mohamed Shafei, ministro egipcio de Economía, anunció recientemente una reducción d...

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El régimen del Presidente Anuar El Sadat ha puesto en marcha un programa destinado a homologar las instituciones políticas y económicas de Egipto con las concepciones americanas y occidentales.

En el contexto de esa tendencia, el Gobierno de El Cairo acaba de adoptar diversas medidas financieras recomendadas por banqueros y altos responsables occidentales, y principalmente por William Simon, secretario norteamericano del Tesoro, por el Fondo Monetario Internacional y por el Banco Mundial.

Así, Mohamed Shafei, ministro egipcio de Economía, anunció recientemente una reducción del 20 por 100 en los subsidios concedidos por el Estado para ciertos productos alimenticios y artículos de primera necesidad.

La medida puede tener, no obstante, repercusiones políticas profundas. La inflación alcanza el 40 por 100 anual y las familias ricas siguen gastando, lo que agrava aún más la situación. Gracias a los subsidios, las clases más pobres han podido hasta ahora comprar alimentos y medicinas a buenos precios.

La abolición pura y simple de los subsidios podría hundir a gran parte de la población en la miseria, y provocar reacciones violentas. Por esa razón, el gobierno del Presidente Sadat ha decidido actuar por etapas. Así, espera proteger a la población contra una miseria demasiado evidente y satisfacer al mismo tiempo a los expertos, para quienes Egipto no puede asegurar su desarrollo, si continua con aquella política económica.

Un importante factor que condiciona también la reforma de Sadat es el hecho de que los productores árabes de petróleo han dejado en claro que su generosidad dependerá de la capacidad de Egipto para sanear su economía.

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Los regímenes conservadores árabes han manifestado igualmente que aprueban las recomendaciones hechas por el Banco Mundial y por el Fondo Monetario Internacional para conseguir ese objetivo. Sin duda, esas tomas de posición han inducido a Sadat a poner inmediatamente en marcha la reforma.

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