Barcelona-Real Madrid, la clásica final de la ACB

Qué hay de nuevo viejo. Así se presentaba Bugs Bunny al zopenco cazador Tex Avery a cada ocasión que salía de la madriguera y se encontraban frente a frente. Una serie de encontronazos tan repetida como la que se da en la ACB entre el Barcelona y el Real Madrid, pues desde que se instaurara en 1983 la ACB y el formato de eliminatorias para dilucidar el campeón, ambos equipos se han medido en 16 finales (en el 41% de las ocasiones), ...

Qué hay de nuevo viejo. Así se presentaba Bugs Bunny al zopenco cazador Tex Avery a cada ocasión que salía de la madriguera y se encontraban frente a frente. Una serie de encontronazos tan repetida como la que se da en la ACB entre el Barcelona y el Real Madrid, pues desde que se instaurara en 1983 la ACB y el formato de eliminatorias para dilucidar el campeón, ambos equipos se han medido en 16 finales (en el 41% de las ocasiones), nueve para los blancos y siete para los azulgrana. Desde este lunes volverán a luchar por la hegemonía en el baloncesto español, serie al mejor de cinco duelos en los que el Barcelona tiene a su favor el factor cancha porque se coronó como primero en la fase regular.

Ha habido de todo en esta historia, aunque quizá lo más estrambótico ocurrió en la primera ocasión que se midieron en una final (1983-84) porque el asunto acabó como el rosario de la aurora. Más que nada porque en el segundo envite, ganado por el Barcelona, se dio una trifulca entre los blancos Iturriaga y Fernando Martín con Davis. Disconforme con las sanciones impuestas por el comité —nada a Iturriaga, seis partidos a Davis y tres a Martín—, el equipo azulgrana no se presentó al duelo definitivo para que el Madrid ganara el laurel. En la misma década se volvieron a medir otras tres veces, inconmensurable Fernando Martín (85-86) frente a Sibilio, Epi y Trumbo; excelso Epi (87-88) ante Biriukov; y atónitos todos en el último choque de la 88-89 porque el Madrid acabó los últimos 38 segundos con solo cuatro jugadores por la acumulación de personales, desaguisado que ni el gran Drazen Petrovic pudo arreglar.

En la década de los años 90 se vieron las caras en tres ocasiones. Ninguna tan desigualada como la primera (93-94) porque Sabonis y Arlauckas no dieron opción alguna hasta conquistar el título sin conocer la derrota. Después apareció Dueñas (96-97), escudado por Djordjevic, para hacer un traje al rival; y para acabar el siglo, los hermanos Angulo (Lucio y Alberto), además de Herreros y el mismo Djordjevic, que se había cambiado de bando, encumbraron al Madrid de Scariolo. También se toparon en la 2000-01, cuando el Barça venció los nueve encuentros de las eliminatorias gracias a la eclosión de un joven Pau Gasol que luego hizo las Américas; y en la 2006-07, cuando emergió el mejor Felipe Reyes.

Ya en la pasada década, Fran Vázquez y Pete Mickeal alumbraron al Barcelona (11-12), y al curso siguiente Llull y Carroll sacudieron a unos azulgrana que se quedaron con las ganas de homenajear a su compañero Mickeal, que se trataba en Miami de un tromboembolismo pulmonar. Después, en la 2013-14, Navarro acabó el curso pletórico para descascarillar al Madrid. Pero fue la penúltima vez que el Barça impuso su ley, imperioso el Madrid de Laso al año siguiente (14-15), ganador de un póker memorable —Liga, Copa, Euroliga y Supercopa—, con Lull al timón y Reyes como estilete. Algo que repitieron en la siguiente temporada, ayudados por Rudy Fernández y Sergio Rodríguez. Más de lo mismo ocurrió en la 2018-19, entonces con un estelar Campazzo. Y la serie se acabó la campaña anterior, con el triunfo culé gracias a Mirotic.

Ahora comenzará el último capítulo, la tercera final entre ambos en las postreras cuatro temporadas. Después de unos meses destemplado (enero y febrero) y de que el club defenestrara en un inicio a Thompkins y Heurtel, el Madrid recobró el juego, el vigor y la autoestima, finalista de la Final Four tras noquear al Barcelona en las semifinales. Llega sin Williams-Goss ni Alocén, además de los tocados Llull y Abalde. Pero su poderío en la botella (Tavares, Poirier y Yabusele) junto a Deck y Rudy Fernández amenazan a un Barça que siempre cuenta con Mirotic, también con el recuperado Higgins, las dotes de mando de Calathes y el oportunismo de Laprovittola. En los banquillos, Jasikevicius y Laso, aunque presumiblemente no estará, por más que se recupere bien del infarto que sufrió la semana pasada. Después de medirse este año en otras dos finales (la Supercopa para el Madrid; la Copa para el Barça), comienza lo bueno.

El calendario de la final de la Liga Endesa

Serie al mejor de cinco. El primer y segundo duelo, lunes y miércoles, se jugarán en el Palau (21 h.). El tercero se disputará el viernes (21 h.) en el Wizink Center, igual que el cuarto (en caso de ser necesario) el domingo (18 h.). Si hay quinto, en el Palau (21 h.). Todos se emitirán en #Vamos.

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