Cruz Azul revierte su embrujo y le quita la victoria a los Pumas en el último minuto (1-1)
La Máquina estaba en desventaja hasta que Enzo Roco empató al minuto 93 para negarle la victoria a los 'universitarios'
La historia reciente de Cruz Azul se ha contado como el despojo de la alegría. La Máquina ha acumulado registros funestos con finales perdidas, ventajas que terminan en volteretas. Este sábado en su propio campo pusieron de cabeza esa maldición. Perdían el partido contra los Pumas. En el minuto 93, uno antes del tiempo añadido, apareció su defensor Enzo Roco para empatar el juego 1-1.
El minuto 93 aún está guardado en la memoria de lo...
La historia reciente de Cruz Azul se ha contado como el despojo de la alegría. La Máquina ha acumulado registros funestos con finales perdidas, ventajas que terminan en volteretas. Este sábado en su propio campo pusieron de cabeza esa maldición. Perdían el partido contra los Pumas. En el minuto 93, uno antes del tiempo añadido, apareció su defensor Enzo Roco para empatar el juego 1-1.
El minuto 93 aún está guardado en la memoria de los seguidores de Cruz Azul. Fue ese periodo de tiempo en el que el entonces portero de América, Moisés Muñoz, marcó un gol para llevar la final de Liga MX a la prórroga. Era mayo de 2013. Eso significó un título para las águilas y la depresión para uno de los clubes más populares de México. Contra Pumas la historia estuvo a punto de repetirse cuando su portero Jesús Corona llegó al área para rematar. Los rivales le cuidaron de más y descuidaron a un Roco que apareció para marcar la paridad que le da esperanzas matemáticas al equipo para buscar la liguilla.
Los Pumas, dirigidos por David Patiño, se han despeñado. Iniciaron el torneo con solidez y en los últimos cinco partidos no han conseguido una victoria. Contra Cruz Azul atacaron desde las bandas con Jesús Gallardo y Pablo Barrera. Los balones no le llegaron a un Nicolás Castillo, el termómetro del equipo y también goleador. El equipo tuvo una fuerte sacudida después de que el central español Alejandro Arribas cayó sobre su brazo izquierdo y tuvo que abandonar el juego.
Al inicio de la parte complementaria, el artillero Castillo fue derribado en el área rival. Se pitó penalti. Castillo apuntó y quebró al guardameta Jesús Corona para el 0-1. El resultado era un desahogo.
Del lado de Cruz Azul tuvieron que reaccionar a cuestas. En la primera parte su centro delantero, Felipe Mora, tuvo un par de opciones para batir la portería y en ambas falló. El entrenador Pedro Caixinha estimuló a sus muchachos para reaccionar. Mandó a la cancha a los errantes Carlos Peña y Martín Cauteruccio. Ninguno pudo conseguir el gol.
El tiempo se agotaba y los Pumas palomeaban en su lista el juego contra Cruz Azul. En los últimos 10 minutos, los celestes tomaron fuerza desde su orgullo para no volver a perder. Saturaron el área del portero rival con centros. Hasta que uno fue el efectivo. No apareció Corona, pero sí Enzo Roco, el cual su afición abucheaba hace tres semanas. El empate era una forma de redención ante los suyos, para demostrarles que también ellos pueden amargar las alegrías en el último suspiro.
Los universitarios hilan seis partidos sin ganar en la Liga MX. La derrota con la que cayeron en un bucle de derrotas y empates fue la de Veracruz, 1-2, en casa. El miércoles pasado fueron eliminados del torneo de copa a manos del Necaxa por un idéntico marcador 1-2.
En Cruz Azul creen en el misticismo. Hace dos semanas el entrenador Caixinha admitió que su equipo requería de la asesoría mental para salir de su mal rendimiento. Coaching deportivo, según lo nombraron, se puso en marcha para blindar a los futbolistas desde la mentalidad. Les bastó un partido para darle argumentos a ese método: un 5-0 frente al Pachuca la semana pasada. Al hurtarle el triunfo a Pumas le harán más caso al diván.