Pachuca se desafía por cuarta vez en el Mundial de Clubes

El equipo mexicano acude a su cuarto Mundialito con la aspiración de enfrentar al Gremio y al Real Madrid

El atacante de Pachuca, Keisuke Honda.G. CACACE (AFP)

El futuro está en Pachuca. La ciudad, que en sus inicios fue minera, se ha convertido en el taller de nuevos futbolistas. Allí el club local tiene una sede en la que crea a los futbolistas del mañana y nutre al equipo mayor que jugará por cuarta ocasión en el Mundialito. Sus instalaciones, una de las más modernas en México, han sido el sostén para ser una potencia en equipos juveniles.

La estrategia de Pachuca ha sido la de fichar jugadores extranjeros en puestos estratégicos. Por temporadas se han llevado fiascos. En los últimos años ha...

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El futuro está en Pachuca. La ciudad, que en sus inicios fue minera, se ha convertido en el taller de nuevos futbolistas. Allí el club local tiene una sede en la que crea a los futbolistas del mañana y nutre al equipo mayor que jugará por cuarta ocasión en el Mundialito. Sus instalaciones, una de las más modernas en México, han sido el sostén para ser una potencia en equipos juveniles.

La estrategia de Pachuca ha sido la de fichar jugadores extranjeros en puestos estratégicos. Por temporadas se han llevado fiascos. En los últimos años han encontrado estabilidad con un equilibrio entre sus nuevos chicos y los foráneos. Su primer futbolista exportado fue Hirving Lozano al PSV Eindhoven. En fila tienen a exquisitos mediocampistas como Érick Gutiérrez y Víctor Guzmán, además del lateral Erick Aguirre y el delantero de 17 años, Roberto de la Rosa.

El club tiene como uno de sus jugadores más mediáticos al japonés Keisuke Honda, exjugador del CSKA de Moscú y del AC Milan. En Pachuca tienen el futbolista más viejo de todo su país y del Mundialito, Óscar Pérez. El Conejo, como le llaman por su capacidad para saltar, tiene 44 años, dos más que su entrenador, Diego Alonso, y más del doble que siete de sus compañeros. El promedio de edad del equipo es de 25 años. El añejo portero ha esquivado el retiro.

Su primer partido será contra el Wydad Casablanca del fútbol de Marruecos (sábado 9 de diciembre). Si logra ganar, jugará las semifinales contra el Gremio, campeón de la Copa Libertadores. Su anhelo es jugar la final contra el Real Madrid. Su participación ha quedado relegada por la final del campeonato mexicano entre Monterrey y Tigres.

Óscar Pérez, el portero de Pachuca, durante la conferencia de prensa.G. CACACE (AFP)

Su primera experiencia en un Mundial de Clubes fue en el 2007. En su primer partido fueron eliminados por el Étoile Sahel de Túnez 1-0. El júbilo fue cortado de tajo. Al siguiente año regresaron con la misma ambición y lograron su pase a las semifinales al vencer en tiempos extra al Al-Ahly de Egipto, 2-4. En semifinales se toparon con la Liga de Quito que los despachó 0-2. El conjunto hidalguense perdió el poco lustroso tercer puesto ante el Gamba Osaka.

En 2010, en lo que su más reciente participación, se despidieron de los Emiratos Árabes en los cuartos de final ante el Mazembe, 1-0. Y, por lo menos, el equipo mexicano se quedó con el quinto lugar al vencer al Al-Wahda en los penaltis. Su experiencia no ha sido nada grata. Los únicos conjuntos de México que han tenido mejor suerte son el Monterrey en 2012 y el Necaxa en el 2000 tras vencer al Real Madrid en los penaltis.

Los tuzos, su apodo distintivo, pueden presumir una vitrina de trofeos envidiable. Seis títulos de liga, cinco trofeos de la Concacaf y, sobre todo, la Copa Sudamericana de 2006. Ese es el único título que un club mexicano ha ganado en América del sur. Para poder jugar en este Mundial de Clubes venció 1-0 a los Tigres, uno de los equipos más sólidos de México. En Norteamérica, Centroamérica y el Caribe, los clubes mexicanos han conquistado 34 veces el torneo jugado en 51 ocasiones.

El conjunto mexicano ha estado 18 días sin jugar al fútbol. Su último juego fue el 21 de noviembre frente a Atlante. En cuanto termine el Mundialito, los tuzos regresarán a su país para jugar la final de la copa contra Monterrey. En México, las expectativas no son altas, pero ese ha sido el rasgo distintivo de Pachuca: la sorpresa en los peores escenarios. Emiratos Árabes pinta como uno de ellos.

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