Cuatro latinoamericanos ganan el Oscar por hacer del sonido un personaje

Carolina Santana de Venezuela, junto a los mexicanos Carlos Cortés, Michelle Couttolenc, y Jaime Baksh, consiguen el premio a mejor sonido con ‘Sound of Metal’.

Phillip Bladh, Carlos Cortes, Michellee Couttolenc y Jaime Baksht bromean con su premio Oscar a mejor sonido por la película "el sonido del metal". En vídeo, el momento de la entrega del premio.Vídeo: CHRIS PIZZELLO / AP | REUTERS
México -

La película Sound of Metal, cuyo sonido fue editado y mezclado por una venezolana y tres mexicanos, ha ganado la madrugada de este lunes el Oscar a mejor sonido. Es una película singular para esta categoría, ya que trata de un músico que pierde la audición y se queda sordo de la noche a la mañana. El sonido y el silencio, en otras palabras, eran dos personaje...

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La película Sound of Metal, cuyo sonido fue editado y mezclado por una venezolana y tres mexicanos, ha ganado la madrugada de este lunes el Oscar a mejor sonido. Es una película singular para esta categoría, ya que trata de un músico que pierde la audición y se queda sordo de la noche a la mañana. El sonido y el silencio, en otras palabras, eran dos personajes principales, y los cuatro latinoamericanos ―la caraqueña Carolina Santana y los mexicanos Carlos Cortés, Michelle Couttolenc, y Jaime Baksh― lograron darle vida a ambos.

Sound of Metal ganó a La madre del blues, la otra favorita en la misma categoría, y a las otras nominadas esta 93ª edición de los Oscar como Mank, El padre y Minari. Los cuatro profesionales editaron y mezclaron esta película en dos estudios de México, Astro XL y Splendor Omnia, y lograron simular la pérdida del oído, evocar la memoria que queda del ruido una vez se vive en el silencio, y representar cómo funcionan los implantes artificiales para aquellos que quieren recuperar la escucha.

“El hecho de ponerse en la situación del personaje principal me sigue resultando abrumador, me genera un shock”, explicó recientemente Carlos Cortés a El PAÍS al hablar sobre cómo los sonidistas se imaginaron la experiencia de perder el sentido principal con el que trabajan todos los días. “Efectivamente en Sound of Metal se habla mucho de que el tema es el sonido y la pérdida de la audición. Pero en realidad, el verdadero fin de la película tiene que ver con qué pasa cuando pierdes algo”, dijo Jaime Baksh. “La película trata sobre la aceptación”.

Michelle Couttolenc y Jaime Baksht (izquierda), Carlos Cortés (centro) y Carolina Santana, sonidistas de la película 'Sound of Metal'.Berenice Bautista (AP/CORTESÍA)

Santana se encuentra en París, pero los tres profesionales mexicanos estuvieron en el escenario de la gala junto a Phillip Bladh (productor de sonido, que se encargó con el director de grabar el sonido directo, como los diálogos), y desde Francia agradeció la estatuilla Nicolas Becker, el diseñador de sonido.

“Gracias a la academia por reconocer esta maravillosa película”, dijo Becker, quien destacó el trabajo del director, los actores, la editora y los tres mezcladores, entre otros. “Fellini dijo alguna vez que de la historia del cine, más allá del estilo y de las técnicas, lo que queda de las películas es su vitalidad humana. Si uno lo aprecia, queda algo misterioso y vibrante. Recibí tanto cuidado y atención en Sound of Metal, tanta energía, que creemos que por esto fue tan bien recibida por el público. Muchas gracias”.

Jaime Baksh explicó a El PAÍS que editar y mezclar el sonido en México y no en Estados Unidos fue uno de los grandes aciertos de la película, una decisión en la que jugó un gran papel Becket. “En Estados Unidos un diseñador de sonido es alguien que hace ciertos sonidos especiales, combina varios diferentes para crear uno nuevo y, por eso, en cierto momento había hasta derechos de autor. Una película allá puede tener 10 diseñadores sonoros,” explicó Baksh. “Pero aquí, pasando el río Bravo, el diseñador se vuelve como el gran gurú del tema. Nicolás Becker no se considera a sí mismo como un diseñador, sino como un artista sonoro, y esa es una gran diferencia. Nicolás busca más la parte emocional de los sonidos, como es que te llevan a sentir cosas”.

Los cuatro profesionales aseguraron que una vez que Baksh había organizado todos los sonidos que quería en la película, los mezcladores y la editora en México tuvieron gran libertad de experimentación para lograr crear los sonidos (y los silencios) perfectos. “Normalmente tú tendrías un director que está atrás molestando, o a un diseñador que no te deja hacer nada más que lo que él dice que hay que hacer. En este caso fue: ‘Ahí están la cebolla, el tomate y etcétera, ¿ahora qué van a cocinar?’ Obviamente los ingredientes que pusieron no eran para hacer un suflé, eran para hacer un pato à l’orange”, describió Baksh.

En el año en que no estuvieron nominados ninguno de los tres directores mexicanos que hicieron historia en los Oscar anteriormente ―Del Toro, Cuarón, Iñarritu― esta venezolana y los tres mexicanos han demostrado que al sur del río Bravo el sonido también juega en las grandes ligas.

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