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Cultura pone sus técnicos a disposición del MNAC para analizar el traslado de los murales de Sijena

El ministerio, a través del secretario de Estado Jordi Martí, llama a convocar al patronato del museo para acordar nuevos pasos

Cruce de misivas entre el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) y el Ministerio de Cultura al calor de la crisis de las pinturas románicas de Sijena. El viernes fue el presidente del patronato museístico, Joan Oliveras, quien escribió al ministro Ernest Urtasun para pedirle que el Instituto de Patrimonio Cultural (IPCE) elaborara un informe pericial sobre el traslado de los viejos murales al monasterio de Sijena, tal y como manda una sentencia avalada por el Tribunal Supremo. Al museo ha llegado este miércoles otra, firmada por el secretario de Estado de Cultura, Jordi Martí: pone a disposición los técnicos del ministerio sin mentar el IPCE y llama a acordar los siguientes pasos a realizar en una reunión del patronato, donde están presentes las administraciones de la Generalitat, del Ayuntamiento de Barcelona y del Estado.

Es la primera vez que consta en el litigio, al menos desde la sentencia final de mayo, un documento del Ministerio de Cultura. En él Martí, vicepresidente del MNAC en su calidad de secretario de Estado, agradece la carta del pasado viernes y le recuerda que, como avanzó EL PAÍS, se adhieren a un informe técnico realizado por técnicos de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona —las otras dos instituciones que participan en la gobernanza del museo— que demanda elaborar un “análisis integral” de todo el proceso que supondría llevar desde Barcelona a Sijena las pinturas del siglo XII.

Martí destaca ese hecho. Habla de un estudio que abarque todo el proceso, desde un “enfoque interdisciplinario y coral que integre todas las perspectivas técnicas y científicas pertinentes”, y reclama que se desarrollen los estudios pendientes para tener “una base de información completa y rigurosa” para acabar de tomar las decisiones que sean necesarias adoptar. Para ello, asegura que ya en agosto pasado se puso a disposición los equipos técnicos del ministerio, pero ahora reclama una reunión del patronato del museo para fijar una hoja de ruta y los calendarios a seguir.

El tiempo de actuación en lo que se refiere a los murales no hace más que prolongarse en el tiempo, mientras que la jueza de Huesca que se encarga de la ejecución de la sentencia ha de tomar una decisión sobre el futuro de las pinturas. El Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Sijena presionan para que vuelvan al cenobio oscense del que en 1936 salieron maltrechas tras un incendio que las dejó a la intemperie. El MNAC intenta hacer ver que la ejecución de la sentencia que ordena su restitución puede ser desastrosa para el futuro de ese patrimonio de 800 años, ya que incluso en unas instalaciones que ofrecen un ambiente óptimo para su conservación no se puede evitar su lenta degradación.

Su equipo técnico defiende que no cuenta con la técnica adecuada para realizar el traslado sin mermar todavía más su estado. Y ha logrado el apoyo de expertos en la materia e instituciones con un alto grado de autoridad que reclaman hacer un análisis de riesgos antes de proceder a cualquier movimiento de unas pinturas que, tal y como sobreviven hoy (sobre bastidores) no se podrían ubicar en la sala capitular del monasterio de Sijena por cuestiones de espacio.

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