Ir al contenido

Muy limpio, rapidísimo y anodino encierro de los toros de Miura que cierra los sanfermines

Cuatro contusionados en la cabeza, un brazo y la columna y ningún corneado, balance del parte médico provisional

Varios mozos son embestidos por los toros de la ganadería Miura, este lunes en el octavo encierro.Foto: Daniel Fernández

Se cumplió la tradición de que los toros de Miura cerraran los Sanfermines, pero no hicieron honor a su dramática leyenda de animales fieros y listos, de esos que i...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Se cumplió la tradición de que los toros de Miura cerraran los Sanfermines, pero no hicieron honor a su dramática leyenda de animales fieros y listos, de esos que infunden temor en los mozos días antes de la carrera. El encierro de hoy ha sido muy rápido —dos minutos y 16 segundos, el récord de la feria—, aburrido y muy limpio, pues solo cuatro participantes han necesitado de cuidados sanitarios por contusiones en el cráneo, en un brazo y en la columna, y ningún corredor ha sido empitonado por los temidos toros sevillanos que la mañana del lunes no se parecían a ellos mismos.

Muchos kilos, ciertamente, de carne brava, caras menos descaradas de pitones que en años anteriores, y un sorprendente comportamiento de toros nobles, un contrasentido con la bien ganada fama de duros y complicados.

Los miuras de este lunes, con unas calles menos concurridas que en días pasados, han sorprendido por su estampa, más cómoda que de costumbre, y su carácter bondadoso. Todos ellos, unidos casi toda la carrera, han fijado su mirada en la calzada, han corrido como descosidos, no han lanzado derrotes y han llegado al ruedo de la plaza después de una de las carreras más anodinas de los sanfermines de este año.

El buen carácter de los toros ha permitido el lucimiento de los corredores más avezados, que han gozado de más libertad de movimiento y espacio para disfrutar de la pasión que les lleva a jugarse el tipo cada mañana.

Se han producido atropellos y caídas inevitables, pero no a causa de los toros, sino por las sucesivas y habituales imprudencias de algunos corredores, que o bien entorpecen el camino de los animales o se colocan en los tablones en lugares especialmente indicados como prohibidos. Así ha vuelto a suceder en la entrada al callejón, donde un par de toros han barrido literalmente la madera y arrollado a todos lo que estaban allí apostados.

Un día más, han sido los cabestros los que han tomado la cabeza de la carrera a la salida de los Corrales de Santo Domingo, y así ha llegado la manada hasta la plaza consistorial, donde un toro los ha relevado en el liderazgo.

Todos juntos han llegado a la curva de Mercaderes, han salvado el encontronazo con los tablones y han enfilado Estafeta con aparente tranquilidad. Es más, parecía que la carrera era más lenta de lo habitual, pero solo era un efecto óptico. Estos toros son tan largos como sus zancadas, y prueba de ello es que han batido el récord del encierro más rápido de San Fermín 2025; que no se han entretenido en mirar a sus acompañantes humanos, y han corrido, como han hecho en la dehesa, a la búsqueda de un merecido descanso.

Todos están ya en los corrales y los que han participado en el último encierro son los siguientes: Choricero, cárdeno oscuro, 620 kilos de peso; Luminario, negro, 595; Chileno, cárdeno oscuro, 575; Embajador, cárdeno oscuro, 610; Jabato, sardo, 615 y Divorciado, negro, 595 kilos.

Los seis serán lidiados esta tarde por Manuel Escribano, Damián Castaño y Jesús Enrique Colombo.

Sobre la firma

Más información

Archivado En