Desastre en Mad Cool: los dos escenarios principales se quedan sin sonido

Mad Cool se quedó mudo durante un tiempo en su primera jornada, celebrada en el espacio Iberdrola Music, en el sur de Madrid. Primero fue en la actuación de la joven Gracie Abrams y a continuación en la de Iggy Pop. El recital de Abrams estuvo interrumpido 20 minutos y el de Iggy Pop, 25. Ninguno de los dos recupero el tiempo perdido, por lo que muchos espectadores expresaron su enfado. Justo cuando iba a cantar Iggy Pop, ya con el pecho al descubierto, la electricidad dejó de funcionar. El veterano músico, 78 años, se lo tomó con humor al principio, aplaudiendo a la gente, pero cuando vio que se alargaba se marchó del escenario. Volvió a los diez minutos y cuando iba a entonar el primer tema, T.V. Eye, otra vez se fue la electricidad.

“Estamos teniendo problemas eléctricos. Pero en unos momentos empezará el show. Esperen con calma”, dijo alguien de la organización en el escenario. Luego pusieron un cartel en los vídeos con el mismo mensaje. Acudieron 49.000 personas en esta primera jornada. Por fin, a los 25 minutos, salió la banda e Iggy y pudo empezar su recital. Tenía previsto actuar durante 80 minutos, pero finalmente duró una hora. Los horarios en los festivales se deben cumplir escrupulosamente.

Antes ya había habido el mismo problema, esta vez en el escenario principal. En qué hora dijo Gracie Abrams que estaba muy feliz de actuar en Mad Cool. A los pocos minutos de esa solaz declaración, se fue la energía eléctrica del escenario principal y dejó muda a la joven artista. Ojo: era de las principales atracciones de la primera jornada del festival y la responsable de que miles de jóvenes pisasen por primera vez el recinto madrileño. Llevaba 30 minutos de concierto, el ecuador de su actuación. Estaba interpretando Mess It Up y efectivamente aquello resultó una ruina. “Es una vergüenza. Espero que nos devuelvan el dinero”, era el sentir general de mucha gente.

La cantante, hija del creador cinematográfico J. J. Abrams le echó coraje y no se marchó del escenario. Sus músicos sí. Pero ella primero se puso a hablar a gritos con las primeras filas de los 20.000 que presenciaban el concierto, y luego amarró la guitarra y se puso a cantar. Sin micrófono, sin electricidad. La escuchaban quizá 100 personas. A los 20 minutos regresó la luz y ya había pasado turno: solo le dio tiempo a interpretar un tema, Close to You. Nadie de la organización explicó la situación mientras duró la interrupción de Abrams. El festival continúo sin más incidencias: Muse y Weezer cerraron con el sonido de los dos escenarios afectados a pleno rendimiento.