‘Tiempo compartido’: Olivier Assayas no salió mejor de la pandemia

El director francés bucea en su herencia cultural para hablar de sí mismo en una película que recrea los días del confinamiento en un entorno privilegiado

Micha Lescot y Vincent Macaigne, en 'Tiempo compartido'.

Olivier Assayas narra en primera persona Tiempo compartido, una película centrada en las raíces de su herencia cultural a través de cuatro personajes durante la pandemia de la covid: el principal, él mismo. Se trata de un director de cine confinado en la primavera de 2020 junto a su hermano crítico musical y sus respectivas parejas en la casa familiar donde ambos, que viven la encerrona de forma opuesta, pasaro...

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Olivier Assayas narra en primera persona Tiempo compartido, una película centrada en las raíces de su herencia cultural a través de cuatro personajes durante la pandemia de la covid: el principal, él mismo. Se trata de un director de cine confinado en la primavera de 2020 junto a su hermano crítico musical y sus respectivas parejas en la casa familiar donde ambos, que viven la encerrona de forma opuesta, pasaron su infancia y adolescencia. Allí, bajo un árbol, el personaje del director (interpretado por Vincent Macaigne) asiste cada semana a su terapia vía Zoom mientras recibe sus compras por Amazon o discute con sus compañeros de soledad sus lecturas y neurosis. Que son más o menos las de un grupo privilegiado rodeado de lecturas, películas y canciones en un momento de zozobra.

A través de la casa, del jardín o de los viejos libros de la biblioteca de su padre, Assayas construye una especie de película confesional llena de claves personales para iniciados en su vida y obra que mezcla un tono de mirada documental al legado familiar y otro de comedia autobiográfica a lo Woody Allen pero con menos gracia, aunque revele aspectos curiosos del director de Irma Vep o Viaje a Sils María.

Nine d'Urso y Vincent Macaigne, en 'Tiempo compartido'.

Tiempo compartido tiene mucho de parodia generacional pero también de repaso melancólico a ese mundo que empezó a morir con la pandemia. Ese universo heredado encuentra su lugar en la biblioteca paterna; son sus novelas encuadernadas en piel o la enciclopedia del arte de André Malraux para Gallimard, con la que según nos cuenta tanto aprendió el cineasta. La idea de la transmisión se subraya cuando uno de los personajes le saca polvo a las estanterías escuchando un podcast sobre Renoir (el padre pintor) a través de una entrevista con su hijo (el cineasta). Assayas parece mirarse en ellos a través de esas escenas que luchan por ser naturales y espontáneas: durante los paseos campestres y comidas. Con una raqueta de tenis en la mano, su alter ego habla de literatura con su compañera mientras bromean con rodar una versión de Cartas de la monja portuguesa con Kristen Stewart de protagonista.

Assayas parece querer expiar sus culpas y mientras explora las relaciones familiares a través de libros y árboles, se lamenta, como pone en boca del personaje principal, por el lugar de una generación que perdió su inocencia cuando creyó que una pandemia se supera con películas y canciones, y acabó “aceptando el desastre escuchando música”.

Tiempo compartido

Dirección: Olivier Assayas.

Intérpretes: Vincent Macaigne, Micha Lescot, Nine d’Urso, Nora Hamzawi, Maud Wyler, Dominique Reymond.

Género: drama. Francia, 2024.

Duración: 105 minutos. 

Estreno: 22 de noviembre.

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