Empapado y triunfante, camino de Madrid

Juan de Castilla, que torea esta tarde en Las Ventas, y Sánchez Vara cortan una generosa oreja cada uno en una interesante corrida concurso pasada por agua

Juan de Castilla sale de la plaza de Vic empapado por la lluvia.Philippe Gil Mir

La escena sucedida al término del quinto toro resume a la perfección la locura de estos hombres vestidos de oro y revestidos de heroicidad. Juan de Castilla, modesto torero colombiano, empapado y con el barro hasta las rodillas, se despidió del público en medio de una cariñosa ovación, y enfiló, por el centro del ruedo, el camino de vuelta a la furgoneta.

Pero no se piensen que este joven se marchaba a casa a descansar y ...

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La escena sucedida al término del quinto toro resume a la perfección la locura de estos hombres vestidos de oro y revestidos de heroicidad. Juan de Castilla, modesto torero colombiano, empapado y con el barro hasta las rodillas, se despidió del público en medio de una cariñosa ovación, y enfiló, por el centro del ruedo, el camino de vuelta a la furgoneta.

Pero no se piensen que este joven se marchaba a casa a descansar y darse una buena ducha caliente; de Castilla se tuvo que ir precipitadamente de la plaza de Vic-Fezensac porque le esperan los toros de Miura en Madrid. Sí, después de participar en la corrida concurso matinal de esta torista localidad francesa, le esperaba otro compromiso de máxima exigencia en la Feria de San Isidro.

Teniendo en cuenta que a ambos cosos les separan 700 kilómetros, la pregunta es obligada: ¿cómo lograr semejante gesta? Pues volando. Literalmente. Aunque no cómo pretendía en un primer momento. El mal tiempo hizo que no pudiera coger la avioneta inicialmente preparada, por lo que tendrá que viajar en un avión comercial desde Toulouse. ¿Llegará a tiempo a su cita con los miuras? Nadie lo sabe.

Al menos, el esfuerzo no fue en balde. De Castilla, que se presentaba en la plaza de Vic, cortó la oreja del quinto, un muy ofensivo astado de la ganadería francesa de Pages Mailhan que, a la postre, resultó vencedor de la concurso. Un animal que cumplió en tres varas y que después se movió, sin demasiada clase y con la cara a media altura, pero con casta y exigencia. Aunque hubo más entrega que buen toreo, tras una estocada, el público quiso premiar la voluntariosa faena.

También hubo algunos redondos de meritoria limpieza en su trasteo al orientado tercero, de Prieto de la Cal, que se quedaba muy corto.

El que tampoco se fue de vacío fue Sánchez Vara, vistoso en banderillas, atento siempre a la lidia, y con tanto oficio como escaso ajuste muleta en mano. Paseó la oreja del cuarto, un muy serio ejemplar de Vega Teixeira, al que no se terminó de ver en el caballo, y que se movió con nobleza en el último tercio. Igualmente no estuvo a la altura del humillador primero, de Saltillo, que respondió mejor cuando se le trató con temple.

A la deriva, desconfiado y sin actitud, la actuación de Octavio Chacón no pudo ser más desafortunada. Es verdad que apenas tuvo opción de lucimiento frente al desfondado segundo, de Palha, pero también lo es que luego dejó escapar a un interesante manso encastado de Conde de la Corte, que se movió y transmitió de lo lindo.

Concurso de ganaderías / Sánchez Vara, Chacón, De Castilla

Toros de Saltillo, muy serio, casi cornipaso y bien hecho, cumple (aunque escarba mucho) en tres varas de escaso castigo, noble, fijo, con humillación, aunque a veces sale por arriba y se defiende; Palha, muy serio, astifino y abierto de cara, pelea en tres varas (en la última tardea mucho), noble, pero blando y desfondado en la muleta; Prieto de la Cal, ofensivo y de buenas hechuras, cumple sin más en tres varas (la primera, al relance), duro, complicado, de corto recorrido y soso; Vega Teixeira, fuerte y muy serio por delante, cumple en cuatro varas rápidas, noble, va y viene con poca transmisión; Pages Mailhan, muy serio, astifino y ofensivo, cumplidor en tres varas, encastado y con movilidad, aunque de poca clase y Conde de la Corte, serio, pero escurrido, aprieta en las tres primeras varas, pero canta la gallina en la cuarta, manso encastado.

Sánchez Vara: dos pinchazos _aviso_ y estocada caída (vuelta al ruedo); pinchazo y estocada _aviso_ (oreja).

Octavio Chacón: cuatro pinchazos y bajonazo (silencio); pinchazo, estocada corta desprendida, tendida y atravesada _aviso_ y cinco descabellos (pitos).

Juan de Castilla: metisaca envainado y estocada delantera (palmas y sale a saludar); estocada _aviso_ (oreja).

Plaza de toros de Vic-Fezensac (Francia). 19 de mayo. 3ª de la Feria del Toro. Unos dos tercios de entrada.

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