Xoel López: “Las canciones en mi vida son una hoguera en una cabaña fría”
En su último disco, ‘Caldo Espírito’, el músico busca la espiritualidad frente a una sociedad superficial
Empezaban los años 90 y un adolescente de A Coruña escribía sus primeras canciones. No pensaba que se dedicaría a la música, pero 30 años y 16 discos después demuestran lo equivocado que estaba. Xoel López (46 años, A Coruña) contó a un grupo de lectores de EL PAÍS que justamente aquella incredulidad inicial es la que le hace disfrutar tanto de su profesión a pesar de los años. Lo hizo en un encuentro celebrado hace unos días en los Teatros Luchana de Madrid en el que conversó sobre su último disco, Caldo Espírito, y ...
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Empezaban los años 90 y un adolescente de A Coruña escribía sus primeras canciones. No pensaba que se dedicaría a la música, pero 30 años y 16 discos después demuestran lo equivocado que estaba. Xoel López (46 años, A Coruña) contó a un grupo de lectores de EL PAÍS que justamente aquella incredulidad inicial es la que le hace disfrutar tanto de su profesión a pesar de los años. Lo hizo en un encuentro celebrado hace unos días en los Teatros Luchana de Madrid en el que conversó sobre su último disco, Caldo Espírito, y sobre su gira de presentación, que arranca en mayo. El acto forma parte del programa de actividades de EL PAÍS+.
“Las canciones en mi vida son una hoguera en una cabaña fría”, explicó el músico sobre el imaginario que le ha acompañado en la composición de este trabajo. Quería huir de la frialdad que percibe en la sociedad e inició una búsqueda de espiritualidad, de conexión real con otras personas, de cobijo y calor. Al no ser religioso, todas esas necesidades las sacia a través de la música: “Lo espiritual tiene que ver con lo poético, con las artes y el mundo de las emociones”. Así se lo planteó también a su grupo de trabajo y acabaron grabando el disco en cabañas y casas rurales, con instrumentos “bastante orgánicos” con los que ha dado la calidez y profundidad que resume en el título del álbum, que se traduce como “caliente espíritu”.
El gallego ahondó en la influencia de la naturaleza en sus temas, con el mar siempre presente, incluso de manera inconsciente: “Cuando compongo, me siento como un tipo con una caña tratando de pescar algo de ese mar profundo”. También habló de los ritmos latinoamericanos que se colaban en sus sueños cuando, siendo niño, se dormía en el sofá escuchando el merengue de las fiestas de sus padres, gusto que guardaban de su estancia en República Dominicana. Su paso posterior por Argentina no hizo sino afianzar esa inclinación, que está presente en canciones como Mágica y eterna.
Xoel López se sumergió en el significado de algunas canciones del disco, como Albatros, en la que confiesa sentirse “un friki” porque ha intentado huir de tendencias y tener su propia personalidad. También explicó que Si mi rayo te alcanzara se lo dedica a una persona enganchada a las drogas a la que quiere ayudar, pero no puede: “Y si pudieras verte a través de mis ojos. Si mi propio rayo te alcanzara ¿Seguirías desertando de la vida?¿O volverías como la primera vez, como un pez, remontando las aguas”. Salitre y humo está dedicada a uno de los locales que lo ha visto crecer, el Náutico de San Vicente, en O Grove, por donde han pasado y siguen pasando artistas como Iván Ferreiro, Leiva o Vetusta Morla. El gallego cantó además Xiana, que dedica a la niña que nunca fue, pero que durante un tiempo sus padres creyeron que sería.
El artista confesó que en estos momentos vive una etapa “menos creativa”, la segunda de su vida, pero que no le preocupa. “Es como estar en barbecho, una forma de recuperarte”, precisó. Y además tranquilizó al público: “Noto que ya tengo pequeños impulsos”.