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El auténtico carnaval de Cádiz despierta cada noche entre ilegales y romanceros

Las agrupaciones que no participan en el concurso oficial toman las calles a ritmo de octosílabos y con los perfiles más canallas

En Cádiz, durante sus carnavales, el término ilegal adquiere un significado distinto. Lo ilegal no es algo de lo que huir sino más bien algo perseguido, anhelado y buscado durante toda la semana. En la imagen, un turista trata de hacer sonar el tradicional "pito de caña", del Carnaval de Cádiz, por el que no hay que soplar, sino solo emitir un sonido. FERNANDO RUSO
El fin de semana de carnaval los días se hacen eternos pero tras el festivo lunes de piñata la ciudad se levanta como cualquier otro día del año. En la imagen, varios romanceros interpretando su repertorio en el Barrio del Pópulo. fERNANDO rUSO
Una persona, disfrazada de superhéroe, a su salida de una taberna del Barrio de la Viña. Foto Fernando RusofERNANDO RUSO
Cola para acceder al cuarto de baño del freidor de la calle Hospital de Mujeres. fERNANDO RUSO
Al acabar la jornada muchas de sus calles se llenan de forma espontánea de “ilegales” —agrupaciones carnavalescas que no participan en el concurso oficial de agrupaciones— y romanceros, quienes narran mediante octosílabos la historia de su “tipo” —más que un disfraz—, apoyados en un “cartelón”, que golpean repetidamente durante el relato. Y no tienen un lugar fijo para actuar. En la imagen, el público sigue las instrucciones de una agrupación callejera durante la representación de su repertorio. fERNANDO RUSO
El romancero David Caro, metido en el papel de Herminia, la anciana de la serie "Cuéntame", en un descanso en el Barrio de El Pópulo de Cádiz. FERNANDO RUSO
Jesús bienvenido, músico y reconocido autor del concurso del carnaval de Cádiz, tocando la guitarra bien entrada la noche tras los componentes de la agrupación infantil "Las hijas de Neptuno". FERNANDO RUSO
Para los aficionados, la incertidumbre de la búsqueda se vuelve aliciente, y tras un pase largo del repertorio muchos se irán de la esquina con la sensación de haberse convertido en un integrante más. En la imagen, unos turistas apelotonados por la actuación espontánea de una agrupación de carnaval callejera. Foto Fernando RusoFERNANDO RUSO
Joaquín Santos, el 'Ketama', reconocido autor de la modalidad de "romancero" del Carnaval de Cádiz. FERNANDO RUSO
La interacción es plena y el contacto cara a cara se convierte en una experiencia que, quienes la disfrutan, difícilmente olvidan. Ciertas calles de barrios como La Viña, El Mentidero o El Pópulo se convierten en auténticos hervideros cuando alguna agrupación decide interpretar su repertorio. En la imagen, una agrupación ilegal actuando en la calle Sacramento. FERNANDO RUSO
Los integrantes de la "Pseudochirigota callejosa, T.U.S. M.U.E.R.T.O.S.", una de las "Ilegales", que es como se conoce a las que no acuden al concurso oficial de agrupaciones, en los alrededores de la Plaza de Las Flores. Foto Fernando RusoFERNANDO RUSO
Diademas con luces led muy populares este año en el Carnaval de Cádiz.FERNANDO RUSO