Regusto clásico de Álvaro Burdiel
Destacó el temple del novillero madrileño en una tarde de saldo ganadero y pobre entrada, en la que Víctor Hernández paseó una oreja de poco peso
El temple y el regusto clásico del madrileño Álvaro Burdiel, al que se negó injustamente una oreja pedida con fuerza, destacó sobre el triunfo menor, con el único trofeo concedido, del alcarreño Víctor Hernández en la novillada celebrada ayer, domingo en la plaza Las Ventas, informa Paco Aguado.
Ante una pobre entrada de público, se volvió a lidiar en Madrid otro saldo ganadero, al no lograr la empresa nuevamente que pasara el fielato veterinario otra novillada completa, en este caso la anunciada del hierro francés de Olivier Fernay. De la divisa titular se lidiaron finalmente solo dos ...
El temple y el regusto clásico del madrileño Álvaro Burdiel, al que se negó injustamente una oreja pedida con fuerza, destacó sobre el triunfo menor, con el único trofeo concedido, del alcarreño Víctor Hernández en la novillada celebrada ayer, domingo en la plaza Las Ventas, informa Paco Aguado.
Ante una pobre entrada de público, se volvió a lidiar en Madrid otro saldo ganadero, al no lograr la empresa nuevamente que pasara el fielato veterinario otra novillada completa, en este caso la anunciada del hierro francés de Olivier Fernay. De la divisa titular se lidiaron finalmente solo dos utreros, terciados y descastados, que contrastaron en presencia con los tres últimos, de Carriquiri, y, sobre todo, con el que abrió plaza, todo un toro de Julio de la Puerta que acabó siendo el único con ciertas opciones del sexteto y al que, por eso mismo, se cortó la única oreja concedida, que no pedida.
El trofeo lo paseó Hernández por una faena en la que ligó con facilidad, y sin exigir mucho, las manejables embestidas de un utrero que apenas se empleó, pero que, al menos, se movió tras el engaño, hasta que dejó de hacerlo cuando el novillero alcarreño se empeñó en alargar de más una faena que por eso mismo fue decayendo, pero que remató de una gran estocada.
La presencia de seguidores en los casi despoblados tendidos llevó a la petición generosa de esa oreja que concedió una presidencia que, después y de manera arbitraria, la negaría a Álvaro Burdiel tras una petición similar y, sobre todo, tras una faena de muchos más méritos y nivel artístico.
Ese trasteo del madrileño comenzó con un ramillete de templados lances al segundo de los de Fernay, con las que le fue ganando terreno hasta los medios hasta rematar con una excelente media verónica, al igual que hizo con el sexto, que, por desrazado y afligido no le dejaría rematar la tarde, a pesar de que hizo con él todo un alarde del mejor temple.
Pero antes, con ese tercero, Burdiel se expresó con un regusto clásico raro de ver en estos tiempos, desde que tomó la muleta y se lo sacó al tercio con soberbios y pausados ayudados por alto, trincherillas y pases de la firma, imponiéndose así a las ásperas protestas del novillo francés.
Y más aún las apaciguó en las siguientes tandas, consintiendo paciente y con una perfecta colocación sus defensivos cabezazos hasta que, por fin, el animal se entregó lo justo para que el antiguo alumno de la Escuela de Madrid se pudiera recrear en dos tandas de pulseados muletazos por ambas manos y en un final de faena por bajo, con una rodilla en tierra, de clásico aroma.
A todas luces, tras una estocada trasera, fue faena de oreja, menos para el usía, que también se la negó al debutante Aarón Rodríguez, esta vez con mayor justificación, en tanto que el toledano, apenas se asentó con un segundo de la tarde que, en un descuido, le prendió feamente por el pecho, aunque sin graves consecuencias que le impidieran continuar la lidia.
De hecho, Rodríguez siguió intentando sin éxito sacar algo lucido de ese novillo, jaleado por otro autobús de partidarios que le pidieron esa oreja que no tenía justificación, pues a su gestual e inseguro toreo le faltó mayor asiento y mando para imponerse, igual que le sucedió con el quinto, un novillo que tuvo tantas ganas de rajarse como su hermano lidiado en cuarto lugar y con el que Víctor Hernández tampoco resolvió.
Tres ganaderías/Hernández, Rodríguez, Burdiel
Tres novillos de Carriquiri, en los últimos lugares, sueltos de carnes y con seriedad en las cabezas, que dieron un juego descastado, dos de Fernay (2º y 3º), terciados, sin raza y a la defensiva, y uno de Julio de la Puerta (1º), con cuajo de toro, sin entrega pero manejable.
Víctor Hernández: estocada delantera (oreja tras aviso); estocada trasera atravesada (ovación).
Aarón Rodríguez: estocada trasera desprendida (vuelta al ruedo tras aviso e insuficiente petición de oreja); seis pinchazos, pinchazo hondo y seis descabellos (silencio tras dos avisos).
Álvaro Burdiel: estocada trasera desprendida (vuelta al ruedo tras aviso y fuerte petición de oreja); dos pinchazos, estocada y dos descabellos (silencio tras aviso).
Tras la muerte del segundo, Rodríguez fue atendido en la enfermería de una contusión en el hemitórax derecho y un puntazo corrido en la región lumbar que no le impidieron continuar la lidia.
Plaza de Las Ventas. 6 de agosto. Una pobre entrada (5.639 espectadores, según la empresa).
Cayetano, fractura en la muñeca izquierda
Las pruebas radiológicas a las que ha sido sometido el diestro Cayetano Rivera Ordóñez tras el percance sufrido este domingo en Socuéllamos (Ciudad Real) han confirmado una fractura en la muñeca derecha, de la que será intervenido hoy, lunes, en una clínica de Santander. Ha sido el propio torero el que lo ha confirmado a través de sus redes sociales, en un mensaje en el que lamenta también su baja en la corrida de este lunes en Estella (Navarra).
Cayetano resultó volteado por el segundo toro de la corrida celebrada este domingo en Socuéllamos. Fue a la salida del toro, de la ganadería de Apolinar Soriano, del caballo, cuando se le ha echado encima y le ha propinado una fuerte voltereta, lesionándose el torero en la caída. Con claros gestos de dolor, el torero fue revisado por los doctores de la plaza, que lo derivaron al hospital de Tomelloso para ser sometido a un estudio radiológico.