Rápido, limpio y multitudinario primer encierro de San Fermín 2023

El recorrido con los toros de la ganadería de La Palmosilla deja seis contusionados

Un mozo del primer encierro de los Sanfermines es alcanzado por uno de los toros de la ganadería La Palmosilla, este viernes.Foto: ELOY ALONSO (EFE). | Vídeo: EPV / SER

Rápido (2 minutos y 32 segundos), limpio (seis contusionados) y multitudinario ha resultado el primer encierro de los Sanfermines de 2023, protagonizado por los toros gaditanos de La Palmosilla, triunfadores en la plaza el año pasado y que vuelven esta tarde con el objetivo de repetir la hazaña.

Mucha gente en las calles de Pamplona en los momentos previos a la carrera, y a las ocho en punto del reloj del responsable de los corrales -atrasado en casi treinta segundos sobre la hora oficial- sonó el tradicional cohete q...

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Rápido (2 minutos y 32 segundos), limpio (seis contusionados) y multitudinario ha resultado el primer encierro de los Sanfermines de 2023, protagonizado por los toros gaditanos de La Palmosilla, triunfadores en la plaza el año pasado y que vuelven esta tarde con el objetivo de repetir la hazaña.

Mucha gente en las calles de Pamplona en los momentos previos a la carrera, y a las ocho en punto del reloj del responsable de los corrales -atrasado en casi treinta segundos sobre la hora oficial- sonó el tradicional cohete que suponía el despertador y la llamada definitiva para los toros que descansaban, desconocedores de la algarabía que les esperaba.

Los astados de La Palmosilla entran en la plaza de toros de Pamplona, al término del primer encierro de los sanfermines. Villar López (EFE)
Los toros de la ganadería La Palmosilla entran en la plaza de toros de Pamplona. Eloy Alonso (EFE)
Los toros a su paso por la curva de la calle Mercaderes. Jesús Diges (EFE)
Los astados han completado los 800 metros en un recorrido mojado por las intensas lluvias de la jornada anterior. ANDER GILLENEA (AFP)
Uno de los astado de La Palmosilla engancha a uno de los mozos. Jesús Diges (EFE)
Paso de los astados por el tramo que va desde el final de la cuesta de Santo Domingo a la curva de Mercaderes. J.P. Urdiroz (EFE)
Un mozo es sobrepasado por los astados en el tramo de la calle Mercaderes.Jesús Diges (EFE)
Uno de los toros de La Palmosilla a su entrada en la calle de Mercaderes. Pablo Lasaosa
Un mozo acorralado por uno de los astados.Eloy Alonso (EFE)
Un momento del recorrido por el centro de Pamplona con los toros gaditanos de La Palmosilla. ANDER GILLENEA (EL PAÍS)
Una multitud espera el comienzo del primer encierro de los sanfermines, este viernes por las calles de Pamplona. ANDER GILLENEA (AFP)
Dos corredores se preparan antes del primer encierro por el centro de Pamplona. Rodrigo Jimenez (EFE)

Cuesta de Santo Domingo arriba, cuatro cabestros tomaron la delantera y mostraron el camino al grupo de los cuatro toros castaños y los dos negros que se estrenaban por primera y última vez en este espectáculo callejero.

Así llegó la manada a la plaza del Ayuntamiento, después de algunas caídas y atropellos sin aparentes consecuencias para los primeros corredores. Se notó en Mercaderes el efecto del líquido antideslizante, que permite que las pezuñas de los toros se agarren a los adoquines y disminuyan los resbalones.

Con los cabestros en cabeza llegó la manada a los tablones de la curva donde comienza la larga calle de Estafeta, abarrotada de corredores. No hubo topetazo contra las maderas y los animales tomaron aire para enfilar esa recta de 304 metros, en la que se abrieron paso con dificultades entre los muchos participantes humanos que se atrevían a sentir la respiración de los toros en la nuca.

La manada se estiró obligada por la multitud y los cabestros no perdieron nunca la cabeza de la carrera, conocedores desde el año pasado del recorrido. Hubo caídas, normal, atropellos y sustos varios, pero la nobleza de los toros de La Palmosilla posibilitó que ese tramo transcurriera con excitantes carreras de atrevidos aficionados a la tensión sanferminera.

El tramo del callejón, rápido como toda la carrera, no ofreció más que empujones y sorpresas por esos pitones que notas en la hombrera y sabes que te libras de milagro de la cornada.

Salto de uno de los toros ante los mozos en las tablas de la plaza de Pamplona en el primer encierro de los Sanfermines.Eloy Alonso (EFE)

Casi toda la manada entró compacta a la plaza y enfiló la puerta de los corrales sin indicaciones previas, pero quedaban rezagados un toro castaño y un cabestro acompañante; este, conocedor del camino, escapó de la marabunta camino del descanso, pero el toro prefirió otear el ambiente y darse una rápida vuelta para otear los tendidos.

Cuando este último se perdió por la puerta de los corrales, el reloj marcaba 2 minutos y 32 segundos. Momentos antes, algún mozo había sido pisoteado en el túnel de entrada al ruedo, y otro, ya en el ruedo, recibió un fuerte golpe ante la velocidad de uno de los toros. En total, según el parte médico, seis solicitudes de traslado a los centros sanitarios.

A esta hora, después de la trepidante experiencia matinal, ya descansan los toros de La Palmosilla: Opíparo (555 kilos), Aspirante (540 kilos), Mirlón (595 kilos), Escandalito (565 kilos), Carafeo (610 kilos) e Histórico (565 kilos). A ellos se enfrentarán esta tarde los diestros Rafaelillo, Manuel Escribano y Leo Valadez, el mismo cartel de toreros que salió a hombros el año pasado con toros de esta misma ganadería.

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