Matías Díaz Padrón, un apasionado experto en pintura

El conservador del Prado y docente estuvo vinculado al Museo hasta 2005. Fue experto en pintura flamenca del siglo XVII

Matías Díaz Padrón, conservador del Museo del Prado, en una imagen de 2014.Samuel Sanchez

Matías Díaz Padrón (Valverde, isla de Hierro, 1935), uno de los conservadores del Prado que marcaron una época en la institución, en la que ingresó en 1970 y permaneció hasta su jubilación en 2005, falleció el pasado 23 de noviembre en Madrid. Cuarenta años de una larga vida profesional que compartió en algunos periodos con la docencia, y que se prolongó con su incansable pasión investigadora hasta el final de su vida.

Fue profesor en la Universidad Complutense, donde estudió y se doct...

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Matías Díaz Padrón (Valverde, isla de Hierro, 1935), uno de los conservadores del Prado que marcaron una época en la institución, en la que ingresó en 1970 y permaneció hasta su jubilación en 2005, falleció el pasado 23 de noviembre en Madrid. Cuarenta años de una larga vida profesional que compartió en algunos periodos con la docencia, y que se prolongó con su incansable pasión investigadora hasta el final de su vida.

Fue profesor en la Universidad Complutense, donde estudió y se doctoró —La pintura flamenca del siglo XVII en España, 1965—, y en la Universidad Autónoma de Madrid. En el Prado se vinculó inicialmente con la revisión y estudio de las obras del museo depositadas en diversos museos e instituciones. Fue una oportunidad de aprendizaje para un joven conservador que vivió siempre su profesión con vocación de detective, siempre dispuesto a desentrañar la identidad de nuevos maestros, ampliar su producción artística o clasificarla y depurarla. No es extraño que en 1980 pasara a ser colaborador científico del Instituto Diego Velázquez del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, al tiempo que en el Museo del Prado se hiciera cargo del Departamento de Pintura Flamenca y Holandesa. Fue una época en donde bajo la tutela de don Iñigo Angulo Iñiguez, se desarrollaba una Historia del Arte donde primaba la ordenación de escuelas artísticas, la identificación y clasificación de maestros y talleres; tareas que se convirtieron en fundamentales en ámbitos como el Diego Velázquez.

La incansable tarea de Matías Díaz Padrón se plasmó desde mediados de los años sesenta del pasado siglo en todas las revistas especializadas. Trabajos que no solo se concretaron en la que fue su reconocida y más sentida especialidad, la pintura flamenca del siglo XVII. Sus intereses se ampliaron tanto en el arco cronológico como en el de escuelas y prácticas artísticas. Escribir el nombre de Matías Díaz Padrón en el portal Dialnet de Ciencias Sociales, es sumergirse en una de las más prolijas y extraordinarias bibliografías de la Historia del Arte en España. Publicó además monografías tan sobresalientes como las dedicadas a Rubens (El siglo de Rubens en el Museo del Prado, 1995), Van Dyck y España (2012) o Jacob Jordaens España (2018). Estos últimos trabajos fueron ya realizados, tras su jubilación del Museo del Prado. Padrón estuvo activo hasta el final, y era habitual verle caminar deprisa, portando libros y carpetas en su transitar ligero entre las bibliotecas del Prado, el Ateneo madrileño y el Instituto Moll, el centro de investigación de la Pintura Flamenca que el propio Matías creó bajo el patrocinio de Prensa Ibérica. Contó para ello con la ayuda discreta y eficaz de algunas de sus más aventajadas alumnas, como Ana Diéguez, actual directora del Instituto. Con Diéguez he recordado estos días la personalidad única de Matías, su peculiar forma de enseñar a ver la pintura y de guiar a quienes en algún momento tuvimos la suerte de acceder a su magisterio y a su bonhomía, a sus explicaciones que necesitaban “traducción”, porque Matías hablaba en voz baja y con permanente dicción canaria pese a sus muchos años en Madrid. Sus orígenes herreños le acompañaron siempre. No en balde, los Padrón tienen en la isla una larga vinculación el que abarca el interés por su historia, la industria y el arte. De hecho, fue el bisabuelo Matías Padrón Padrón (1854-1926) uno de los más interesantes fotógrafos de la isla.

Díaz Padrón estaba en posición de numerosos reconocimientos: entre otros, formó parte de la Académie Royale d’Archéologie et d’Histoire de l’Art de Bélgica, de la Real Academia de San Miguel Arcángel de Santa Cruz de Tenerife, era Comendador de la Orden de Leopoldo II de Bélgica y Medalla de Oro de Canarias.

Leticia Ruiz Gómez es directora de las Colecciones Reales de Patrimonio Nacional.

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