La primera norma al promocionar ‘Lo de Évole’, no decir qué es lo de Évole

El presentador y su equipo han mantenido el misterio sobre el contenido de su nuevo programa hasta el último minuto

El periodista Jordi Évole y el líder de ERC, Oriol Junqueras, en el programa 'Lo de Évole'.

Jordi Évole regresa este domingo al prime time, con algo a lo que tiene acostumbrados a sus fieles: misterio. Lo de Évole, título del nuevo programa, no aclara nada de una producción que se ha gestado entre incógnitas pero, al mismo tiempo, remite automáticamente a eso que hemos visto hacer al presentador a lo largo de 11 años en Salvados: hablar con la gente. Évole estrena una serie de entrevistas sobre la experiencia de diversas personas que están o han es...

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Jordi Évole regresa este domingo al prime time, con algo a lo que tiene acostumbrados a sus fieles: misterio. Lo de Évole, título del nuevo programa, no aclara nada de una producción que se ha gestado entre incógnitas pero, al mismo tiempo, remite automáticamente a eso que hemos visto hacer al presentador a lo largo de 11 años en Salvados: hablar con la gente. Évole estrena una serie de entrevistas sobre la experiencia de diversas personas que están o han estado en prisión. El líder de ERC, Oriol Junqueras; el expresidente del F. C. Barcelona, Sandro Rosell; y Francisco Granados, ex mano derecha de Esperanza Aguirre y ex consejero de presidencia de la Comunidad de Madrid, se han enfrentado a las preguntas del presentador junto a otras personas anónimas.

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Pero nada de esto se ha sabido hasta hace poco. Desde finales de diciembre el programa se ha ido promocionando sin revelar nada de su contenido. En el primer teaser, Évole conversaba con Raphael sobre cuándo se emitirá el programa. Saltaron las alarmas. ¿Va a entrevistar al cantante en su nuevo programa? Después, otro con Pau Donés —cantante de Jarabe de Palo— volvía a confundir a la audiencia. El juego del despiste solo acabó la semana pasada, cuando el presentador divulgó el contenido de su nueva producción: “Una serie documental sobre la cárcel. Que no juzga. Intenta escuchar y comprender. Algo que no se lleva mucho en esta época castigadora”. Así se ponía fin a uno de los secretos mejor guardados de la televisión.

El equipo de Producciones El Barrio está acostumbrado a trabajar con discreción. Así fue como Salvados consiguió engañar, en 2014, a más de cinco millones de espectadores con la emisión de un falso documental, Opeación Palace, en el que varias figuras de la política española admitían que el 23-F fue un montaje. “Es verdad que es una forma de ir generando interés en el espectador. Cuando empezamos la campaña de promoción, por llamarlo así, mucha gente pensaba que igual era un programa de entrevistas con Raphael”, explica por teléfono Márius Sánchez, subdirector de Lo de Évole. “Nos parece que también es divertido, es una forma de generar curiosidad y que al espectador le vaya apeteciendo saber cosas”, continúa. Con las ganas e intención de sorprender a los espectadores, Sánchez aclara que tampoco han tenido que “esconder nada”, a pesar de la confusión y los titulares que han protagonizado en los medios con cada avance de lo que podría ser.

Hay un concepto clave que ha permitido que no se filtrara nada, ni sobre la temática ni sobre quiénes serán los invitados, y que Sánchez repite. “Nos basamos mucho en la confianza. Al conseguir la confianza de los entrevistados les aseguramos que no vamos a desvelar esa entrevista hasta que se emita y ellos de alguna forma también se comprometen a mantenerlo en secreto”. Esa confianza se traslada también a su relación con Atresmedia, grupo propietario de La Sexta, hogar televisivo de Évole. “La cadena aguanta sin saber los detalles del programa hasta que está muy avanzado el proceso, de manera que vamos trabajando poquito a poco. Al final es un grupo relativamente reducido el que conoce el desarrollo”, aclara.

Con un punto casi de superstición, el equipo evita cualquier tipo de promoción hasta que no ha grabado el contenido. Así que sin tener a todos los invitados cerrados, aún mantienen cierta intriga sobre las diez entregas que tendrá esta primera temporada. Sí se sabe que el capítulo que se emita este domingo a las 21.25 horas será un homenaje a Jesús Quintero y a su programa de los noventa Cuerda de presos (Antena 3), en el que el periodista entrevistó, entre 1995 y 1996, a decenas de reclusos en distintas cárceles españolas. “Para Jordi, Quintero es un referente, el programa le marcó mucho, así que cuando decidimos hablar sobre las cárceles siempre estuvo muy presente”, señala el subdirector.

Sin embargo, Sánchez destaca que lo han tenido más complicado que Quintero para acceder a estos centros. “Él tuvo un acceso casi ilimitado a las cárceles. Nosotros, en las catalanas, donde las competencias están transferidas, pudimos grabar algunas cosas, pero en el resto de España la verdad es que estamos teniendo bastantes dificultades”, confiesa.

Pero no es el único programa del que beben. De forma inevitable Lo de Évole recordará a muchos a Salvados—que ahora presenta Gonzo—. Y este parecido se hará más evidente en la segunda entrega, de la que emitirán un avance este domingo, y en la que Évole entra en la prisión de Lladoners para entrevistar, por primera vez con cámaras, a Junqueras. La grabación, según afirmó el propio presentador a través de las redes sociales, cambió de fecha en varias ocasiones. Al final, se produjo “el mismo día y a la misma hora”, como dice Évole en el vídeo promocional, “en el que el president Torra convocaba elecciones”.

“A excepción de Junqueras, que los hechos nos han atravesado un poco por la actualidad inmediata y que fue algo casi sobrevenido que no esperábamos, es un programa menos vinculado a la actualidad”, así marca Sánchez la diferencia con Salvados. Con este programa, del que Évole se despidió el pasado año, el presentador se convirtió en un pilar de la televisión española, especialmente por ser el único periodista televisivo español que ha entrevistado al Papa o a Julian Assange.

“Para nosotros lo fundamental es que la historia tiene que funcionar de por sí, independientemente del tiempo en que haya sido grabada”, insiste el subdirector. Así, entre los personajes políticos, también habrá otros anónimos, personas que han sido condenadas a penas de prisión por delitos contra la seguridad vial o presos comunes que han acumulado décadas en la cárcel. Pero ambos programas, como vaticina Sánchez, “se parecen, se van a parecer. Y nos lo va a decir la gente". 

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