Opinión

Libros en la vida cotidiana

El acuerdo, pensado para el largo plazo, debe involucrar a las distintas Administraciones y al conjunto del arco parlamentario

Inauguración ayer miércoles de la Feria del Libro de Santander.Europa Press

Coincidiendo con la celebración del Día del Libro (no festejado en librerías el pasado 23 de abril por el confinamiento), los profesionales de la edición hacemos un llamamiento al Gobierno para convocar un Pacto por la Lectura que convierta a nuestro país en un “país de lectores”. El objetivo de esta iniciativa sería incardinar la lectura en el comportamiento cultural de los ciudadanos como una actividad cotidiana. Hoy, inmersos en la sociedad del conocimiento, la lectura se ratifica como una herramienta clave en el progreso individual de los ciudadanos y en la mejora colectiva de la sociedad....

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Coincidiendo con la celebración del Día del Libro (no festejado en librerías el pasado 23 de abril por el confinamiento), los profesionales de la edición hacemos un llamamiento al Gobierno para convocar un Pacto por la Lectura que convierta a nuestro país en un “país de lectores”. El objetivo de esta iniciativa sería incardinar la lectura en el comportamiento cultural de los ciudadanos como una actividad cotidiana. Hoy, inmersos en la sociedad del conocimiento, la lectura se ratifica como una herramienta clave en el progreso individual de los ciudadanos y en la mejora colectiva de la sociedad.

Para lograrlo, los profesionales del mundo del libro consideramos que el Pacto debería configurarse desde criterios que garanticen un plan compartido, de todos y para todos, un “compromiso de país”. En ese sentido, proponemos un Pacto con visión estratégica para ser ejecutado en el largo plazo (su temporalidad no debe ser una legislatura), que sea acordado por el conjunto del arco parlamentario e involucre a las distintas Administraciones (central, autonómicas y municipales), además de movilizar a la sociedad civil, al mundo empresarial, a fundaciones y a los medios de comunicación.

Las medidas básicas que debería integrar el Pacto deberían estar vinculadas con los objetivos de afianzar el hábito lector en la escuela y diseñar estrategias para mantener la lectura en los niveles de Secundaria y Bachillerato, incorporar la lectura a los planes de estudio sin olvidar su contribución a la mejora de la competencia lingüística y potenciar la lectura en el ámbito universitario como recurso básico de aprendizaje e investigación. Asimismo, el acuerdo debería incentivar la lectura en el ámbito empresarial y laboral como manera de mantenerse actualizado dentro del concepto de “aprendizaje a lo largo de toda la vida” y contemplar el diseño de políticas específicas para los tramos de edad con menor hábito de lectura (identificados en distintos estudios) y los colectivos con mayores riesgos de exclusión o con menor nivel de estudios a través de un programa de lectura como herramienta de igualdad y cohesión.

Creemos que sería trascendental que se estableciesen políticas de impulso en aquellos territorios con menores índices de lectura y hacer llegar los libros a la España vaciada, así como lanzar programas de lectura específicos para la tercera edad. Resultan igualmente vitales la elaboración de un programa de dotación y compra de fondos bibliográficos para bibliotecas públicas, escolares y universitarias; la promoción de la red de bibliotecas como agentes difusores de la lectura; el apoyo de las iniciativas de Ayuntamientos y asociaciones vecinales en torno a la lectura, y la consolidación de una red de librerías que garanticen el acceso al libro y la lectura, así como potenciar sus actividades de animación de cara al lector.

Miguel Barrero es presidente de la Federación de Gremios de Editores de España.


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