Muere Betty Wright, poderosa voz del ‘soul’ y admirada por el mundo del hip hop
La cantante, que murió a los 66 años en Miami, fue una de las artistas más importantes del soul sureño en los setenta
Cuando a mediados de la década de los setenta la música disco empezaba a cubrir de purpurina al soul y al funk, apaciguando el nervio primitivo de los ritmos afroamericanos liderados por Otis Redding, Aretha Franklin y James Brown, Betty Wright publicó dos discos que sonaron a reivindicación espiritual: Danger High Voltage (1974) y Explosion (1976). Dos obras redondas, levantadas con su vozarrón al más puro estilo de Tina Turner y llenas de vicioso soul. Con su peinado a lo afro, en una reivindicación del orgullo negro, la cantante, criada en las enseñanzas del gósp...
Cuando a mediados de la década de los setenta la música disco empezaba a cubrir de purpurina al soul y al funk, apaciguando el nervio primitivo de los ritmos afroamericanos liderados por Otis Redding, Aretha Franklin y James Brown, Betty Wright publicó dos discos que sonaron a reivindicación espiritual: Danger High Voltage (1974) y Explosion (1976). Dos obras redondas, levantadas con su vozarrón al más puro estilo de Tina Turner y llenas de vicioso soul. Con su peinado a lo afro, en una reivindicación del orgullo negro, la cantante, criada en las enseñanzas del góspel, señaló a fuego el carácter de unos géneros que no necesitaban ser, como ya había pasado con el jazz, blanqueados.
Muerta el pasado domingo a los 66 años por cáncer en su casa de Miami, Betty Wright, seudónimo de Bessie Norris, fue una de las voces más importantes del soul sureño en la década de los setenta, más concretamente de lo que se conoció como Miami Sound, el estilo de una ciudad soleada y hedonista, ejemplificado en un sonido crudo, directo y profundo, mezclando indistintamente soul, funk y rhythm and blues. Wright, que en 1967 publicó su primer disco con solo 14 años, se erigió rápidamente en una intérprete poderosa, gracias a su fuerza innata y al apadrinamiento de dos gurús de la Deep City como Clarence Reid y Willie Clarke.
En 1975, ganó un Grammy a la mejor canción rhythm and blues por Where Is the Love. Admirada por James Brown, que se la llevó de gira, o Stevie Wonder, que colaboró con ella, protagonizó en 1976 una destacada gira por Sudáfrica en plena época del apartheid. Y una década después, se convirtió en la primera mujer en conseguir un Disco de Oro con su propio sello, Ms. B Records, por No Pain, No Gain, en un período en el que, como la inmensa mayoría, cedió a las baterías electrónicas y sus trabajos perdieron latido.
Sin embargo, sería su canción Clean Up Woman, perteneciente a su segundo álbum, el notable I Love The Way You Love, con la que estaría destinada a llegar más lejos cuando fue sampleada por Afrika Bambaataa, padre fundador del hip hop, marcando un punto de inflexión. Más adelante, harían lo mismo Chance the Rapper y Mary J. Blige. El mundo del sample le daría una nueva vida a través de todo tipo de artistas como Beyoncé o Notorious B.I.G. Su aura de voz orgullosa del sentir negro le llevarían a colaborar en 2016 con Kendrick Lamar, Big Sean y DJ Khaled en Holy Key.