Pregonero taurino de la Feria de Abril

El escritor catalán Ildefonso Falcones ensalzará el toro bravo en Sevilla

"La fiesta está en riesgo y debemos defenderla activamente y no solo cuando nos atacan"

El escritor Ildefonso Falcones.Albert García

"Voy a Sevilla a ensalzar el toro y a defenderlo de las corrientes animalistas; quienes le conceden derechos no se dan cuenta de que lo que hacen es defender el carácter del toro bravo. Si este animal tiene derecho es a ser toreado, y así lo demuestra cuando repite una y otra vez en la muleta. El toro es valiente, arrogante y quiere matar, y ese es su derecho. Si los animalistas sostienen que debemos respetar a los animales, respetemos al toro. Ese es mi pregón".

Así habla el pregonero taurino de la Feria de Abril de 2018, el escritor catalán Ildefonso Falcones (Barcelona, 1959), quien ...

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"Voy a Sevilla a ensalzar el toro y a defenderlo de las corrientes animalistas; quienes le conceden derechos no se dan cuenta de que lo que hacen es defender el carácter del toro bravo. Si este animal tiene derecho es a ser toreado, y así lo demuestra cuando repite una y otra vez en la muleta. El toro es valiente, arrogante y quiere matar, y ese es su derecho. Si los animalistas sostienen que debemos respetar a los animales, respetemos al toro. Ese es mi pregón".

Así habla el pregonero taurino de la Feria de Abril de 2018, el escritor catalán Ildefonso Falcones (Barcelona, 1959), quien en la mañana de este Domingo de Resurrección subirá al escenario del teatro Lope de Vega de Sevilla para hablar de tauromaquia el día que se inaugura la temporada en la capital andaluza. Falcones entra así a formar parte de una lista de literatos aficionados a los toros (Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes y Arturo Pérez Reverte, entre otros) que han sido convocados por la Real Maestranza de Caballería para prestigiar una de las fiestas mayores de Sevilla.

Considera Falcones que la tauromaquia es un sentimiento "que debemos defender para que llegue a la mayoría; hay que vivirla y sentirla, y acudir a la plaza sin el prejuicio de la sangre ni de la crueldad, porque ningún aficionado disfruta con el sufrimiento. Así he convencido a mi mujer y a mis cuatro hijos".

Y vuelve a insistir sobre las teorias animalistas: "No saben solventar la muerte de los animales; ¿qué vamos a hacer con ellos? ¿Acabaremos todos siendo vegetarianos? ¿Adónde nos llevan? A veces, te encuentras con barbaridades".

Horas antes de viajar al sur, Falcones cuenta que su nombramiento fue una sorpresa, y que se lo pensó mucho antes de contestar afirmativamente, "pero, al final, dije que sí como catalán y aficionado porque hay un riesgo que no sé si calculamos bien; la fiesta de los toros está en peligro permanente, y dudo si somos conscientes de ello o si peleamos lo suficiente". "Lo normal, -prosigue- es que los aficionados defendamos la fiesta y lo hagamos de forma activa, y no solo cuando nos atacan".

Falcones habla como un experto taurino, pero asegura que no lo es. Le gustan los toros, pero no más. Recuerda que siendo un niño acudía a la Monumental de su ciudad natal en compañía del portero de su casa, que también lo era de toriles. Después, fue abonado de la plaza y uno de los damnificados por la prohibición del Parlament en julio de 2010.

"Prohibir los toros en Cataluña fue una excusa para abolir una tradición españolista", afirma. "Y olvidaron que en esta comunidad se han celebrado toros desde la época medieval, pero se consideraba una costumbre española y fueron a por ella".

Está convencido, no obstante, de que los toros no volverán a Cataluña a pesar de la sentencia favorable del Tribunal Constitucional porque la decisión de los juristas "deja demasiados cabos sueltos para las autonomias y ayuntamientos en todo lo referente a la protecciòn de los animales; no se podrán vetar los festejos, pero sí regularlos, de modo que la capacidad de un empresario queda muy mermada".

Reconoce que hablar de toros en Sevilla le produce un gran respeto porque está convencido "de que cualquiera de los que acudan al teatro saben más de toros que yo; por eso, solo voy a hablar de toros y no de ningun torero".

No es torista ni torerista, ("me interesa la conjunción del toro y el torero"), se confiesa seguidor de José Tomás, y prefiere montar a caballo, modalidad en la que fue campeón de España junior, antes que torear. "Jamás me he puesto delante de una becerra; he tenido algunas oportunidades y no me he atrevido: Es una actividad que requiere mucho valor".

Ser pregonero taurino de Sevilla le va a permitir disfrutar por vez primera de la Semana Santa, y volver a la plaza de la Maestranza, que ha visitado "en menos ocasiones de las que me hubiera gustado". Afirma que Sevilla es sinónimo de alegría, y no cree que este pregón taurino sea el germen de un nuevo texto literario. "Ya escribí de toros en La mano de Fátima, una gran novela, en la que les dediqué varios capítulos".

- Esto de ser pregonero es un giro en su vida de escritor y abogado catalán...

- Sí, pero se producen tantos giros en la vida y acabas hablando de tantas cosas... Pero, a veces, cuentan contigo y, como en este caso, hay que dar la cara.

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