‘La tortuga roja’: el espíritu Ghibli anida en Europa

El holandés Michael Dudok de Wit es el primer europeo producido por el estudio japonés

Fotograma de 'La tortuga roja'

El maestro Hayao Miyazaki, el genio japonés de la animación, cayó rendido ante el corto Father and Daughter (2000), un filme que le reportó al animador holandés Michael Dudok de Wit (Utrecht, 1953) el Oscar. “Y entonces me enviaron un email desde su estudio Ghibli preguntándome si quería hacer una coproducción con ellos. Fue un shock”, recuerda Dudok de Wit. “Lo más increíble pasó en la primera reunión: me dieron absoluta libertad. ¡Ghibli producía a un europeo! ¡Y sin controlarle en absoluto!”. Así nació ...

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El maestro Hayao Miyazaki, el genio japonés de la animación, cayó rendido ante el corto Father and Daughter (2000), un filme que le reportó al animador holandés Michael Dudok de Wit (Utrecht, 1953) el Oscar. “Y entonces me enviaron un email desde su estudio Ghibli preguntándome si quería hacer una coproducción con ellos. Fue un shock”, recuerda Dudok de Wit. “Lo más increíble pasó en la primera reunión: me dieron absoluta libertad. ¡Ghibli producía a un europeo! ¡Y sin controlarle en absoluto!”. Así nació La tortuga roja,una de las grandes películas de animación de la temporada, la historia de amor entre un náufrago en una isla desierta y el espíritu que emana de una enorme tortuga roja, con un lirismo y una pasión por la naturaleza que enlaza directamente con el mundo Ghibli. “Me fascina esa relación con lo más profundo de nuestro entorno que muestran sus trabajos en pantalla”.

El holandés parece un hombre tranquilo, cercano en su pasión artesana, en su apuesta por la laboriosidad concienzuda, a Miyazaki. Y que alberga un alma casi infantil. “La idea original nació de la impresión que me causó de pequeño Robinson Crusoe. En los últimos años ha vuelto a la actualidad con versiones como Náufrago, con Tom Hanks. Que la mujer surja de una tortuga roja nació mientras coescribía el guion con Pascale Ferran”. Hasta ese momento la película es realista. Desde esa mutación, se adentra en terrenos oníricos. “¿Es un sueño del hombre? ¿Ocurre de verdad? Que el público decida”.

“La idea original nació de la impresión que me causó de pequeño 'Robinson Crusoe"

Para Dudok de Wit, La tortuga roja no contiene un mensaje, “sino un viaje, una inmersión en emociones”. Puede que eso haga que la película parezca más cercana a la sensibilidad japonesa que a la europea. “Estoy de acuerdo en parte. Tenemos grandes diferencias culturales. Pero en Europa también poseemos diversas mitologías”, como han enseñado al resto del mundo películas irlandesas que han ahondado en las leyendas celtas como La canción del mar o El secreto del libro de Kells. “Exacto. Exploremos ese vasto campo”.

¿Existen tortugas rojas en la vida real? “Déjame navegar en el misterio, que el público lo disfrute. Creo que el color rojo no necesita más explicación que representa una parte mágica de un animal que siempre ha sido mágico”.

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