“En ‘Babelia’ descubrí los diarios de Piglia, ahora en Anagrama”

1Fans Total 14/09/2016 13:03

En "Un largo sábado", el libro de George Steiner que usted recomendaba antes del verano, dice el señor Steiner que enseñar la obra de Shakespeare en un aula resulta artificial, que habría que interpretarlo escena por escena y luego estudiar las versiones posibles palabra por palabra. ¿Le parece que esa afirmación podría aplicarse a todo el teatro en general?

Los grandes “scholars” (o profesorazos) suelen ser un poco exagerados, porque su pasión acostumbra a ser enorme. Estoy de acuerdo en lo de interpretar a Shakespeare escena por escena. Entiendo que esa frase se refiere a que hay que leerlo, claro está, de la mano de un profesor que te guíe, que trace los vínculos, que te contagie su entusiasmo, pero verlo interpretado es indispensable. Como no acostumbra a haber actores dispuestos a hacerlo en las universidades (¡estaría muy bien!), hay filmaciones maravillosas: la BBC tiene un buen archivo, empezando por las dos temporadas de “The Hollow Crown”, por ejemplo. Creo que ahora (de unos años a esta parte) empiezan a hacerse filmaciones decentes de los montajes shakesperianos hechos en nuestro país. Antes era tremebundo: por falta de presupuesto se filmaba con una sola cámara y a un solo tiro, y solía escucharse como si hablaran a kilómetros de distancia. Lo de “estudiar las versiones posibles palabra por palabra” me imagino que es para estudiantes muy especializados. Un trabajo así con “El rey Lear”, por ejemplo, ocuparía todo un curso, y aún nos quedaríamos cortos.

2Fernando Peñarroya 14/09/2016 13:05

Señor Ordóñez, he visto en un teatrito de Gràcia “Un tal Sísifo”, de Arnau Vilardebó. Para mí ha sido el descubrimiento de un monologuista insólito.

¿Le conoce?

Hola, Enrique. El teatrito es La Casa dels Contes, de la calle Ramon y Cajal, un espacio estupendo (miniespacio, mejor dicho) por donde desfilan “cuentacuentos”, en el sentido más amplio y juglaresco del término. Conozco a Arnau Vilardebó desde hará casi cuarenta años, y lo digo porque para mí sigue teniendo la misma edad de entonces. Eso sin duda se debe a la felicidad. Hay artistas que han hecho (no sin dificultades, claro está, pero siempre con alegría) lo que les ha dado la gana toda la vida. Eso es triunfar, amigos. Arnau es uno de ellos. Su compañero Al Víctor, que camina por una maroma paralela, es otro. Ambos cuentan historias, solos en el escenario. Arnau encontró un claro filón en lo que podríamos llamar “mitología aplicada”: a partir de los signos zodiacales, las constelaciones, o de personajes tan desconocidos como el Sísifo de su último trabajo (lleva años haciéndolo), cuenta, vincula, fabula, y juega, con una gracia personalísima, y te lleva de la napia a donde quiere. Ha paseado sus monólogos por medio mundo. Y lo que te rondaré. Veo que este próximo fin de semana se despide (de momento) de “Sísifo” en la Casa dels Contes, o sea que aún hay tiempo de verle. Y luego sigue de gira. Su vida es gira. A por él.

3seudonimo pseudonimo 14/09/2016 13:13

He vuelto a leer su libro Telón de fondo, muy interesante. Cuando veo algún meking -of de películas tengo la sensación de que rodar debe ser bastante aburrido para los actores y más si vienen del teatro. Tanta interrupción, el desorden cronológico, las pausas. En el teatro tienen cada noche para actuar pero en una película no parece que rueden nunca veinte minutos seguidos. Parece más divertido meterse en el papel leyendo el guion en casa que el momento de rodar.¿Lo ha comentado con actores?

Hola, SP. Teatro y cine son, naturalmente, dos placeres y dos retos distintos. Y dos tipos de fatiga también. A muchos actores les seduce del cine tener que ir a tope en cada escena, sabiendo que se lo juegan en una toma, o con suerte dos. Les aburren, claro, las mil horas de espera. O las jornadas extenuantes de las series televisivas. O que en definitiva su trabajo dependa del director y el montador: pueden hacerlo brillar o dejarlo en los huesos. El teatro ofrece la posibilidad de construir el personaje a lo largo de los ensayos, con el director y los compañeros, y luego modificarlo, ajustarlo y echarlo a volar ante el público, calibrando su respuesta. (Y, por lo general, el cine y la tele están mejor pagados que el teatro, aunque tampoco sea para echar cohetes).

4Juan Manuel García 14/09/2016 13:16

Estoy leyendo el primer diario de Ricardo Piglia gracias a una indicación que hiciste calificando como uno de los de mayor interés. ¿Cómo llegaste a dar con él? Porque es una pieza rara, con trozos que te sitúan y te arrastran como un vendaval... ¿Le has invado ya el diente al segundo volumen? Abrazo.

Hola, Juan Manuel. A Piglia lo descubrí un verano de mediados de los noventa: primero leí “Respiración artificial” (una de esas novelas que hoy costaría una enormidad publicar: lleva la estampilla “literaria” grabada a fuego en la frente) y “Plata quemada” (un thriller no menos sensacional), ambas en edición argentina y devoradas en cosa de un mes. Luego supe que tardó años en escribirlas y publicarlas: en sus “Diarios” aparecen una y otra vez, siempre como proyectos). Los Diarios de Renzi los descubrí en Babelia, que publicó un suculento extracto hará unos años. Y corrí a leer el primer tomo tan pronto apareció en Anagrama, que ha publicado todas sus obras. Naturalmente, ya estoy inmerso en el segundo. Me seduce muchísimo el joven Renzi, pese a su lado inaguantable: obsesivo, con una altanería muy pavesiana, pero siempre apasionado por el arte. Y con una lucidez y una determinación de aúpa. Anteanoche leía (y anoté) este pasaje: “Está claro que para sobrevivir al boom hay que mantenerse apartado. Quedarse quieto, escribir relatos a contramano de la expansión que lidera la literatura latinoamericana actual. Escribir sin interesarse por la circulación (nunca pasaré de los tres mil ejemplares, con suerte). Menos es más. Esperar. El que pueda mantener la calma en medio de la avalancha llegará más lejos, sin quemarse en el camino. Habrá que ver”. Hace unas líneas he dicho “joven Renzi” pero en realidad no tanto, porque ya estaba en la edad de demostrar, de apresurarse. Esta nota es de 1969, cuando estaba a punto de cumplir los treinta.

5Ignacio Galan 14/09/2016 13:20

Hola Marcos. ¿Echas de menos alguna obra o autor que lleve mucho tiempo sin ser montada en los escenarios españoles? Un saludo

Hola, Ignacio. La semana pasada hablaba de Terence Rattigan. En los cincuenta-sesenta se montaron en España “El profundo mar azul” (de entrada habría que cambiar ese título: el original hacía alusión a lo de “entre la espada y la pared”) y “El chico de los Winslow”, de la que Mamet hizo, en cine, una versión fenomenal. Me gustaría verlas en nuevos montajes. Y aprovechando que es el centenario de Buero, me pregunto si alguien (de teatro público, claro: montón de personajes) tiene pensado recuperar las piezas “históricas”. Que yo sepa, ahora que lo pienso, “El concierto de San Ovidio” no se repone desde que la montó Narros en el Español, a mediados de los ochenta, y se me escapó entonces. Muchos solo tenemos el extraordinario recuerdo televisivo de cuando la dirigió Pedro Amalio López, con Rodero, Bódalo y Galiana, hace mil años.

6Emilio Ballester 14/09/2016 13:22

¿Qué música le ha acompañado este verano? La que más ha oído, vaya… Muchas gracias.

Hola, David. He escuchado mucha música este verano. Aunque ya sabes que no me gustan las listas, no me queda otro remedio. Ahí va, en desorden. 1) El maravilloso triple album de los conciertos de “It’s Too Late to Stop Now”, una de las grandes épocas (porque tiene varias) de Van Morrison. Tuve que recorrer varias tiendas porque estaba agotadísimo, lo cual es una muy buena señal. 2) Otro HiperDeluxe: Disco original, descartes y conciertos de “The Best Years of Our Lives”, de Steve Harley & Cockney Rebel. Han pasado cuarenta años y sigo pensando lo mismo: que es una obra maestra ignorada. 3) El precioso “Case Lang Veirs”, o sea, la reunión de esas tres artistazas que son Neko Case, Laura Veirs y kd lang. Gracias a Mariona Tella, antena siempre sintonizada, que me lo descubrió. Ah, y me descubrió también este verano a 4) Sam Amidon, la pareja de Beth Orton. He disfrutado mucho con “Bright Sunny South” y “Lily-O”, sus discos más recientes. ¿Folk, Country? Mezcla. Y mucho más. Mucho arte y mucho sentimiento. 5) “Bach: 6 Cello Suites”, de Ralph Kirshbaum. 6) “Magia Antillana”, Beny Moré. 7) “Days of Wine and Roses”, megaantología de Bill Evans. 8) Hablando de antologías, he vuelto a babear con “Al’s Big Deal”, de Al Kooper (y Mick Bloomfield en la mayoría de los temas, claro). 9) “Jambo Caribe”, uno de los discos menos conocidos (y más felices) de Dizzy Gillespie. 10) “Blue Lester”, de, por supuesto, Lester Young. Me dieron ganas de volver a escucharlo después de leer la pasión que despertó en Charles Simic, como cuenta en “Una mosca en la sopa”. (Hay más, pero este fue mi Top Ten veraniego).

7Fans Total 14/09/2016 13:34

Maestro, he releído este verano su maravillosa novela "Detrás del hielo" y disfrutado más incluso que la primera vez quizá porque, al conocer ya la historia, he podido recrearme en esa deslumbrante creación de TODO un mundo y saborear más su forma. Tengo entendido que se reedita este otoño, ¿es así?

¡Gracias, FT! ¡Qué bueno lo que me dices! Muchas novelas son como hacer una peli o una miniserie sin limitaciones de presupuesto. Te explotas a ti mismo, eso sí, porque eres el productor que azota con el látigo y te conviertes en un multitarea: escribes el guión, haces las localizaciones, diriges y montas. En este caso, como habrás visto, las localizaciones tenían su miga, porque tuve que inventarme (ahí estaba la gracia) la República de Moira de cabo a rabo. Quería hacer un “epic”, y añádele todas las comillas que hagan falta. El reto de este verano era ver, de entrada, si el metraje se sostenía. Y pulir en montaje: acortar planos e incluso cambiar el punto de vista en algunas secuencias. Creo que ha quedado bien, la verdad, aunque (la frase suena a cliché, pero es cierta) quien tiene la última palabra, por supuesto, es el amado público. Como decía mi padre, en chiste antiguo, “el hombre propone y Lewis Stone”. O como dicen en México, “yo he hecho lo que he podido, fortuna lo que ha querido”.“Detrás del hielo” vuelve a la carga en los primeros meses de 2017, según me dice el verdadero productor, Luis Solano, de Asteroide. Así que “pronto en los mejores cines”. O sea, en las mejores librerías. ¡Cruzo los dedos!

8Dolors Iborra 14/09/2016 13:45

Sr. Ordónez, Recomiéndeme una película con mucho teatro dentro (de lo último que haya visto)

Este verano, por recomendación de José María Pou, vi “Phil Spector”, escrita y dirigida por David Mamet para HBO. Con unos diálogos formidables, de los mejores que ha escrito últimamente. Se me pasó en su día. Pou me dijo “No te pierdas los careos entre Pacino, que interpreta a Spector, y su abogada, Helen Mirren”. Tenía razón: están que se salen. Y tiene mucho riesgo lo de Spector, con los pelucones que le ponen y lo poco simpático (por decirlo de un modo amable) que es el personaje. Mamet y Pacino consiguen que te provoque una extrañísima mezcla de rechazo y compasión. Y de respeto por algunas de las cosas que dice, dentro de su delirio, sobre el mundo de la música. Me pareció muy verdadero.

9Coronel Sartoris 14/09/2016 13:48

Buenas tardes Marcos y bienvenido a la nueva temporada. Me gustaria conocer tu opinion sobre tres libros que tienen que ver con el periodismo, son: Reporteros de David Remnick, Zonas de obras de Leila Guerriero y El tiempo reversible de Francisco Umbral. ¿ Podrias recomendar algun titulo tambien relacionado con el periodismo? Mientras sigo con El interior de Martin Caparros.

Muchas gracias y buen curso.

Hola, Coronel. Me gusta lo de “buen curso”: yo también suelo medir así los años. No conozco el libro de Remnick. “Zona de obras” es un estupendo breviario sobre el arte de la crónica. De Leila Guerriero también vale muchísimo la pena la antología “Frutos extraños” que publicó Alfaguara hará unos años. En cuanto a Umbral, es dificil releerlo porque siempre fue un hombre de extremos. En su obra alternan lo peor (el machismo delirante, la bilis incontenible, los ajustes de cuentas) con lo mejor: el lirismo, el riesgo de ponerse en la picota, la mirada lúcida sobre la realidad, la pasión por la escritura. Lógicamente, con esa pequeña muestra de artículos que es “El tiempo reversible” pasa lo mismo: Escribió tantísimo que hay que elegir entre los que son apasionantes y los que son pura autoimitación. Que muchos de sus artículos estén “datados”, como dicen algunos, me da igual: siempre devuelven (o descubren) el color de una época, y el paso del tiempo ha convertido a muchos de sus protagonistas en personajes, aunque él ya jugaba a hacer eso entonces, empezando por sí mismo. De Umbral te recomiendo fervientemente “Un ser de lejanías” y “Valle Inclán, los botines blancos de piqué”. Busca una edición que sacó Planeta en la serie Backlist/Selectos, “Umbral”: es un tomazo de mil quinientas páginas, con material prescindible, como la infumable “El Giocondo”, pero con muchas cosas estupendas, como las memorias “Trilogía de Madrid” o “La noche que llegué al café Gijón”.

De las muchas publicaciones suculentas de Círculo de Tiza, debes leer “La crónica”, de Caparrós, otro libro fundamental. Y “Toda la vida preguntando”, las entrevistas del maestro Juan Cruz. Y “Vidas de santos”, los perfiles culturales de Antonio Lucas. Otro día sigo.

10Miguel Ángel Herrero 14/09/2016 13:52

Hola. Marcos! Este verano pude ver la quinta temporada de la serie "Suspects" de Channel 5. Para mi sorpresa ya tiene 4 temporadas a sus espaldas. Me pareció muy sólida y con una factura estupenda contando con la presencia de Leonora Crutchlow, la gran protagonista del segundo capítulo de la segunda temporada de "Black Mirror". Sabías de la serie? Yo no tenía ningún conocimiento. Qué te parece si la conocías?

Gracias por el dato, Miguel Ángel. De “Suspects” solo sabía, por amigos ingleses, lo insólito de su forma: me contaron que está hecha a base de improvisaciones sobre un armazón argumental (sí, un poco a la manera de “Curb Your Enthusiasm”, pero en drama policial), y que los episodios se rodaban a cien por hora, en un par de días o poco más. Me pasma que ya lleve cinco años en antena, lo que indica, como me dices, que ha de estar muy bien. Tan pronto pueda le hinco el diente. Ahora hay teatro casi cada noche. Ayer disfruté locamente con “Otelo acaba mal”, de Gabriel Chamé, que estará cinco semanas en la Villarroel. Ya se vio en Madrid pero pocos días y no la pillé. Nunca pensé que alguien podría mezclar con tanto poderío la farsa extrema con la tragedia (y los actores son sensacionales): hay que verla. Mañana veo a Hector Alterio en “El padre”, de Florian Zeller, en el Romea, y el viernes “Incendios” en La Abadía. ¡Y todo lo que viene! (el sábado hablo en Babelia de lo mucho que hay por ver a lo largo de septiembre y octubre. Solo esos dos meses, porque no me cabía más).

11Antonia Iborra 14/09/2016 13:56

Señor Ordóñez, la temporada pasada habló usted de algunos cines que proyectaban filmaciones de teatro inglés en directo. ¿Sabe si esta temporada también se va a hacer?

En caso afirmativo, ¿qué obras se pasarán?

Hola, Antonia. Habitualmente en Barcelona se proyectan en los multicines Balmes y en Yelmo Icaria. Creo que también en Madrid y Valencia, por las mismas cadenas. Tengo anotados tres estrenos en multicines Balmes. El próximo 28 de septiembre puedes ver un montaje de “Cymbeline”, uno de los últimos “romances” de Shakespeare, a cargo de la RSC. El 12 de octubre, un “Lear” también reciente (y tambien de la RSC): he leído maravillas del trabajo de Anthony Sher. Y el 27 de octubre, el recientísimo “The Entertainer” de John Osborne, que estrenó Olivier en los sesenta y que ahora ha repuesto Kenneth Branagh. La crítica (o los críticos que sigo, con Susannah Clapp, del “Observer”, a la cabeza) no ha dejado demasiado bien a Sir Ken, pero aún así tengo muchas ganas de ver ese espectáculo. Lo dicho: los tres en los Balmes, a las 20h. Es mejor ir comprando ya las entradas por Internet, porque a veces hay llenazos. De momento no sé nada de la programación de Yelmo Icaria. Tan pronto sepa lo cuento aquí. (La verdad es que estas filmaciones suelen ser un lujo: espectáculos que están a la vuelta de la esquina, que se ven y se escuchan de fábula, y subtitulados).

¡Las dos! ¡A comeeeer un gumbo! Durante el chat he escuchado 'Hushabye Mountain' de Stacey Kent, y me han guiado Tommaso Koch y Fernando Navarro, cráneos privilegiados (si menores en años, mayores en prez). Gracias a todos. Hasta el miércoles próximo.