CÁMARA OCULTA

El novio de la vida

Se cumplen ahora 15 años de la muerte de Paco Rabal

Se cumplen ahora 15 años de la muerte de Paco Rabal. En pleno agosto y a pocos días de celebrarse el festival de San Sebastián donde se le iba a hacer entrega del premio Donostia, la noticia produjo un escalofrío en el país, una convulsión difícilmente olvidable. Su talento como actor, aquella su desbordada alegría de vivir que compartía con propios y extraños, su generosidad con la gente y con la vida, el apego a la tierra, la honestidad y la bravura, le habían convertido no en una estrella sino en un entrañable miembro de nuestra propia familia, más querido incluso. Rabal no solo era y es hi...

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Se cumplen ahora 15 años de la muerte de Paco Rabal. En pleno agosto y a pocos días de celebrarse el festival de San Sebastián donde se le iba a hacer entrega del premio Donostia, la noticia produjo un escalofrío en el país, una convulsión difícilmente olvidable. Su talento como actor, aquella su desbordada alegría de vivir que compartía con propios y extraños, su generosidad con la gente y con la vida, el apego a la tierra, la honestidad y la bravura, le habían convertido no en una estrella sino en un entrañable miembro de nuestra propia familia, más querido incluso. Rabal no solo era y es historia pura del cine español, sino parte de nuestra propia historia personal. Algo de nosotros se murió con él. Tenía 75 años.

Ahora, en TVE2 se van reponiendo algunas películas suyas. Hace un par de días pudimos ver Las bodas de Blanca, personalísima y fascinante obra de Francisco Regueiro, y hace bien poco, otra del mismo autor, Padre nuestro, en la que Rabal compartía titulares con otros dos grandes, también fallecidos, Emma Penella y Fernando Rey. Y ambas películas con la colaboración en el guión de Ángel Fernández-Santos, recordado crítico de este periódico, que nos dejó hace ahora 12 años. Nos vamos quedando cada vez un poco más solos…

En el festival de San Sebastián fue Liberto Rabal, nieto del actor, quien recogió el premio póstumo. Se lo entregó Carlos Saura quien, emocionado, llegó incluso a atreverse a cantar la estrofa de una petenera muy querida por Rabal: “Al pie de un árbol sin frutos me puse a considerar qué pocos amigos tiene el que no tiene qué dar…”. Participaron en el acto las actrices Julia Martínez, Carmen Sevilla, Terele Pávez, Ana Belén, María Barranco y Emma Suárez, que habían trabajado junto a Rabal en películas presentadas en el festival, recordando anécdotas divertidas del actor, tratando de superar la tristeza. Belén recordó la definición que Fernán Gómez había hecho de él, “era un novio de la vida”… Fernán Gómez, otro gran vacío… Pasado mañana hubiera cumplido 95 años.

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