Julia Spínola, caminatas de ida y vuelta
'Uno zurdo y uno diestro, y uno zurdo y uno diestro' es la nueva muestra de la artista en Madrid abierta hasta finales de junio
Dos grandes planchas de madera pintadas de amarillo a juego con el color de las manzanas dispersas por el suelo y 17 cajas de madera adosadas a la pared, forman el núcleo central de la última exposición de Julia Spínola (Madrid, 1979), una nueva propuesta poética en la que la artista construye su narrativa sustituyendo las palabras por objetos. Titulada Uno zurdo y uno diestro, y uno zurdo y uno diestro, la exposición que hasta mediados de junio se puede ver la...
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Dos grandes planchas de madera pintadas de amarillo a juego con el color de las manzanas dispersas por el suelo y 17 cajas de madera adosadas a la pared, forman el núcleo central de la última exposición de Julia Spínola (Madrid, 1979), una nueva propuesta poética en la que la artista construye su narrativa sustituyendo las palabras por objetos. Titulada Uno zurdo y uno diestro, y uno zurdo y uno diestro, la exposición que hasta mediados de junio se puede ver la galería Heinrich Ehrhardt (San Lorenzo, 11), es una protesta sobre la doble percepción que adquiere aquello que se contempla, en función del lugar desde el que nos movamos.En anteriores exposiciones, Spínola había mostrado pequeña y delicadas piezas creadas a partir de materiales reciclados. El significado de las esculturas, cambiaba en función de su colocación.
Bajo ese mismo concepto, la artista se ha dedicado durante los últimos meses a observar el trayecto diario entre su casa y el estudio en el que trabaja. La ruta, hecha siempre a pie, por las mismas cuestas y curvas, le ha servido para comprobar las diferencias de la mirada en sus idas y vueltas diarias. La experimentación física de todo ese movimiento del cuerpo le ha inspirado la creación de una propuesta plástica centrada en diferentes piezas escultóricas que conforman una instalación cuya percepción tiene que ser variable a ojos del visitante.
El amarillo de la pieza central es distinto según se mire desde la izquierda o desde la derecha. Las manzanas dispersas en el suelo contribuyen a ese juego de confusión y duda permanente que propone la artista.