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Espectros, marmotas y... carcajadas

Atrapado en el tiempo , Una terapia peligrosa ... Ramis ha sido una de las plumas del Hollywood del cambio de siglo con más sentido del humor

'Desmadre a la americana' fue el primer trabajo como guionista de Ramis, una comedia universitaria enloquecida que escribió para otro experto del humor ochentero: John Landis. La película arrasó en la taquilla, superando los 140 millones en Estados Unidos con un coste de tan solo tres. En la imagen, John Belushi, interpretando a uno de los jóvenes que ponen el campus del filme patas arriba.
'El club de los chalados' fue el debut de Ramis en la dirección, otro éxito para su sentido del humor demencial: casi 40 millones de dólares solo en Estados Unidos con un coste de seis. El escenario de este filme, un campo de Golf. Bill Murray iniciaba su fructífera colaboración con el cineasta.
Bill Murray, Dan Aykroyd, Ernie Hudson y el propio Harold Ramis, un cuarteto de cazadores de espectros que defienden Nueva York de los ectoplasmas. Ramis firmó el guion e interpretó al intelectual del grupo, el Dr. Dr. Egon Spengler. Con unos impresionantes efectos especiales, la película fue otro hito más en la carrera de un humorista acostumbrado a amasar millones.
Segundas partes... A veces funcionan. Así ocurrió con 'Cazafantasmas 2', que rentabilizó sobradamente sus 37 millones de presupuesto, uno de los mayores de la época. Eso sí, su éxito fue notablemente inferior al de la primera entrega, consiguiendo 214 millones de dólares frente a los casi 300 de la original. Una caída que ralentizó la ansiada tercera parte, que intentó llevarse a cabo una y otra vez sin éxito.
Un día muy, muy largo. Esa es la tortura que vivía el Phil de Bill Murray en 'Atrapado en el tiempo', una comedia que lo obligaba a enfrentarse, una y otra vez, a las mismas 24 horas, con el único consuelo de jugar a la seducción con Andie MacDowell. La idea tiene, como casi todo en Ramis, un origen estrambótico y de lo más improbable: un libro del filósofo Friedrich Nietzsche, 'La gaya ciencia'.
Sentar a un capo en el diván fue otro golpe maestro de Ramis. Máxime cuando ese capo era un ex-Vito Corleone, Robert De Niro. 'Una terapia peligrosa' funcionó en la taquilla, aunque lejos de la rentabilidad de otros de sus títulos. 'Solo' logró poco más del doble que su presupuesto. La continuación, 'Otra terapia peligrosa ¡Recaída total!', fue sin embargo un fracaso comercial, a pesar de contar con 20 millones menos de costes y repetir el dúo cómico de De Niro y Billy Crystal.
'Año uno' fue la última película de Ramis como director, desafortunada en taquilla y en crítica también. El hechizo que obró sobre la década de los ochenta y que perduró en los noventa, se había desvanecido con el nuevo siglo. Su gran as en la manga para volver al éxito era 'Cazafantasmas 3'. Pero las reticencias de Bill Murray retrasaron la película y dejaron a Ramis sin reunir, una vez más, al cuarteto que le dio la gloria. Un último capricho para un director, actor, productor y guionista que benefició como pocos a la comedia americana contemporánea.