El Museo de Orsay retrasa su reapertura al público por la huelga de sus trabajadores

Desde hace una semana, el templo parisiense del impresionismo, el Museo de Orsay, cuenta con nuevos espacios de exposición de unos 2.000 metros cuadrados. Una reforma que se esperaba desde hacía tiempo, pero que hasta ahora el público no ha podido ver. Desde el jueves pasado, coincidiendo con la inauguración oficial de la ampliación, el personal inició una huelga impidiendo la entrada del público que hoy ha sumado su sexto día. Esta mañana, los trabajadores, que denuncian la reducción de efectivos, han votado ren...

Desde hace una semana, el templo parisiense del impresionismo, el Museo de Orsay, cuenta con nuevos espacios de exposición de unos 2.000 metros cuadrados. Una reforma que se esperaba desde hacía tiempo, pero que hasta ahora el público no ha podido ver. Desde el jueves pasado, coincidiendo con la inauguración oficial de la ampliación, el personal inició una huelga impidiendo la entrada del público que hoy ha sumado su sexto día. Esta mañana, los trabajadores, que denuncian la reducción de efectivos, han votado renovar la jornada de paro también mañana.

La dirección del Museo calcula que están en huelga 37 empleados, 27 de ellos son los encargados de la seguridad en las salas, nueve trabajan en la caja y uno que pertenece a la recepción, sobre un total de 600 personas que trabajan en el centro. Dado que el grueso de los huelguista corresponde al personal de seguridad, ha sido suficiente para impedir la apertura desde el jueves pasado. "Desde el inicio del conflicto, el museo ha perdido más de 250.000 euros", estima la dirección del centro, que acoge anualmente tres millones de visitantes, en un comunicado.

La reforma ha durado 18 meses, con un coste de unos 20 millones de euros

Los trabajadores denuncian precisamente la reducción de efectivos llevada a cabo en paralelo con la ampliación del centro. Reclaman unos 20 puestos adicionales para asegurar la buena gestión del museo. Recuerdan que en los dos últimos años el centro ha perdido unos 34 puestos de trabajo debido a la política de reducción de costes impuesta por el Elíseo. En diciembre de 2009, el Museo de Orsay también participó en el movimiento de protesta general por la reducción de efectivos en los establecimiento culturales del país, que prendió en el Centro Pompidou y se extendió al Louvre y al Palacio de Versalles, entre otras paradas obligadas de cualquier turista de paso por la capital.

A la espera del Ministerio de Cultura

Al igual que ocurrió entonces, la reanudación o no de la huelga si dirime en una votación diaria del personal. Habrá que esperar a la asamblea general de mañana por la mañana para saber si el centro estará abierto el jueves, cuando se cumplirá una semana del inicio de la huelga. Los trabajadores estarán también pendientes de la reunión que tendrán mañana por la tarde los sindicatos en el Ministerio de Cultura para desbloquear la situación. El lunes, un encuentro similar se saldó sin ningún tipo de avance.

El movimiento de protesta ha empañado así la gran inauguración al público tras una reforma que se ha llevado a cabo durante los últimos 18 meses con un coste de unos 20 millones de euros. El nuevo Orsay ha rehabilitado el pabellón de Amont, hasta ahora vacío, y ha reorganizado la galería impresionista, cambiando desde los colores de las paredes, donde predomina el gris oscuro, hasta la iluminación. La renovación, descrita como un "segundo nacimiento" por el presidente del museo, Guy Cogeval, fue oficialmente inaugurada por el primer ministro, François Fillon, el pasado 12 de octubre, pero la apertura al público no estaba prevista hasta el jueves pasado, día 20.