Entrevista:

La telaraña temporal de M. Ward

El cantante californiano recala en salas pequeñas en su gira española antes de dar el salto al macrofestival Primavera Sound

M. Ward en una imagen promocional

Hace dos años M. Ward decidió atrapar el tiempo con su sexto álbum, Hold time. El cantante californiano contaba por aquel entonces que su disco era una suerte de banda sonora de "los momentos encerrados en fotografías antiguas". Ahora, de vuelta en España con una gira que le lleva por pequeñas salas, como anoche en el Teatro Lara de Madrid, hasta uno de los grandes escenarios del Primavera Sound en Barcelona, la letanía de sus frases inacabadas parece denotar que le está costando franquear el marco de esos retrato...

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Hace dos años M. Ward decidió atrapar el tiempo con su sexto álbum, Hold time. El cantante californiano contaba por aquel entonces que su disco era una suerte de banda sonora de "los momentos encerrados en fotografías antiguas". Ahora, de vuelta en España con una gira que le lleva por pequeñas salas, como anoche en el Teatro Lara de Madrid, hasta uno de los grandes escenarios del Primavera Sound en Barcelona, la letanía de sus frases inacabadas parece denotar que le está costando franquear el marco de esos retratos de antaño.

Ward ensaya en su camerino de puertas abiertas. Al otro lado, el trasiego de los gitanos, así se hacen llamar los músicos de Howe Gelb, su acompañante la noche de ayer, no parece sacarle de su melodía. Dos de ellos irrumpen en el habitáculo. Traman algo. Al de California se le ha ocurrido terminar el concierto con la versión que hizo Louis Armstrong de Adiós Muchachos, convencido de que es igual de popular en España que en México. Los dedos de uno de los guitarristas confirman lo contrario. Aunque minutos después dan con la nota, y los músicos desandan el camino que les ha traído hasta aquí.

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Es en ese momento, de regreso a la melodía inicial, cuando anuncia, sin alharacas ni aspavientos, nuevo disco para el año. "Habrá muchas colaboraciones, pero aún es pronto para desvelar con quién", dice dejando sonar un acorde. Poco adelanta del sonido de este próximo trabajo. "Cambia mucho", se expresa con calma. "Solo puedo decir que va a estar inspirado en los sueños, los malos y los buenos, también las pesadillas".

Un silencio propicia la segunda intentona en busca de novedades, pero el cantante esquiva con parsimonia y opta por hacer un repaso a antiguos compañeros de viaje como la actriz y cantante Zooey Deschanel, con la que creó el proyecto musical She & Him, o Joanna Newsom. En este caso, más que compinche fue musa. "Hace tiempo me aprendí una de sus canciones, así que cuando decidieron hacerle un disco de homenaje me apunté. Es una gran compositora".

"El folk es sencillo"

De padres mexicanos, aunque oriundo de la costa oeste estadounidense, deja escapar palabras en castellano cuando defiende el género con el que se expresa desde hace 10 años. "El folk es sencillo", alcanza a decir en nuestro idioma. "Te permite contar historias y, aunque, es muy profundo, también es esperanzador".

El mismo sentimiento que le inspira la spanish revolution que desde hace más de una semana bulle en las plazas españolas. "De camino al teatro he pasado por Sol. Apoyo cualquier tipo de iniciativa joven como esta. Me recuerda a la lucha que tenemos en América, con la diferencia de que allí aún no hemos conseguido superar la apatía como en Europa". Y, aunque la resaca (electoral) le pilla de lejos, piensa sin desvelar la canción que le inspira la Puerta del Sol. Puede que los asistentes al concierto de anoche tengan a estas horas la solución al misterio de M. Ward.

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