Nashville Chamberí

Vicky Gastelo traslada al barrio madrileño los mejores ecos de unas de las capitales de la música en Estados Unidos

Hay sitios en los que estar, en el momento preciso, te alegra el día. Y hay sitios en los que cuando estás, alguien subido a un escenario logra hacerte viajar. Gastelo puede hacer eso y más. Y lo hace por la cara. Ella es una más en esa larga lista de enamorados de la música, de creadores, de artistas que tienen mucho que decir, que ofrecer, de esos que logran tocarte en el primer segundo, pero que son proscritos en las radiofórmulas y se nutren, y cómo, del boca a boca.

Lo que se ha escuchado esta noche en el Clamores es lo contrario a un fenómeno. Gastelo no es Lady Gaga, ni falta que...

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Hay sitios en los que estar, en el momento preciso, te alegra el día. Y hay sitios en los que cuando estás, alguien subido a un escenario logra hacerte viajar. Gastelo puede hacer eso y más. Y lo hace por la cara. Ella es una más en esa larga lista de enamorados de la música, de creadores, de artistas que tienen mucho que decir, que ofrecer, de esos que logran tocarte en el primer segundo, pero que son proscritos en las radiofórmulas y se nutren, y cómo, del boca a boca.

Lo que se ha escuchado esta noche en el Clamores es lo contrario a un fenómeno. Gastelo no es Lady Gaga, ni falta que le hace. Probablemente la mayoría de las personas que lean estas líneas no conozcan los versos y los acordes que se inventa esta cántabra de 34 años que se enamoró de Chopin cuando estudiaba piano. Llegó a Clamores después de telonear nada menos que a Los Secretos, es colega de Quique González, Carlos Raya le ha producido su último disco, En el fondo de los mares y todo curradito por ella misma. Se gasta los adelantos que le dan las discográficas para pagarse sus discos. Visto lo de anoche, no es de extrañar, se le nota que no podría hacer otra cosa. Sí, acabó magisterio para contentar a su madre, pero tenía cosas que contar. Menos mal. Podría ser aventurado decir que esta mujer es una de las mejores letristas de la última década. Pero es fácil salir de dudas, solamente basta sentarse y escucharla. Y si se tiene la suerte de hacerlo en directo como ayer, mejor que mejor. Poemas como Sinceramente tuya, Me equivoqué contigo o Como para pensar en ti, hay que escucharlos al menos una vez en la vida.

Canciones tristes

Desde el primero al último tema de este último disco merece la escucha. Sobre todo esa puñalada trapera que se titula Será, primer single, y que Gastelo se atreve a presentar de antesala a todo un clásico: Qué solo estás de Enrique Urquijo en una alucinante versión acústica junto a Ramón Arroyo, guitarrista de Los Secretos.

Esta noche, allí arriba con ella estaban grandes de la canción estadounidense a las que ella admira. Gastelo no puede negar que en su discoteca están desde Joni Mitchell hasta Shawn Colvin. Si un crítico de la revista Rolling Stone americana hubiera estado esta noche en Clamores podría escribir que su música es hermana de Patty Griffin, pero sin pegar gritos. Y eso de los berridos no lo diría un periodista, sino la propia Griffin.

Con la ayuda del hermano de su último productor Mario Raya, de Dani Casillas y Mario Carrión, Gastelo logró que Chamberí fuera un poco Nashville, esa ciudad que enamoró de punta a punta a Quique González y que Carlos Raya lleva en el alma. Esta noche fue el lugar y el momento de los que aman las canciones tristes. De los que hacen primavera de las canciones tristes. Fue el sitio de la alegría de las canciones tristes.

La cantante Gastelo.
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