Lou Reed lleva a Mallorca su experimento más odiado

El artista rescata 'Metal Machine Music' y presenta una exposición en la isla balear

Cualquiera puede disfrutar con canciones como Sweet Jane, pero Metal Machine Music es un disco que se atraganta fácilmente. Los incondicionales de Lou Reed que estén en Mallorca el 30 de abril podrán poner a prueba su fidelidad ante un trabajo que muchos críticos no tuvieron ningún problema en catalogar como "el peor disco de la historia del rock". La recuperación de este experimento, facturado en 1975, no es el único aliciente: también habrá una exposición fotográfica y un documental del propio Reed. El precio de la actuación oscilará entre 15 y 35 euros.

El público londi...

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Cualquiera puede disfrutar con canciones como Sweet Jane, pero Metal Machine Music es un disco que se atraganta fácilmente. Los incondicionales de Lou Reed que estén en Mallorca el 30 de abril podrán poner a prueba su fidelidad ante un trabajo que muchos críticos no tuvieron ningún problema en catalogar como "el peor disco de la historia del rock". La recuperación de este experimento, facturado en 1975, no es el único aliciente: también habrá una exposición fotográfica y un documental del propio Reed. El precio de la actuación oscilará entre 15 y 35 euros.

El público londinense ha probado esta semana el espectáculo que Reed lleva por Europa con Metal Machine Trio y, según The Guardian , reaccionó de varias maneras: los abucheos de unos y la ovación de otros constatan que este artista aún sigue creando polémica.

No habrá himnos como Heroine o Perfect Day, pero los adictos al neoyorkino podrán disfrutar de la exposición Romanticism, compuesta por imágenes de paisajes y arquitectura. Será a partir del día 29 de abril, en el Museu Es Baluard. Hasta ahora, sólo había sido vista en Washington y Nueva York. El mismo día también se proyectará Red Shirley, un documental que firma el propio artista. A partir de las vivencias de una prima suya en la Segunda Guerra Mundial, la cinta profundiza en temas como los derechos de los trabajadores.

El disco de la discordia

Si decir que un disco es "ruido" evoca en su mente a Sonic Youth o a Jimi Hendrix probando la resistencia de su guitarra, todavía estará lejos de lo que el siempre polémico Reed grabó, según él mismo, en 24 horas, tras seis años de preparación. Aquellas cuatro piezas -numeradas del uno al cuatro- eran un desafío a la armonía, un descontrol que el músico siempre ha defendido. Los medios y muchos fanáticos pensaron que se trataba de un golpe a su discográfica, RCA, que le había pedido un trabajo más radiable, en la línea de Transformer, su segunda obra tras la experiencia de Velvet Underground. Reed respondió esta vez con un disco que, según cuentan tanto detractores como admiradores, muchos fans quisieron devolver, convencidos de que les habían vendido una copia defectuosa. Otros lo consideraron un acto de extrema valentía contra el concepto establecido de canción y álbum, una genialidad del creador vanguardista que, tras haber reflejado el lado más sórdido de las vida en su música, se negaba una vez más a ser domado.

Lou Reed, en abril de 2010EFE, SALVATORE DI NOLFI
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