Una tragicomedia japonesa echa el cierre

Una tragicomedia japonesa, Otouto (About her brother), cerró por el sábado por la mañana, en la proyección de las 9.00 y con la sala medio vacía, la 60ª edición de la Berlinale. La película del director Yoji Yamada, volvió otra vez a abordar uno de los temas repetidos una y otra vez en el curso de esta kermés: el de la familia, con sus conflictos y reconciliaciones.

Otouto, que se estrenó fuera de concurso, es el remake de la homónima cinta de 1969 de Kon Ichikawa (a quien está también dedicada la película). El personaje central es el bizarro Tetsuro (interpretado p...

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Una tragicomedia japonesa, Otouto (About her brother), cerró por el sábado por la mañana, en la proyección de las 9.00 y con la sala medio vacía, la 60ª edición de la Berlinale. La película del director Yoji Yamada, volvió otra vez a abordar uno de los temas repetidos una y otra vez en el curso de esta kermés: el de la familia, con sus conflictos y reconciliaciones.

Otouto, que se estrenó fuera de concurso, es el remake de la homónima cinta de 1969 de Kon Ichikawa (a quien está también dedicada la película). El personaje central es el bizarro Tetsuro (interpretado por Tsurube Shoufukutei), un ex jugador de béisbol quien lo ganó todo y ejerció de padre de su sobrina, hija de su hermana mayor Ginko, tras perder ésta al marido.

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Sucede que un día Tetsuro, en el cenit de su carrera deportiva, pierde la cabeza y se convierte en un borracho, cuya ocupación principal es avergonzar a su familia en las celebraciones.Tetsuro mete la pata una y otra vez, en una serie de escenas muy divertidas, hasta que su hermana Ginko, quien no para de prestarle dinero, se cansa y lo aleja de la familia.

"Me sentiría feliz si la película insta al espectador a analizar su propio comportamiento hacia sus familiares", explicó Yamada. El director aseguró que detrás del humor se esconden muchos problemas actuales de su país. Entre ellos, el envejecimiento de la población y el abandono de los ancianos. "Vivimos un dramático cambio demográfico. Y las residencias para ancianos no están tan extendidos en Japón como pueda parecer en la película. Muchos mueren en su casa, desatendidos, sin que nadie se entere durante días", lamentó.

Yamada, que acude a la Berlinale por la séptima vez (en 2008 presentó Kabei), recibió anoche la Cámara de Honor de la Berlinale, un premio a toda su carrera.

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