JOAN CABERO Director musical de la Sociedad Coral de Bilbao

"No hay expresión artística sin técnica"

Joan Cabero ha cantado como tenor solista en una veintena de conciertos con la Sociedad Coral de Bilbao. Ahora se pone al frente de las 80 personas que integran el coro como director. Su contrato es indefinido. Él pide seis meses para mostrar resultados.

Pregunta. ¿Cuáles han sido sus méritos para que la Coral le considere el mejor candidato?

Respuesta. Llevo 27 años en la profesión como cantante y conozco muy bien los coros. Fui coralista desde niño. Mi madre fue profesora de canto, aprendí a cantar con ella, y mi padre fue fundador del Coro Madrigal de Barcelona. He dado clases...

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Joan Cabero ha cantado como tenor solista en una veintena de conciertos con la Sociedad Coral de Bilbao. Ahora se pone al frente de las 80 personas que integran el coro como director. Su contrato es indefinido. Él pide seis meses para mostrar resultados.

Pregunta. ¿Cuáles han sido sus méritos para que la Coral le considere el mejor candidato?

Respuesta. Llevo 27 años en la profesión como cantante y conozco muy bien los coros. Fui coralista desde niño. Mi madre fue profesora de canto, aprendí a cantar con ella, y mi padre fue fundador del Coro Madrigal de Barcelona. He dado clases y he dirigido. Tenía muy claro que servía para el puesto, porque conozco muy bien la voz y sé como conseguir los resultados que se esperan de un coro. Por vocación y por educación, porque estudié Pedagogía musical, tengo una faceta que me facilita este trabajo.

Perfil

Joan Cabero (Barcelona, 1956), hijo del fundador de un coro y una profesora de canto, ha vivido desde la cuna en un ambiente vinculado a la música. Despúes de estudiar piano y canto, decidió a los 23 años iniciar una carrera profesional como tenor. Entre otras responsabilidades, fue subdirector del Coro del Teatro Real, de Madrid. Actualmente es codirector del Coro de la Orquesta Sinfónica de Galicia y de la Sociedad Coral de Bilbao.

"Si el coro funciona mal, el fracaso será mío"
"Los aficionados son interesantísimos: vienen a cantar porque quieren"

P. ¿Qué objetivos se marca?

R. Primero, conocer la Sociedad Coral hasta el fondo. Después intentaré mejorar lo que es mejorable, sobre todo los ritmos de aprendizaje. Hay que aprovechar el esfuerzo de un coro de aficionados, que es mucho, para que cunda al máximo. También hay que mejorar la cuestión vocal, que ya está muy bien pero es mejorable en igualdad de sonido, en potencia. Se puede hacer si se trabajan aspectos como la

respiración o el canto interior. Yo creo que si se trabajan aspectos técnicos del canto se puede ganar en prestaciones vocales. Hay otra faceta en la que me siento muy identificado, que es desarrollar un proyecto común de la Sociedad Coral como entidad, integrar el coro del Conservatorio y el coro Euskeria con el coro mixto y velar para que los coros juveniles tengan con el tiempo más influencia.

P. ¿Hasta qué punto incide la impronta de un director en el resultado que alcanza el coro?

R. Yo creo que en un 80%.

P. ¿No tienen más peso las voces, la materia prima con la que trabaja?

R. Un coro es la suma de las voces y su director. Según como trabajes las voces, como dirijas, obtienes unos resultados u otros. El material de partida obtiene resultados según quien tome las riendas. Es un riesgo para mí decir esto; si funciona mal el fracaso será mío.

P. Habla usted de aspectos técnicos.

R. No hay expresión artistica sin técnica. El arte es la expresión de la mente gracias a una técnica.

P. ¿Y el talento?

R. Hay que saber estimular el talento de cada individuo del coro. Nosotros vemos un coro, pero no hay que perder de vista que es la suma de todas las personas que lo integran. Cuando digo que la intervención del director es del 80% no es por desmerecer el talento de las personas que integran el coro. Veré si soy capaz de cuidar de cada individuo, porque cada mejora individual redunda en el grupo.

P. ¿Un coro es un colectivo diferente a otros?

R. Sí, pero no sé como definirlo. Su singularidad es que es un grupo que se pone a cargo de alguien, como las orquestas, que cede autonomía. Y que trabaja con la voz. La voz es algo físico y psicologico, es nuestra expresión sonora. Es un aspecto que conviene atender no sólo por la cuestión artística, sino como desarrollo humano. Quien trabaja la voz hace un cambio vocal y un enriquecimiento personal. Yo no querría quedarme en la barrera de lo artístico, sino preocuparme también de que los coralistas tengan un desarrollo personal.

P. ¿Trabajar con un coro de aficionados es una desventaja?

R. No. A veces, en un colectivo de profesionales se pierde la ilusión. Los aficionados tienen ese punto que les hace interesantísimos; vienen a cantar porque quieren. Es su pasión.

P. ¿Por qué proliferan en el País Vasco los coros aficionados?

R. No sé. Tendría que estudiarlo, pero el hombre del mar canta bastante.

P. ¿Sería conveniente crear un coro profesional en el País Vasco?

R. Sí, no está reñido con los aficionados. En Madrid hay cuatro coros profesionales, y todos tienen público. Los coros aficionados de calidad cumplen con una función social en el País Vasco, cubren las funciones de un coro profesional. Y luego está la otra función: dar entrada a las personas con afición al canto y con un nivel suficiente. En un coro aficionado satisfacen sus inquietudes; en uno profesional las exigencias son otras.

Jon Cabero posa en la Coral de Bilbao.TXETXU BERRUEZO
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