'One way, one ticket', una reflexión irónica sobre la vida y la muerte

La exposición One way, one ticket, que se celebra conjuntamente en sendos espacios de Valencia y Torrent, recoge una selección de obras de artistas contemporáneos sobre la muerte vista como un diálogo con la vida, que lejos de conmover, "provoca la reflexión irónica de que la vida está íntimamente ligada a la muerte". Así lo ha indicado hoy uno de los dos comisarios de la muestra, Consuelo Ciscar, quien junto a Joan Ramón Escrivá y la alcaldesa de Torrent, María José Catalá, han presentado hoy esta colección en la que 25 artistas muestran 63 piezas, 57 de ellas expuestas en el IVAM y 6 ...

La exposición One way, one ticket, que se celebra conjuntamente en sendos espacios de Valencia y Torrent, recoge una selección de obras de artistas contemporáneos sobre la muerte vista como un diálogo con la vida, que lejos de conmover, "provoca la reflexión irónica de que la vida está íntimamente ligada a la muerte". Así lo ha indicado hoy uno de los dos comisarios de la muestra, Consuelo Ciscar, quien junto a Joan Ramón Escrivá y la alcaldesa de Torrent, María José Catalá, han presentado hoy esta colección en la que 25 artistas muestran 63 piezas, 57 de ellas expuestas en el IVAM y 6 en el EMAT de Torrent.

La exposición, que permanecerá abierta desde hoy hasta el 16 de noviembre, está organizada por el IVAM y el EMAT y se articula en torno a la instalación de Christian Boltanski "La réserve des suisses morts".

Esta instalación, que reflexiona sobre la muerte del hombre corriente, se compone de un laberinto de 2.000 cajas a modo de rascacielos, que contienen fotografías de muertos sacados de esquelas publicadas en los diarios, con las que el artista nos acerca a la idea de la muerte como una metáfora. Además de Boltanski, la exposición incluye obras de John Heartfeld, Josep Renau, Antonio Saura, Markus Lupertz, Cristina Lucas, Julio González o Antoni Tàpies, el Equipo Realidad o el Equipo Crónica, entre otros, quienes ironizan, ridiculizan o juegan con la imagen de la muerte, en sus fotografías, esculturas, lienzos o instalaciones.

Escrivá ha destacado que la muerte es un tema tan universal como el amor, que ha estado presente en todas las culturas, aunque en la actualidad se considerada un "tabú" y evitada y apartada por sobre todo por la gente joven, que no quiere hablar sobre ella. En este sentido, el comisario de la exposición ha señalado que la naturalidad con la que antiguamente se convivía con la muerte ha desaparecido, y a lo largo del Siglo XX la muerte es consumida como "un simulacro virtual ajeno al transcurrir de la cotidianeidad".

Para el comisario, el propio arte y la creación de imágenes ha sido siempre "un combate contra la caducidad de la vida", que los artistas han plasmado en la doble idea de "la permanencia y la ausencia". Cada una de las obras expuestas en la Sala la Muralla del IVAM y en el EMAT es una puesta en escena de esa observación subjetiva y rigurosa de la vida, cargada de "recuerdos profundos, heridas hondas que logran salir a través de una expresión plástica ceñida de esas luces y sombras de la memoria", ha indicado la comisaria. Ciscar ha explicado que One way, one ticket abarca épocas, conceptos y lenguajes que hacen de ella "una síntesis en la que se reconoce el valor emocional del arte contemporáneo en relación con el ser humano y con la muerte como explicación de la vida".