Tres décadas y media de 'Ikebanas'

La Escuela Enshu de Ikebana - arte floral japonés - ha cumplido 35 años, desde que Masako Ishibashi, fundadora y actual directora, decidiera abrir una escuela para enseñar esta parte de la cultura japonesa.

Con motivo del aniversario, una exposición recoge una muestra de 33 ikebanas realizados por los estudiantes y la directora del centro, junto a 15 bonsai de la Asociación de Bonsai Mirasierra, que han sido invitados a la muestra.

Todos los ikebanas están hechos con flores de temporada, ya que esta disciplina imita a la nat...

La Escuela Enshu de Ikebana - arte floral japonés - ha cumplido 35 años, desde que Masako Ishibashi, fundadora y actual directora, decidiera abrir una escuela para enseñar esta parte de la cultura japonesa.

Con motivo del aniversario, una exposición recoge una muestra de 33 ikebanas realizados por los estudiantes y la directora del centro, junto a 15 bonsai de la Asociación de Bonsai Mirasierra, que han sido invitados a la muestra.

Todos los ikebanas están hechos con flores de temporada, ya que esta disciplina imita a la naturaleza. "El Ikebana, como la propia sensibilidad japonesa, está vinculado al cambio de las estaciones. Por este motivo, los materiales y los jarrones son siempre de temporada. En verano, por ejemplo, usamos jarrones de cristal para transmitir frescor", asegura Paloma Llaneza, alumna de la escuela desde hace más de cinco años, que ataviada con un vestido tradicional japonés, sirvió de introductora a la exposición.

Inaugurada el mismo día que se cumplían cuatro años de los atentados del 11 de marzo, la exposición quiere "lanzar un mensaje de paz y de armonía para la sociedad, porque necesitamos hoy más que nunca la paz", en palabras de Masako Ishibashi, corresponsal de la agencia de noticias japonesa Kyodo, y que lleva más de tres décadas en España. Para reforzar ese mensaje, la inauguración contó con la participación de la soprona Yoko Tanaka, que llegada especialmente de Japón para éste acto cantó la composiciónSoy mil vientos, basada en un poema inspirado en el 11-S.

Si alguien cree que el Ikebana puede parecer un arte fácil, prosaico, que se trata de la simple decoración de un centro de mesa, está muy equivocado. Se trata de un camino, un aprendizaje de la técnica, basado sobre todo en las enseñanzas del sensei o maestro, y en el conocimiento de la técnica, más allá del proceso creativo y artístico.

Concebido para decorar el tokonoma, un altar que preside la habitación principal de una casa tradicional japonesa, el ikebana solo tiene sentido si es mirado de frente y en conjunto, nunca buscando el detalle. Además estas composiciones realizadas a partir de flores y ramas nunca es simétrica, y los elementos que lo componen siempre están configurados en número impar.

La muestra - que se exhibe hasta las 13 horas del sábado en la Sala de Exposiciones del BBVA, en el Paseo de la Castellana 81 - está presidida por una escultura realizada por Santiago de Santiago, en cuyo taller tiene la sede la escuela Enshu.