Fallece el pintor y escultor Pablo Palazuelo
El artista recibió la Medalla de Oro de Bellas Artes en 1982 y el Premio Velázquez en 2004
El pintor, escultor y grabador español Pablo Palazuelo (Madrid, 1915) ha fallecido esta mañana en su finca madrileña de Galapagar. Su obra está muy vinculada a la geometría, que definía como la "medida de la materia" y "un lenguaje para soñar". Palazuelo obtuvo en 2004 el Premio Velázquez (el Cervantes de las Artes Plásticas) por su trayectoria artística. El jurado destacó entonces la coherencia de su obra, el rigor y el misterio, en la línea de la abstracción europea.
El fallecido cursó estudios de arquitectura en su ciudad natal y en el Royal Institute of British Arquitects de Oxford,...
El pintor, escultor y grabador español Pablo Palazuelo (Madrid, 1915) ha fallecido esta mañana en su finca madrileña de Galapagar. Su obra está muy vinculada a la geometría, que definía como la "medida de la materia" y "un lenguaje para soñar". Palazuelo obtuvo en 2004 el Premio Velázquez (el Cervantes de las Artes Plásticas) por su trayectoria artística. El jurado destacó entonces la coherencia de su obra, el rigor y el misterio, en la línea de la abstracción europea.
El fallecido cursó estudios de arquitectura en su ciudad natal y en el Royal Institute of British Arquitects de Oxford, en el Reino Unido. En 1936 regresó a España y desde 1940 se dedicó plenamente a la pintura. Sus primeras obras neocubistas, influidas por Paul Klee, le conducen hacia la abstracción, a la que llega en 1947-48.
En 1948 marchó a París con una beca del Gobierno francés y se instaló en el Colegio de España, donde trabó amistad con Chillida, con quien participó en el Salón de Mayo de ese mismo año.
Aunque sus primeros dibujos son de un constructivismo puro, éste da paso al arte abstracto regido por las leyes de la naturaleza con un fuerte componente geométrico y matemático. Su pintura, de una apariencia sencilla, oculta una gran complejidad teórica que procede de sus lecturas de Mircea Eliade, Gaston Bachelard y las filosofías orientales.
A su regreso a España en 1969, e instalado en Monroy (Cáceres), realiza la serie Monroy, en la que investiga sobre la relación entre los signos gráficos y la música y llega a hacer cuadros "musicales". Desde 1979 realiza de forma continuada tanto escultura como pintura. Ha sido galardonado con en Premio Kandinsky en 1952, el Premio Carnegie en 1958, la Medalla de Oro de Bellas Artes en 1982 y el citado Premio Velázquez.
Palazuelo pertenecía al grupo de los grandes con Chillida y Tàpies
"Palazuelo pertenecía al grupo de los grandes junto con Chillida y Tàpies y fue el pintor de la geometría, entendida ésta como metafísica", ha afirmado hoy Luis Gordillo, amigo de Pablo Palazuelo. Para el Premio Velázquez 2007, el artista fue uno de "sus maestros tanto por su arte como por su manera de comportarse". "Fue un místico, un poeta, un artista solitario que se consagró exclusivamente a sus pinturas", ha añadido.
Según el artista sevillano, Palazuelo estaba "fuera del mercado, era realmente una persona pura en ese sentido, no era un profesional como solemos ser la mayoría, él vivía en su mundo y de vez en cuando bajaba al de las galerías". Gordillo ha subrayado que para el pintor madrileño, hacer "un cuadro era como hacer una catedral, se tomaba su tiempo, pintaba pocos cuadros, que eran de una enorme complejidad".
Por su parte, el ministro de Cultural, César Antonio Molina, ha considerado hoy "una gran pérdida para el mundo de la cultura" la muerte del escultor y pintor Pablo Palazuelo, "una de las figuras fundamentales del arte abstracto de la segunda mitad del siglo XX". Molina, que tuvo ocasión de "tratar mucho" a Palazuelo a lo largo de los años, ha dicho "era un artista coherente y polifacético", que por su amplia y extensa trayectoria mereció el Premio Velázquez en 2004.
El pintor y escultor Antonio López ha declarado que con la pérdida de Pablo Palazuelo "ha muerto el artista vivo español más importante para mí", al que precisamente este verano visitó para "tomarle medidas y fotos porque estoy preparando un trabajo sobre su rostro".
La galerista Soledad Lorenzo, que llevó durante muchos años la obra de Palazuelo ha señalado que siempre fue un "artista indiscutido por todas las generaciones de artistas, todas le respetaban y admiraban, lo que es bastante difícil".