Raphael repasa su carrera en Madrid

El caristmático artista ha ofrecido un concierto de dos horas y medias de duración y casi cuarenta canciones

'Él es aquel' que con sólo uno de sus carismáticos gestos provoca 'escándalo'; él es Raphael, el que después de cincuenta años de carrera incombustible volvió a levantar una y otra vez al Madrid Arena durante las dos horas y media de concierto, y casi cuarenta canciones de su gira Más cerca de ti.

Había avisado, durante una entrevista hace algunas semanas, de que tenía ganas de "un concierto masivo", porque hacía veinte años que no ofrecía este tipo de recitales en España, y anoche el de Linares cumplió la promesa en su reencuentro con Madrid. Lo comenzó a capella, con s...

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'Él es aquel' que con sólo uno de sus carismáticos gestos provoca 'escándalo'; él es Raphael, el que después de cincuenta años de carrera incombustible volvió a levantar una y otra vez al Madrid Arena durante las dos horas y media de concierto, y casi cuarenta canciones de su gira Más cerca de ti.

Había avisado, durante una entrevista hace algunas semanas, de que tenía ganas de "un concierto masivo", porque hacía veinte años que no ofrecía este tipo de recitales en España, y anoche el de Linares cumplió la promesa en su reencuentro con Madrid. Lo comenzó a capella, con sus seguidores recibiéndole en pie en una ovación cerrada que dio paso al tema A veces me pregunto, con el que el cantante inició su recital haciendo una excepción, pues habitualmente comienza con Ahora, con la que continuó su repertorio de nuevo con el público levantado.

Contento de estar "de nuevo en mi casa", tal como afirmó en su presentación, Raphael no defraudó a quienes le esperaban ver en estado puro; con sus muecas, sus gestos y sus paseos chaqueta al hombro, "esa imagen tan repetida a lo largo y ancho de todo el mundo" gracias -dijo con ironía- a sus imitadores, y que ayer volvió a repetirse en Mi gran noche.

El público variopinto y entusiasta acompañó con palmas canciones de todas sus épocas y estilos: más ye-yé como Estuve enamorado; de sus películas, como Al ponerse el sol; de su nuevo disco, caso de Viva la novia; o una de aquellas por las que es mundialmente conocido como Digan lo que digan.

Sin rastro alguno de su enfermedad

Lejos queda su enfermedad, pero seguramente esta sea la causa de la inclusión de Gracias a la vida en su última gira. Una canción que Raphael aseguró que se había convertido "en estos últimos años en algo especial" y que anoche, acompañada únicamente con un piano, cosechó una nueva ovación y puesta en pie del Madrid Arena.

Divertido, con constantes guiños y comentarios, el artista también quiso mostrar esa potente voz que sigue conservando y de la que alardeó en Para volver a volver, dejando el micrófono a un lado y rescatando esa pose singular en la que, con las manos en los bolsillos, esgrimió una carcajada final con la que sus seguidores volvieron a estallar.

Después, a los gritos de "¡Monstruo!" o "¡Maestro!" que habían salpicado el concierto se les unieron varias voces que comenzaron un diálogo con el artista, contestando a las frases del tema Qué tal te va sin mi.

Aún quedaban por aparecer sobre el escenarios alguna de 'sus joyas de la corona', aquellas que hicieron romper el protocolo que quedaba haciendo corear al público Estar enamorado, o que bailara con su memorable Escándalo o Qué sabe nadie.

Encauzaba Raphael el último tramo del espectáculo cantando tras un cristal -que terminó rompiendo de una patada- Frente al espejo, al que siguió otro himno del cantante: Yo soy aquel, momento en el que sus fans le cubrieron de flores rojas y blancas.

Igual que empezó, con su público en pie y a grito de "Te amo Madrid", se despidió Raphael del Telefónica Arena con Como yo te amo, recogiendo nuevamente sus partituras y dejando atrás otra cerrada ovación.

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