Reportaje:

"Bye bye', Benicàssim"

150.000 personas acudieron al decimotercer y más multitudinario Festival Internacional de Benicássim

Domingo y día de despedida del FIB. Según la organización, en esta edición del macrofestival de música independiente se ha batido nuevo récord de asistencia, más de 150.000 personas en los cuatro días. El alcalde de la ciudad, Francesc Colomer, felicitó en rueda de prensa a los responsables del festival por su labor de "mundialización" de Benicàssim. Casi la mitad de las entradas vendidas fueron adquiridas fuera de España, quedando patente la internacionalidad del FIB.

El domingo del FIB suele ser un día raro y si esta edición se caracterizaba por tener un cartel desigual, variopinto, o...

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Domingo y día de despedida del FIB. Según la organización, en esta edición del macrofestival de música independiente se ha batido nuevo récord de asistencia, más de 150.000 personas en los cuatro días. El alcalde de la ciudad, Francesc Colomer, felicitó en rueda de prensa a los responsables del festival por su labor de "mundialización" de Benicàssim. Casi la mitad de las entradas vendidas fueron adquiridas fuera de España, quedando patente la internacionalidad del FIB.

El domingo del FIB suele ser un día raro y si esta edición se caracterizaba por tener un cartel desigual, variopinto, o al gusto de todos (como ustedes prefieran), el domingo de cierre se auguraba más raro de lo normal. En el recinto se formó una ensalada que reunió bandas que podríamos mal llamar indis con nuevas propuestas de la música electrónica.

The Hives abrieron el escenario Verde. Calculamos que su vocalista, Howlin' Pelle Almquist, se pasó más tiempo hablando que cantando: le gusta el micro, de eso no hay duda. Y parece que tampoco hay duda de que sean "los reyes del mundo de la música rock", o eso vociferaba cada dos por tres su líder.

Tras The Hives, los Clap Your Hands and Say Yeah. Su cantante, Alec Ounsworth, dotado de una excepcional voz que muchos han comparado con David Byrne, y sus compañeros de formación hicieron especial hincapié en su primer y homónimo trabajo, que es quizá más desordenado y loco que el segundo, y por tanto, el que mejor les define. Y coincidiendo en hora, Amy Winehouse; 23 años y poco más de 40 kilos, no entendemos de dónde saca ese torrente de voz.

Uno de los más esperados, Patrick Wolf, no decepcionó

No nos movemos de la carpa Vodafone porque allí mismo tendría lugar una de las actuaciones más esperadas, probablemente la más destacada del domingo, Patrick Wolf. Y se hizo esperar, casi 25 minutos de retraso. Este jovencísimo londinense, sólo cuenta 23 primaveras, hizo una demostración de su virtuosismo musical. Conforme iba avanzando sus temas se iba quitando ropa, hasta quedarse en calzoncillos. El momento de éxtasis lo vivió tumbado boca arriba sobre el escenario, jadeante, sudoroso y con la mano en la entrepierna. The Magic Position, Accident & Emergency, Secret Garden y de nuevo The Magic Position como cierre hicieron las delicias de un público entregado. Si él se lo pasó la mitad de bien que el público significa que lo pasó extremadamente bien.

Es ahora un buen momento para repostar, nos acercamos a la barra más cercana. Santiago, de 30 años y camarero ocasional, nos dice que le compensa trabajar aquí, por un lado por las pelas, siete euros la hora por nueve horas al día; por otro porque a partir de la una está libre y tiene la posibilidad de ver los conciertos que quiera. También nos cuenta que las horas de más trabajo están entre las 11 y las 4 de la mañana y que los ingleses son los que más alcohol consumen.

La sesión de los Simian Mobile Disco, conocidísimos por firmar junto con Justice el Never be alone, es nuestra siguiente parada. Ellis Ford y James Anthony Shaw se situaron en el centro del escenario alrededor de una mesa redonda donde pusieron sus cacharritos. Una sesión muy muy bailable que explosionó cuando sonaron los primeros compases deIt's the beat.

The Muse, por marciano que pueda parecer, actuaba minutos después en el escenario principal, un regalo excesivo para una banda que lleva tiempo sin aportar una nota destacable. Electrónica de procedencia inglesa de la mano del dúo UNKLE fue la que despidió, hasta el año que viene, el Escenario Verde. Y nosotros también nos vamos, como dijo Iggy Pop el pasado jueves y sobre ese mismo escenario: "Bye, Bye', Benicàssim".

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