Reportaje:

Sueños compartidos

El grupo Maná llega a la capital tras viajar por el continente americano y por siete ciudades españolas

El Amar es combatir World Tour de Maná llegó a Madrid después de viajar por buena parte del continente americano y siete ciudades españolas. En la otra esquina de la capital, unos tal The Rolling Stones también presentan al público madrileño su último trabajo, lo que no evita que la plaza de toros esté llena hasta la bandera con casi 20.000 almas deseando vivir el sueño de una noche de verano.

El cuarteto mexicano había preparado hasta el último milímetro un espectacular show en el que el fuego, el agua, la luz y los fuegos artificiales lo inundó todo. Se acerca la hora. Hay nervios. Pe...

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El Amar es combatir World Tour de Maná llegó a Madrid después de viajar por buena parte del continente americano y siete ciudades españolas. En la otra esquina de la capital, unos tal The Rolling Stones también presentan al público madrileño su último trabajo, lo que no evita que la plaza de toros esté llena hasta la bandera con casi 20.000 almas deseando vivir el sueño de una noche de verano.

El cuarteto mexicano había preparado hasta el último milímetro un espectacular show en el que el fuego, el agua, la luz y los fuegos artificiales lo inundó todo. Se acerca la hora. Hay nervios. Pero también confianza e ilusión por disfrutar de los reyes del rock latino.

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Tendrá que ser en otra ocasión porque Maná dejó anoche la corona en los camerinos y echó mano de su repertorio más melancólico haciéndolo sonar en formato acústico durante más de la mitad de su concierto. Manda una señal, Labios compartidos o Vivir sin aire son canciones redondas pero anoche carecieron de punch y contundencia para hacer temblar el coso taurino como si consiguieron, en el último tramo, Corazón espinado, Sigue lloviendo, En el muelle de San Blas, Rayando el sol o Clavado en un bar.

Memorable batería de clásicos a cargo de cuatro magníficos músicos cuya calidad está más que probada (¿era necesario que Alex González lo demostrara con un solo de batería de casi 10 minutos?) pero que, tal vez, olvidaron hacer sonar más temas de sus dos últimos elepés (Amar es combatir y Revolución de amor) como Arráncame el corazón, Combatiente, Ángel de amor o Eres mi religión.

Fher Olvera ondeaba la bandera unida de México y España en el fin de fiesta, símbolo del triunfo de la formación a ambas orillas del Atlántico. No hubo tiempo para más salvo para una larguísima ovación de despedida. Un bonito sueño compartido. Habrá más: Las Ventas Día 2...

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