Dos heridos graves y 60 contusionados en los encierros de un pueblo de Madrid

Un tapón formado por cientos de personas en la entrada de la plaza de toros provocó hoy dos heridos graves y, al menos, 60 contusionados, en el cuarto encierro de San Sebastián de los Reyes, que duró un minuto y 26 segundos.

Todos los heridos fueron atendidos en el hospital de campaña. El más grave, un varón de entre 20 y 30 años, ha sufrido un traumatismo facial y una herida incisa por asta de toro que le afecta a la cara, ya que le desgarró por debajo de la boca. El joven fue trasladado al Hospital Doce de Octubre, donde ha sido intervenido quirúrgicamente.

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Un tapón formado por cientos de personas en la entrada de la plaza de toros provocó hoy dos heridos graves y, al menos, 60 contusionados, en el cuarto encierro de San Sebastián de los Reyes, que duró un minuto y 26 segundos.

Todos los heridos fueron atendidos en el hospital de campaña. El más grave, un varón de entre 20 y 30 años, ha sufrido un traumatismo facial y una herida incisa por asta de toro que le afecta a la cara, ya que le desgarró por debajo de la boca. El joven fue trasladado al Hospital Doce de Octubre, donde ha sido intervenido quirúrgicamente.

También se encuentra muy grave un varón de 16 años, que ha sido trasladado al Ramón y Cajal con una herida incisa en el muslo, y otro fue desplazado al Hospital de La Princesa con una herida por asta de toro en un pie.

Las reses, pertenecientes a la ganadería de El Pilar y que pastan en la localidad salmantina de Tamames, corrieron muy agrupados desde la salida de los corrales e hicieron una carrera limpia y rápida que duró un minuto y 26 segundos.

Sin embargo, al llegar a la plaza no pudieron entrar porque cientos de personas se agolpaban en la entrada del coso en un lugar denominado Portón de los Cobardes, y tanto bravos como mansos se echaron encima de la gente e intentaban saltar para hacerse sitio y salir de ese tapón angustioso que duró más de minuto y medio.

Los miembros de Protección Civil pusieron todos los medios para intentar ir sacando a la gente angustiada y herida, al igual que los dobladores, que iban metiendo en chiqueros a aquellos toros que conseguían salir de esa situación.

Sangre en la entrada de la plaza y decenas de zapatillas quedaban como testimonio de la jornada más tensa y accidentada de los encierros de San Sebastián de los Reyes.