México rinde homenaje a Frida Kahlo en el 50 aniversario de su muerte

Una urna en forma de sapo contiene las cenizas de Frida Kahlo. En la cama que hay junto a ella, en una casa del barrio de Coyoacán, terminó hace hoy 50 años la intensa y brutal vida de la pintora mexicana. Sobre su féretro la bandera comunista y a su lado Diego Rivera, su por dos veces marido. México recuerda hoy a la artista con exposiciones, montajes teatrales, la publicación de sus cartas y de varias obras inéditas.

Frida murió a los 46 años. Fue amortajada con su tradicional falda negra, su poncho de Yalalag y su tocado de flores. De su cuello colgaban collares oaxaqueños, como re...

Una urna en forma de sapo contiene las cenizas de Frida Kahlo. En la cama que hay junto a ella, en una casa del barrio de Coyoacán, terminó hace hoy 50 años la intensa y brutal vida de la pintora mexicana. Sobre su féretro la bandera comunista y a su lado Diego Rivera, su por dos veces marido. México recuerda hoy a la artista con exposiciones, montajes teatrales, la publicación de sus cartas y de varias obras inéditas.

Frida murió a los 46 años. Fue amortajada con su tradicional falda negra, su poncho de Yalalag y su tocado de flores. De su cuello colgaban collares oaxaqueños, como recuerda Arturo García Bustos, uno de sus discípulos, conocidos como "los fridos". A su lado, en el multitudinario funeral que se celebró en el hall de Instituto Nacional de Bellas Artes, estaba Diego Rivera, el hombre que marcó su vida y con el que mantuvo hasta el último momento una tempestuosa relación. Las cartas que la pintora le escribió durante su primer matrimonio, de 1929 a 1939, han sido recogidas por la crítica de arte Raquel Tibol en Escrituras de Frida Kahlo, presentado esta semana en México.

Frida se casó con 21 años y pronto sufrió las infidelidades de su marido. Muchas y muy dolorosas. La pintora encontró la forma de afrontar esta convulsa relación en su obra, su bisexualidad y en el nutrido grupo de amigos que la rodeaban y entre los que se encontraban el francés André Breton, padre del Surrealismo, y León Trosky.

"Algo me quieres, ¿no?"

Tibol recoge fragmentos de cartas de Frida a Diego en los que se dibuja la naturaleza de su relación. "Creo que lo que pasa es que soy un poco bruta y un tanto cuanto zorrita, pues todas estas cosas han pasado y se han repetido durante los siete años que vivimos juntos y todas las rabias que he hecho no me han llevado sino a comprender mejor que te quiero más que a mi propia piel, y que aunque tú no me quieres de igual manera, de todos modos, algo me quieres, ¿no?".

Trece meses después de su primera ruptura la pareja volvió a casarse, pero su relación nunca sería tranquila. Cuando Frida murió, Diego Rivera declaró que "nada de ella, por sí solo, tiene valor. Es ella en su pintura, que es la pintura mexicana…Mis planes, seguir pintando", y así lo hizo durante tres años más, hasta que una embolia terminó con su vida, el 24 de noviembre de 1957.

Frida sufrió durante su vida no sólo por la tormentosa relación que le ataba a Diego Rivera sino por la terrible enfermedad que la acompañó hasta la muerte. Un accidente de tráfico, cuando aún era una adolescente, le dejó secuelas en la columna vertebral que le causaban tremendos dolores y que la obligaron a caminar con bastón. En Nueva York, mientras Diego pintaba un mural en el vestíbulo del Rockefeller Center, Frida perdió al niño que esperaba. Este aborto la obsesionó durante toda su vida y quedó plasmado en varias obras, cómo en algunos de los bocetos y notas inéditas que se han presentado hoy. El embarazo y el anhelo de tener un hijo aparece en muchos fragmentos de estos manuscritos que corresponden a sus días reflexivos de enfermedad.