'Veinte años y un día', de Jorge Semprún, gana el premio José Manuel Lara de novela
El fallo del galardón fue aplazado por la matanza en Madrid
El escritor Jorge Semprún, con su novela Veinte años y un día, ha obtenido la tercera edición del premio Fundación José Manuel Lara Hernández, creado por once editoriales y dotado con 150.000 euros. El galardón tenía que haberse fallado el pasado 11 de marzo, pero fue suspendido por los atentados terroristas de ese día en Madrid.
La novela ganadora, Veinte años y un día, se ha impuesto a las cuatro finalistas Las trece rosas, de Jesús Ferrero; Jardines de Kensington, de Rodrigo Fresán; Los amigos del crimen perfecto, de Andrés Trapiello; y ...
El escritor Jorge Semprún, con su novela Veinte años y un día, ha obtenido la tercera edición del premio Fundación José Manuel Lara Hernández, creado por once editoriales y dotado con 150.000 euros. El galardón tenía que haberse fallado el pasado 11 de marzo, pero fue suspendido por los atentados terroristas de ese día en Madrid.
La novela ganadora, Veinte años y un día, se ha impuesto a las cuatro finalistas Las trece rosas, de Jesús Ferrero; Jardines de Kensington, de Rodrigo Fresán; Los amigos del crimen perfecto, de Andrés Trapiello; y El tiempo de las mujeres, de Ignacio Martínez de Pisón.
En conversación telefónica con los periodistas presentes en la rueda de prensa, el galardonado se felicitó por el hecho de que la premiada haya sido su primera novela escrita totalmente en lengua castellana, a diferencia de sus anteriores libros. "Para mí es importante volver a la novela en castellano, en la que ha escrito dos libros con el protagonista Federico Sánchez. No obstante, eran libros en los que lo predominante no era lo literario, sino haber tratado de una memoria política, la práctica de una experiencia, la polémica", ha declarado el ex ministro de Cultura socialista.
Semprún aseguró que su libro está inspirado en unos hechos que le contó Domingo Dominguín, familia de toreros que tenía una finca en Quismondo, y restó importancia al hecho de que el alcalde esa localidad, donde se desarrolla la novela, se haya quejado de esta obra. Según siguió explicando el autor de Veinte años y un día, su libro se desarrolla en una finca imaginaria denominada La Maestranza que no existe y los hechos que narra no dejan mal a Quismondo y, en cualquier caso, son ficticios".