Antonio Soler gana el Nadal con una novela coral sobre el fin de la adolescencia
Javier Puebla es finalista con una historia negra de cambio de identidades
El camino de los ingleses, de Antonio Soler (Málaga, 1956), ha sido proclamada esta noche la ganadora de la 60ª edición del Premio Nadal. La obra es una novela coral centrada en un grupo de personajes que viven un último verano en el que pasan de la adolescencia a la edad adulta.
Antonio Soler es un escritor destacado de su generación que ha conseguido entre otros premios el Herralde de 1996 y el Nacional de la Crítica de 1997, ambos por la novela Las bailarinas muertas, y el Primavera de Novela por El espiritista melancólico. Javier Puebla (Madrid, 1958) ha sido el...
El camino de los ingleses, de Antonio Soler (Málaga, 1956), ha sido proclamada esta noche la ganadora de la 60ª edición del Premio Nadal. La obra es una novela coral centrada en un grupo de personajes que viven un último verano en el que pasan de la adolescencia a la edad adulta.
Antonio Soler es un escritor destacado de su generación que ha conseguido entre otros premios el Herralde de 1996 y el Nacional de la Crítica de 1997, ambos por la novela Las bailarinas muertas, y el Primavera de Novela por El espiritista melancólico. Javier Puebla (Madrid, 1958) ha sido el finalista con la novela Sonrie, Delgado.
Soler, que ha participado con el seudónimo de Miguel Dávila, ha querido reflejar en El camino de los ingleses, presentada al premio con el título de Sacramento cómo en el paso de la adolescencia a la edad adulta los sueños empiezan a desvanecerse y la vida plácida se tiñe de un incierto futuro. A partir de la experiencia de un grupo de amigos, narra Soler cómo surgen el desconcierto y se ponen en entredicho temas como los primeros amores o la amistad. Los personajes de El camino de los ingleses se debaten de algún modo a lo largo del libro entre la inocencia y la madurez.
Gran dominador del lenguaje y autor de una sólida trayectoria literaria, Antonio Soler consiguió uno de sus grandes éxitos con la novela Las bailarinas muertas, galardonada con el Premio Herralde de 1996 y el Nacional de Literatura del siguiente año. El primer libro de relatos de Soler, Extranjeros en la noche, lo publicó Edhasa en 1992. Siguieron las novelas Modelo de pasión (Algaida, 1993. Premio Andalucía) y Los héroes de la frontera (Anagrama, 1995. Premio de la Crítica de Andalucía). Posteriormente, en 1999, ganó el Premio Primavera de Novela con El espiritista melancólico.
Finalista ha sido la novela Sonrie, Delgado, de Javier Puebla. La obra narra la historia de Frederic Traum, un personaje de pasado oscuro que encuentra en Beirut a un personaje llamado Alberto Delgado que le ofrece cambiar de identidad si accede a matar una mujer en Barcelona. La novela, que se inscribe en el género negro, sigue las vicisitudes del protagonista y su viaje hacia Barcelona. Puebla, nacido en Madrid en 1958, ha vivido en Dakar, Murcia, Nueva York, Barcelona y Madrid, y ha publicado dos novelas: Murcia Town y Aquel anciano pájaro. Colabora habitualmente en el diario La Opinión y ha ganado el Premio Silverio Lanza del programa La Ventana de la cadena SER.
El jurado del Nadal, al que este año se habían presentado un total de 337 novelas, ha estado formado por Germán Gullón, Lorenzo Silva, Ángela Vallvey, Antonio Vilanova y Joaquim Palau.
Homenaje a Dalí
La velada del hotel Ritz se ha concebido en esta ocasión como un homenaje a Salvador Dalí en el centenario de su nacimiento y en el que se celebra el Año Dalí. Por ello, los responsables de la editorial Destino han decorado los salones del hotel con motivos dalinianos. El Nadal fue fundado en 1944 por los responsables de Destino para descubrir novelas interesantes. Su primera convocatoria fue ganada por la novela Nada, de Carmen Laforet. Entres sus ganadores destacan Miguel Delibes, Ana María Matute, Rafael Sánchez Ferlosio, Carmen Martín Gaite, Francisco Umbral, Manuel Vicent o Juan José Millás.
La novela La llibreta groga, del escritor y crítico literario literario Robert Saladrigas (Barcelona, 1940), ha sido la premiada con el premio de narrativa en catalán Josep Pla que se entrega en la misma velada que el Nadal. Se trata de una novela con una estructura que recuerda la de las muñecas rusas en la que se narran una serie de pequeñas historias que confluyen en un mismo personaje, un piloto de líneas aéreas llamado Alexis Casas.