Las ONG abandonan la alianza de las aerolíneas y las acusan de ecopostureo con los biocombustibles

Transport & Enviroment y Ecodes envían una carta al ‘lobby’ por la sostenibilidad del sector aéreo criticando que no apuesten por los combustibles sintéticos

Un avión reposta combustible en el aeropuerto de Sevilla, este domingo.Europa Press News (Europa Press via Getty Images)

El año pasado se creó la Alianza para la Sostenibilidad del Transporte Aéreo en España (AST), un grupo que aglutina a las principales aerolíneas y empresas del sector aéreo para trabajar por la descarbonización y la aviación sostenible. En ella participan también dos ONG, Transport & Enviroment (T&E) y Ecodes. Sin embargo, ambas entidades han enviado este miércoles una carta a la alianza, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, en la que critican que el grupo no apueste por los combustibles sintéticos —más caros, pero mucho menos contaminantes— y formalizan su renuncia para evitar el ecopostureo con los biocombustibles. La Alianza explica que “sigue abierta a trabajar con cualquier entidad que comparta el objetivo de fomentar la sostenibilidad en el transporte aéreo "

Los biocombustibles son carburantes derivados de materia orgánica. Los de primera generación —como el biodiésel— se obtienen a través de cultivos como la palma o la soja; los de segunda (avanzados), de residuos orgánicos; los de tercera, de algas. El primer caso está asociado a la deforestación y genera emisiones, mientras que el segundo caso reutiliza residuos, aunque también genera CO₂; el tercero es todavía muy incipiente. Mientras, los combustibles sintéticos consisten en obtener un hidrocarburo similar a los derivados del petróleo a partir del hidrógeno (H); un ejemplo sería el e-queroseno, que se investiga para la aviación, pero todavía es muy caro. Con todos ellos se puede producir combustible sostenible de aviación (SAF).

Según la carta conjunta, la idea original de la alianza —impulsada en abril por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible— era inspirarse en la británica UK Jet Zero Council (JZC), una plataforma que conecta a la industria, la academia y el Gobierno. En ese caso, el objetivo es ambicioso: alcanzar al menos un 10% de combustible sostenible de aviación (SAF) en la mezcla de combustible para 2030 y vuelos transatlánticos con cero emisiones en una generación. Según sus datos, su homóloga española aglutina a 900 empresas o entidades que generan 294.000 puestos de trabajo directos y un volumen de negocio superior a los 80.580 millones de euros.

“La descarbonización del sector de la aviación se puede producir mediante diferentes tipos de SAF, con distinto grado de impacto medioambiental. A lo largo de 2024 se ha constatado una tendencia cada vez mayor a apoyar de manera preferente a los combustibles de base biológica en la Alianza. A esto se suma que la composición de la misma está excesivamente inclinada hacia los intereses de la industria de los biocombustibles”, dice la carta conjunta.

Aunque T&E y Ecodes reconocen el papel de los biocombustibles como solución de transición, consideran que también conllevan riesgos. “Los combustibles sintéticos son la solución más sostenible y escalable para descarbonizar el sector aéreo”, explican. Sin embargo, “el énfasis de la Alianza en favor de los biocombustibles impide promover en igualdad de condiciones e importancia los SAF de origen sintético. Todo ello dificulta alcanzar consensos reales y equilibrados en torno a la sostenibilidad del sector”.

“Imperativo ético”

Así, las ONG salen de la entidad “por un imperativo ético”: para no legitimar actuaciones que “no reflejan los objetivos necesarios para la descarbonización efectiva y realmente ecológica y justa de la aviación”. Por eso, T&E y Ecodes “no desean seguir blanqueando el actual posicionamiento de la AST y han tomado la decisión de salir de ella. No obstante, dejan siempre abierta una puerta al diálogo y la colaboración para avanzar en la mitigación del impacto ambiental del sector aéreo”.

Isabell Büschel, directora de T&E España, señala a EL PAÍS: “Es nuestro deber alertar a las autoridades tomando decisiones para descarbonizar el sector aéreo de la dirección equivocada que está tomando la AST. Desde T&E no nos corresponde seguir blanqueando el actual posicionamiento de la Alianza en favor de los biocombustibles sin promover en igualdad de condiciones e importancia los SAF de origen sintético, la solución más sostenible y escalable para descarbonizar la aviación”.

Mientras, Mario Rodríguez Vargas, director asociado de Transición Justa de Ecodes, apunta: “Hay que avanzar en combustibles sintéticos. La AST es un espacio interesante, pero nos preocupa que ese avance esté escorado hacia los biocombustibles de origen biológico y se genere una parálisis en los combustibles sintéticos”.

La Alianza para la Sostenibilidad del Transporte Aéreo (AST) explica que la divergencia con Transport & Environment y Ecodes se ha motivado por un desacuerdo en la redacción de los términos de referencia de la Alianza, el documento que define sus procedimientos internos. La AST se encuentra en una fase inicial de conformación y aún no se han definido prioridades específicas, como la apuesta por un tipo concreto de combustible sostenible de aviación (SAF), sino que se defienden ambos como valiosas soluciones de descarbonización. Transport & Environment proponía marcar en este documento un plazo mínimo de 72 horas para la toma de decisiones y las entidades participantes -de forma unánime- consideraron que dificultaría la capacidad de reacción ágil de la AST. Como solución intermedia, se ofreció un plazo de 24 horas para garantizar flexibilidad y agilidad en la toma decisiones, que no fue aceptado. Discrepancia que podría deberse a la necesidad de ajustar procesos internos en organizaciones con centros de decisión ubicados fuera de España.



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