Teresa Ribera: “El acuerdo de la COP28 es una señal muy relevante para los inversores”
“Estoy muy orgullosa de cómo se ha comportado la Unión Europea”, dice la vicepresidenta española tras cerrarse el pacto que pone en el punto de mira de la lucha climática a los combustibles fósiles
Teresa Ribera (Madrid, 54 años) apenas durmió la noche del martes al miércoles, cuando se cerró en decenas de reuniones de la cumbre del clima, la COP28, el acuerdo que pone en el punto de mira por primera vez a los combustibles fósiles. Parte de lo que pudo dormir fue en un sillón que hay en la sala del pabellón de Españ...
Teresa Ribera (Madrid, 54 años) apenas durmió la noche del martes al miércoles, cuando se cerró en decenas de reuniones de la cumbre del clima, la COP28, el acuerdo que pone en el punto de mira por primera vez a los combustibles fósiles. Parte de lo que pudo dormir fue en un sillón que hay en la sala del pabellón de España en la que concede esta entrevista a EL PAÍS, Financial Times y Bloomberg. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica ha sido una de las protagonistas de este pacto, y clave para coser las alianzas que han permitido cerrar exitosamente la cumbre. Al presidir España el Consejo de la Unión Europea, Ribera ha tenido que representar a los Veintisiete en esta cita. La vicepresidenta, una experta en las negociaciones climáticas, destila felicidad durante la entrevista, a pesar del cansancio.
Pregunta. ¿Este es un buen acuerdo?
Respuesta. Sí, creo que es un buen acuerdo. Creo que logramos capturar el impulso de esta enorme demanda para pasar de un mundo de combustibles fósiles a un mundo libre de combustibles fósiles. Y creo que es una muy buena noticia. Estoy muy feliz por conseguirlo. Por supuesto, hay cosas que nos hubiera gustado ver mucho más desarrolladas en el texto. Pero contamos con cada uno de los países, que es clave.
P. ¿Qué significa la expresión transitar o transicionar para dejar atrás los combustibles fósiles que viene en el acuerdo?
R. Bueno, la expresión transición para dejar atrás es probablemente incluso mejor que las expresiones eliminar progresivamente o reducir progresivamente, porque contiene las dos. Tenemos que deshacernos de todo, y esto significa construir el camino para deshacernos de todo. Y ambas cosas son parte de esta expresión. El mensaje es tan claro y tan ampliamente respaldado que incluso aquellos que no estaban dispuestos a hacerlo tienen que sumarse. Por lo tanto, creo que es muy importante. Se subraya el hecho de que tenemos que deshacernos de los combustibles fósiles, y se afirma que necesitamos acelerar la acción en esta década crítica.
P. ¿Esperaba este resultado en una COP que se celebraba en Dubái?
R. Recuerdo que a principios de año tuve una primera conversación con Sultán al Jaber [presidente de la COP28] en los márgenes de una reunión de Irena [la Agencia Internacional de las Energías Renovables] y le dije: “Usted es probablemente la persona mejor posicionada para llevar a cabo esta negociación. Entiende la industria de los combustibles fósiles, entiende la industria de las energías renovables, entiende el sistema financiero, viene de esta región… Y ustedes saben lo que todo esto significa, dónde pueden estar las dificultades. No hay tanta gente que pueda llamar a la puerta de los grandes productores de petróleo y gas”. Le dije que pensara en lo que debería ser, en su legado y en el valor añadido de esta COP. Creo que esto lo tenía en mente, como muchas otras cosas. Estoy segura de que no ha sido fácil. Si pensamos en dónde estábamos, no sé, hace dos meses, no creíamos que pudiéramos responder a la demanda de los países más vulnerables de establecer y empezar a poner en funcionamiento el fondo de pérdidas y daños, que cuenta ya con 700 millones de dólares.
P. Pero, cuando se publicaron las informaciones sobre el posible uso de la COP para hacer negocios por parte de Emiratos, y las declaraciones de Al Jaber sobre los combustibles fósiles, ¿no tuvo dudas sobre su papel?
P. Bueno, creo que es un tipo muy inteligente y, por supuesto, puede pensar en muchos temas de manera muy diferente a mí. Pero lo más importante era estar seguros de que sabía que era responsable del resultado de la cumbre y no solo un intermediario honesto, sino el líder para marcar la diferencia. Y este es un incentivo muy importante. Es decir, Emiratos estaba dispuesto a expresar que podía desarrollar un buen papel en la diplomacia internacional y que estaba comprometido con esta agenda. Por supuesto, cometió errores. Todos cometemos errores. Pero él sabía que era el responsable y que estaba siendo seguido por todos. Sinceramente, creo que fue bueno que expresara públicamente que había sido un error, que expresara públicamente que su compromiso era hacer de esta COP un punto de inflexión en esta década crítica. Luego insistió en el hecho de que los combustibles fósiles podrían ser parte del acuerdo. Tal vez por razones culturales, cada uno de nosotros podría haber hecho las cosas de manera diferente, pero también contó con algunas herramientas y capacidades que no están al alcance de otros.
P. ¿Esta es la mejor COP desde París?
P. París entregó las herramientas para trabajar y garantizar el compromiso, la transparencia, la plataforma para facilitar un sistema de gobernanza para hacer frente al cambio climático. Pero era muy importante terminar este primer ciclo de una manera que pudiera significar que pensáramos que se debe aumentar la ambición y que no queremos estancarnos en el proceso. Así que formalmente es muy importante lo que ha sucedido. Hemos hecho el balance y sabemos que no son suficientes los esfuerzos. Necesitamos inversiones masivas para la transformación de nuestros sistemas energéticos, y un cambio en la forma en que cuidamos la tierra y los bosques. No es que todo esté hecho, no es el caso. Pero el compromiso, la voluntad, el respaldo oficial de estos enfoques debería orientar la próxima ronda de contribuciones. Así que creo que sí, en términos sustanciales, creo que lo es.
P. ¿Por qué cree que Arabia Saudí no se ha opuesto al acuerdo? ¿Cree que se vieron superados en número o que fue por la influencia de Al Jaber?
R. Ellos saben que fueron superados en número y esta fue una discusión que habían tratado de no tener durante décadas. Hace más de 30 años que acordamos en Río de Janeiro que el clima era un problema, que tenemos que lidiar con eso. Y lidiar con eso era lidiar con el carbón, el petróleo y el gas.
P. ¿Cuáles son las implicaciones en el mundo real de que un grupo de países diga “vamos a hacer la transición para alejarnos de los combustibles fósiles”?
R. Creo que es una señal muy poderosa. Y no es algo que vayamos a ver de un día para otro. Quiero decir, no espero una gran reacción en los mercados bursátiles a partir de mañana y una gran desaceleración de las compañías petroleras y las acciones disparadas de las empresas de energías renovables. Pero creo que va a ser una subida constante en un caso y una caída constante hacia abajo en el otro caso. Es una señal muy relevante para los inversores. Sabemos lo que significa en Europa. Los estadounidenses saben lo que significa adoptar su paquete IRA [el plan de Biden que impulsa la transición energética]. Y es muy importante que la señal cubra todo el mundo, que es lo que tenemos aquí. Por supuesto, ahora los inversores, las empresas industriales y las energéticas evaluarán cómo cada país está desarrollando el entorno regulatorio. Pero la señal es importante y lo será cada vez más, y más notable en los mercados bursátiles. También en las inversiones y, en términos generales, en la economía global. Ahora es muy importante que tengamos la capacidad de desarrollar todas estas señales en casa.
P. ¿Qué opina de la mención a la energía nuclear en el acuerdo? El plan del Gobierno español pasa por la eliminación progresiva de esta tecnología.
R. Y esto sigue siendo así. Es decir, lo que dice este apartado del acuerdo es que tenemos que acelerar las tecnologías de cero y bajas emisiones en el sector energético. Enumera, para elegir, muchas diferentes. Lo que significa es que hay una serie de tecnologías que se pueden combinar de diferentes maneras. Puede haber gente que vaya directamente a la energía nuclear o que se quede solo en la energía nuclear. Habrá gente que intentará acelerar el uso del hidrógeno… Es posible que haya quienes se adhieran a las energías renovables. Se trata, entre otras cosas, de mostrar los diferentes elementos que pueden considerarse tecnologías de bajas o nulas emisiones, pero no de que sea necesario actuar sobre cada una de ellas. Y creo que llevamos ya mucho tiempo trabajando en cómo hacer posible esta transición energética en España, según los parámetros europeos. Sabemos que necesitamos desarrollar la energía eólica marina, desarrollar las redes, las interconexiones... Necesitamos poner en marcha el hidrógeno verde para sustituir al gas natural en muchos casos.
P. El acuerdo también incluye las menciones a la captura y almacenaje de carbono. ¿Cree que todo eso dará una señal equivocada a las empresas sobre lo que debe suceder a continuación?
R. No creo que esto vaya a suceder así. Creo que la principal señal para las empresas es: escucha, esto va en serio. Luego habrá un segundo nivel sobre cómo cada país trata de definir el mejor contexto, el mejor entorno para cualquiera que sea la política nacional o las preferencias de los inversores y los actores. Y hay otro factor importante: qué tecnologías ya están disponible, cuál es el precio y el costo de capital, y cómo puede contar con las garantías y el respaldo para cualquier decisión que pueda tomar. Así que no es que vaya a ser automático, pero la dirección es bastante clara para todos.
P. En Europa, estamos empezando a ver retrocesos en la lucha contra el cambio climático, como en Alemania y Países Bajos. ¿Qué papel puede desempeñar este acuerdo en ese contexto?
R. Creo que este acuerdo, y en términos generales la agenda climática, es un motor fantástico para la construcción de Europa y del espíritu europeo y los valores europeos. Cómo trabajar en equipo, tanto a nivel interno como internacional. Y esto también es importante, no solo en términos económicos. Sentir que podemos hacer cosas juntos, y que tiene sentido hacer cosas juntos. Estoy muy orgullosa de cómo se ha comportado la Unión Europea en esta cumbre, todos los ministros. También creo que hay muchos desafíos en torno a la acción climática que conocemos muy bien. Estamos un paso por delante y ya hemos pasado por dificultades, dudas, desafíos que nos permiten entender por qué puede haber personas que teman el cambio. El año pasado pasamos por una situación muy difícil, cuando gran parte de Europa quedó atrapada debido a la alta dependencia de los combustibles fósiles procedentes de Rusia. Decidimos responder de manera conjunta, solidaria y flexible. Pero hubo una lección muy importante que se extrajo de esa crisis, que fue que aquellos que estaban mejor interconectados, aquellos que dependían mucho más de soluciones de energía renovable y aquellos que invertían en eficiencia, estaban en una mejor posición para resistir y evitar el mayor impacto de esta dependencia del extranjero.
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