El PSOE andaluz vira de posición sobre el aumento de regadíos en Doñana: de la abstención al “no absoluto”
La iniciativa legal impulsada en la anterior legislatura por el Gobierno de Juan Manuel Moreno tiene en contra a la Comisión Europea, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, la Unesco y el Gobierno de España
El PSOE andaluz vira su posición sobre la ampliación de regadíos en el entorno del parque nacional de Doñana. Si el Gobierno andaluz, con mayoría absoluta del PP, vuelve a registrar la misma iniciativa que en la pasada legislatura, ya no contará con la abstención que entonces le regaló el grupo socialista, sino que se encontrará con un “no absoluto”, según ha dicho hoy el secretario general del PSOE, Juan Espadas.
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El PSOE andaluz vira su posición sobre la ampliación de regadíos en el entorno del parque nacional de Doñana. Si el Gobierno andaluz, con mayoría absoluta del PP, vuelve a registrar la misma iniciativa que en la pasada legislatura, ya no contará con la abstención que entonces le regaló el grupo socialista, sino que se encontrará con un “no absoluto”, según ha dicho hoy el secretario general del PSOE, Juan Espadas.
El Parlamento andaluz no se constituye hasta el próximo 14 de julio y no será hasta septiembre cuando el Ejecutivo que ahora preside en funciones Juan Manuel Moreno marque sus prioridades, pero Moreno ya ha dicho que las leyes que decayeron por el adelanto electoral serán las primeras en el registro de la Cámara andaluza.
Entre ellas, está la proposición de ley para clasificar 1.606 hectáreas (1.900 según los ecologistas) como agrícolas regables. Esta propuesta cuenta con la oposición de la Comisión Europea, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, la Unesco y el Gobierno de España. El enorme acuífero de 2.409 kilómetros cuadrados que da vida a la reserva natural está sobreexplotado y no hay más agua para repartir. La proposición de ley registrada no habla de las aguas subterráneas, sino de que las nuevas zonas regables se nutrirían de agua superficial a través de un trasvase y unas canalizaciones que, por el momento, solo existen sobre el papel.
Espadas impuso al anterior grupo parlamentario socialista, del que no formaba parte, la abstención ante la toma en consideración de dos proposiciones de ley idénticas presentadas por PP, Ciudadanos y Vox para ampliar los regadíos. Lo hizo en contra de la posición de la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y de algunos diputados socialistas que, no obstante, cumplieron con la disciplina de voto. Espadas defendió entonces su “autonomía” a la hora de tomar decisiones. “La abstención abre una puerta para arreglar un problema”, opinó.
Detrás de esta polémica decisión se encontraba el temor a la penetración electoral de Vox y el PP en la provincia de Huelva, donde el PSOE ganó las últimas elecciones municipales con el 44% de los votos y sacó más de 20 puntos de diferencia al PP, segundo partido más votado. Los socialistas creían con la abstención se situaban en condiciones ventajosas para encontrar la solución a un problema que arrastra desde 2014, cuando algunos agricultores de Almonte, Bonares, Lucena del Puerto, Moguer y Rociana del Condado se quedaron fuera de la revisión del plan de la fresa y ahora reivindican unos “derechos históricos” para poder cultivar como sus vecinos. Pero esa posición neutral de los socialistas en un tema tan sensible como Doñana no les ha reportado ningún beneficio electoral. El PSOE ha retrocedido en la provincia de Huelva a tenor de los resultados obtenidos en las pasadas elecciones andaluzas, en las que el PP sacó 14,8 puntos de ventaja a los socialistas.
Espadas ha instado al presidente de la Junta en funciones a convocar al Consejo de Participación de Doñana, donde están representados todos los sectores implicados, convencido de la necesidad de “escuchar a los ayuntamientos del entorno, a los agricultores, a los ecologistas”.
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