“Sin experimentación animal, no tendríamos ahora vacunas contra la covid”
El presidente del Comité de Ética del CSIC, Lluís Montoliu, defiende que en el escándalo del laboratorio Vivotecnia ha fallado la supervisión dentro de la propia empresa
El presidente del Comité de Ética del CSIC, el genetista Lluís Montoliu (Barcelona, 57 años), asegura que lo que más le ha dolido al ver las imágenes de maltrato en el laboratorio Vivotecnia ha sido la falta de respeto con la que se trataba a los animales con los que se experimentaba. Este investigador defiende que hay ocasiones en las que no queda más remedio que provocar daño a otras especies, p...
El presidente del Comité de Ética del CSIC, el genetista Lluís Montoliu (Barcelona, 57 años), asegura que lo que más le ha dolido al ver las imágenes de maltrato en el laboratorio Vivotecnia ha sido la falta de respeto con la que se trataba a los animales con los que se experimentaba. Este investigador defiende que hay ocasiones en las que no queda más remedio que provocar daño a otras especies, pero asegura que lo descubierto en esta empresa ubicada en Tres Cantos (Madrid) es del todo extraordinario.
Pregunta. ¿Qué piensa del vídeo que ha destapado este caso de maltrato animal en Vivotecnia?
Respuesta. Este tipo de vídeos son siempre deleznables. En este caso, llevo más de 30 años trabajando en experimentación con animales y no he podido acabar de verlo. Contiene procedimientos mal realizados y maltrato animal gratuito, pero lo que más me molestó y enfadó fue la falta de empatía y los comentarios de las personas. Es un privilegio poder trabajar con animales y así lo tenemos que asumir. Esa falta de respeto que trasladan las imágenes me parece lo peor.
P. ¿Este caso es realmente tan excepcional?
R. Es muy excepcional en España y en todo el mundo. La experimentación animal está muy regulada y para que se den estas imágenes tienen que concurrir toda una serie de fallos en el sistema. Para la experimentación hay que pedir permiso y la deben llevar a cabo personas que tienen su capacitación, es como nuestro carnet de conducir para poder usar animales. Y luego hay otras personas que deben controlar lo que se hace. Hay una investigación abierta, pero para mí lo que trasluce este vídeo es una falta de supervisión. Yo puedo trabajar en un laboratorio con estudiantes o técnicos, pero soy el responsable de lo que ellos hacen. En este caso, la empresa, los mandos intermedios y los directivos son en definitiva los responsables.
P. ¿No habría también imágenes muy duras si se mete una cámara en cualquier otro laboratorio que experimente con animales?
R. Los procedimientos de experimentación animal, todos, tienen que estar detallados, revisados por varios comités de ética y autorizados. Si tú pones una cámara en un quirófano cuando están operando a una persona, vas a ver una serie de cosas que a la gente le puede chocar. En una operación de corazón tienen que abrir el tórax, es algo brutal que hacen diariamente los cirujanos cardiovasculares y no son imágenes placenteras de ver, aunque gracias a esto se salvan vidas. No te estoy diciendo que solo hacemos caricias a los animales, pero está justificado el posible daño que se les hace si el beneficio que se quiere obtener es mayor. Esto es el dogma cuando evaluamos todos estos procedimientos. Con la actualización de la normativa de experimentación animal, los procedimientos [a los que son sometidos] pueden ser leves, moderados, severos o sin recuperación. Cuanto más elevada es la severidad del procedimiento, más justificación tiene que aportar el investigador para poder realizarlo. Un ejemplo que explico yo en mis clases: cuando nosotros tenemos dolor, agradecemos que existan drogas como el Nolotil y otras de este tipo, pero para investigar nuevos analgésicos hay que realizar un experimento en el cual tengas la posibilidad de transmitir el dolor a un animal. Es la única forma de verificar si al administrar la droga experimental ese dolor se deja de percibir.
P. Para las vacunas de la covid se ha realizado mucha experimentación con animales, ¿no es así?
R. Todo lo rápido que han ido los ensayos clínicos en humanos ha sido porque se han invertido cantidades ingentes de dinero, pero todas y cada una de las vacunas tuvieron que validarse antes no en uno, sino en diferentes modelos animales. Se validaron primero en ratones (a los que hay que hacer una pequeña modificación genética para que sean infectables por este coronavirus), también en hámsteres (que sí se infectan) y, finalmente, en los más parecidos a nosotros, que son los primates, especies de macacos en las cuales se han validado la vacuna de Pfizer, de Moderna, de Astrazeneca, de Janssen, de Sputnik… Las que se están elaborando en España también se están testando ahora en primates no humanos. Sin experimentación animal, no tendríamos ahora vacunas contra la covid.
P. Hoy en día existen alternativas para reducir los experimentos con animales.
R. Si vas a la página de transparencia en experimentación animal de la COSCE [Confederación de Sociedades Científicas de España], verás que desde 2009 a 2019 se ha producido un descenso de aproximadamente un 40% de los experimentos con animales. Estamos en cerca de 800.000 usos de animales anuales, la gran mayoría son roedores, y de ellos, la gran mayoría, ratones. Cuando un investigador plantea una investigación con animales, tiene que justificar que no existe un método alternativo que le permita obtener conclusiones compatibles con el experimento que quiere realizar. Si existen, no es opinable, está obligado por ley a utilizar el método alternativo. En muchas evaluaciones de toxicología, hay ahora ensayos alternativos en modelos celulares, en organoides o en colonias celulares que ya no requieren animales. Pero yo que trabajo con enfermedades raras y discapacidad visual, pues todavía no tenemos un sistema que me permita utilizar algo que no sea un ser vivo. Lo mismo con las vacunas o con el desarrollo de antitumorales.
P. ¿De qué forma trabaja el CSIC con el laboratorio Vivotecnia?
R. Vivotecnia es una empresa, una CRO [Organización de Investigación por Contrato], que tiene dos tipos de actividades. Una es la de experimentación animal para terceros, que ha sido suspendida temporalmente por la Comunidad de Madrid, pero también es una empresa de servicios que provee de personal de animalarios a muchos otros centros, del CSIC y de otras instituciones. Hay muchos centros del CSIC que cuentan con personal que está externalizado a esta empresa, esto no está investigado ni está suspendido, y tenemos un contrato en vigor. En el CSIC apoyamos la investigación abierta y obraremos en consecuencia a las conclusiones. Se decidirá si se renueva el contrato o lo que se tenga que decidir.
P. Cuando un investigador experimenta con animales, ¿puede a la vez empatizar con ellos?
R. Esto es muy importante y en el laboratorio somos muy conscientes. Aquí hay personas que son responsables de las diferentes colonias de ratones con las que estamos investigando y los tratan con un… —iba a decir cariño, pero igual la humanización de estas cosas no es adecuada— con máximo respeto. Se conocen a todos los ratones, cada día los peinan, los revisan, jaula por jaula. Una ciencia bien hecha es también la que da buenos resultados. Una ciencia mal hecha no puede dar nunca buenos resultados.
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