“Hay posibilidades altas de que se den las condiciones necesarias para la vida fuera de nuestra galaxia”
Adriana Ocampo, responsable del Programa Nuevas Fronteras de la NASA, presenta en España la misión ‘Lucy’ que explorará por primera vez los asteroides troyanos
Adriana Ocampo, responsable del Programa Nuevas Fronteras de la NASA, recuerda que su curiosidad por la ciencia ha estado siempre presente en su vida. Cuando era una niña se subía al tejado con su perro para ver qué podían observar en el cielo. Esa curiosidad siguió creciendo y en cuanto contempló la llegada del ser humano a la Luna en 1969 tuvo claro que quería formar parte del equipo q...
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Adriana Ocampo, responsable del Programa Nuevas Fronteras de la NASA, recuerda que su curiosidad por la ciencia ha estado siempre presente en su vida. Cuando era una niña se subía al tejado con su perro para ver qué podían observar en el cielo. Esa curiosidad siguió creciendo y en cuanto contempló la llegada del ser humano a la Luna en 1969 tuvo claro que quería formar parte del equipo que había conseguido visitar aquel lugar. Cuando era joven, Ocampo (66 años, Barranquilla, Colombia) emigró a Estados Unidos, y lo primero que hizo al bajar al avión fue preguntar dónde estaba la NASA. Al poco de llegar comenzó allí un voluntariado y ese lugar se convertiría muy pronto en lo que ella define como su segunda casa. Desde ese primer contacto no ha dejado de trabajar en numerosos proyectos y ha sido responsable de algunos muy relevantes, como New Horizons, misión que exploró Plutón y sus lunas, y Juno, que analiza Júpiter.
La investigadora de origen asturiano ha visitado recientemente Madrid, invitada por la Embajada de EE UU, para presentar la misión Lucy, que arranca el próximo 16 de octubre. El proyecto analizará un asteroide del cinturón principal, ubicado entre las órbitas de Júpiter y Marte, y siete troyanos, cuerpos que siguen o lideran a Júpiter en su órbita alrededor del Sol. La duración de este gran viaje no tripulado se calcula en 12 años, y en él está incluida una placa con mensajes inspiradores de poetas y artistas, como una cápsula del tiempo para “los próximos humanos”, explica la investigadora. En esta misión ha tenido un papel esencial el Instituto de Ciencias y Tecnologías Espaciales de Asturias (ICTEA), que se ha encargado de almacenar 22 telescopios con los que se espera observar un evento astronómico sin precedentes: una estrella se enfrentará hoy con uno de los troyanos de la misión (Polymele) y la sombra que produzca se verá reflejada en España. Con estos instrumentos podrán determinar el tamaño del cuerpo y ayudar así con el proyecto.
Pregunta. ¿Qué se espera conocer con esta misión?
Respuesta. Queremos saber cómo se formaron los planetas gigantes. Se piensa que Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno han emigrado en su trayectoria, que donde hoy los encontramos orbitando no es donde se formaron originalmente. Queremos entender cómo ocurrió eso, cómo sus órbitas han cambiado. Los asteroides troyanos son los vestigios de ese proceso de formación. Pensamos que, quizá, estudiar los asteroides troyanos es como tener rayos x y vamos a poder ver el núcleo de los planetas gigantes, porque son los vestigios de la formación planetaria del Sistema Solar.
“Estudiando la correlación de la familia de asteroides vamos a descifrar la historia del Sistema Solar”
P. Ya se ha estudiado con anterioridad a los asteroides. ¿Por qué es tan importante estudiar los asteroides troyanos en concreto?
R. Los asteroides troyanos no solamente nos van a ayudar a determinar la correlación entre el cinturón de Kuiper y otros objetos y asteroides, cuestión que llevamos observando desde 2015. También nos va a ayudar en la correlación con la cronología.
Se piensa que los asteroides troyanos en su superficie han sido transformados por la molécula del agua. Con la misión Lucy queremos identificar la composición del suelo de estos asteroides, saber si han sido rehidratados y cómo han sido transformados. Además, observaremos la diversidad de la composición que podamos encontrar y el material orgánico que sabemos que tienen algunos de estos asteroides troyanos. Para que la vida se dé como la conocemos necesitamos tres ingredientes clave: agua líquida, material orgánico y una fuente de energía, que en el caso del Sistema Solar es el Sol. Si estos asteroides contienen material orgánico y material que ha sido hidratado por la molécula del agua, nos pueden ayudar a descifrar cómo podría ser la vida fuera de nuestro planeta. Estudiando esa correlación de todas estas familias de asteroides vamos a realmente a descifrar la historia de nuestro Sistema Solar, especialmente la historia planetaria.
P. ¿Cuándo se empezarán a conocer los primeros datos?
R. La misión Lucy tiene una trayectoria que llamamos oportunística, es decir, vamos a usar una sola nave especial para, con la misma trayectoria, visitar ocho mundos. El primero al que vamos a ir en 2025 es un asteroide que se llama Donaldjohanson. Donald Johanson es quien descubrió el fósil Lucy, y por ello la misión lleva este nombre. Al igual que Lucy nos ha enseñado mucho acerca de nuestros orígenes como especie, esperamos que la misión Lucy nos enseñe también sobre nuestros orígenes planetarios.
P. Entonces en cuatro años, cuando se llegue a ese asteroide, es cuando se empezará a tener los primeros datos.
R. Así es. Lo extraordinario de esta trayectoria oportunística es que va a pasar por la Tierra tres veces, usando el campo gravitacional de nuestro planeta para acelerarla y redireccionarla para sobrevolar los asteroides troyanos. De esa forma se usa menos combustibles.
P. Una parte del proyecto se ha desarrollado durante la pandemia. ¿Cómo ha sido trabajar en una misión espacial en mitad de una situación tan excepcional?
R. La misión Lucy rompió todos récords. Es la única que se ha construido bajo una pandemia. En la NASA estamos acostumbrados a tener retos muy grandes, todo lo que hacemos es por primera vez. Pero, al mismo tiempo, construir en una pandemia requirió desarrollar nuevas metodologías. Había algo que llamamos 6-15, que era nuestro mantra: estar a seis pies [unos dos metros], por no más de 15 minutos. Usualmente uno piensa que va a tomar muchísimo más tiempo construir la nave — en estas circunstancias —, pero nosotros estábamos bajo la presión del calendario. El equipo hizo algo extraordinario: la construcción de la nave espacial que hubiese tomado nueve meses se hizo en seis meses y medio. Las metodologías usadas resultaron tan efectivas que vamos a hacer lo que se llama lessons learned [lecciones aprendidas]: qué aprendimos de esto para que el equipo de Lucy se lo enseñe a otras misiones que están en construcción. Como, por ejemplo, Psyche, que va a ir un mundo metálico o Europa Clipper, que va a explorar una de las lunas de Júpiter que se piensa también que tiene un océano, material orgánico, agua líquida, etc.
“‘New Horizons’ ha sido la misión que ha cambiado el pensamiento sobre el Sistema Solar”
P. ¿Cuál ha sido la misión reciente que más ha cambiado la visión que se tiene del Sistema Solar?
R. De cada misión aprendemos tantas cosas que siempre salimos con más preguntas que respuestas. Pero pienso que, recientemente, la misión New Horizons ha sido extraordinaria. Esta misión fue a un lugar nunca explorado anteriormente, a los límites fronterizos del Sistema Solar, donde exploró Plutón y sus lunas. Realmente ha cambiado la perspectiva de nuestro Sistema Solar. Es lo que nos hizo enfocarnos en que somos más que planetas, y tenemos todos estos otros objetos en nuestro Sistema Solar que nos hacen más ricos y más complejos. Por lo tanto, pienso que New Horizons, en tiempos recientes, ha sido la misión que ha cambiado completamente lo que pensamos del Sistema Solar.
P. Usted fue la responsable de esta misión, ¿qué recuerdos tiene de ella?
R. Fue una misión de larga duración, de nueve años y medio, donde tuvimos grandes retos. Pero lo extraordinario es que teníamos una sola oportunidad: o lo hacíamos bien o fallamos del todo. La presión fue muchísima. El equipo era muy diverso y muchas mujeres tomaron liderazgo. Muchas personas del equipo de Lucy trabajaron también en el proyecto New Horizons. A veces uno piensa ¿cómo es que la NASA ha tenido tanto éxito, relativamente? Todo tiene que ver con el equipo, con las personas, y esa sed de proveer conocimiento.
“No me sorprendería que encontremos un cerco de vida pasada con ‘Perseverance’”
P. A lo largo de la historia se han explorado planetas, la Luna, asteroides y ahora los troyanos. ¿Cree que es posible, si se continúa investigando así, que se encuentre vida fuera de la Tierra?
R. La pregunta de si estamos solos en el universo es parte de la misión de la NASA. Se han descubierto ya más de 5.000 exoplanetas, planetas que están orbitando alrededor de una estrella. Eso es dentro de nuestra galaxia, y sabemos que hay miles de millones de galaxias en el universo. Hay posibilidades altas de que se hayan replicado las condiciones que dieron origen la vida, tal y como la conocemos. Estadísticamente son potencialmente altas. Ahora hemos estado aprendiendo de lo que son los nichos de vida y hemos encontrado esas condiciones incluso dentro de nuestro Sistema Solar. Con Perseverance, que está capturando en Marte y extrayendo esas muestras que van a ser retornadas a la Tierra, no me sorprendería que a lo mejor encontremos un fósil ahí, un cerco de vida pasada. No me sorprendería que en la misión a Europa se pudiese encontrar agua. Pienso que estamos en la era dorada de la exploración espacial y realmente somos muy afortunados de estar viviendo en ella porque nos vamos a sorprender con lo que venimos explorando con estas misiones espaciales. Las próximas generaciones van a tener un gran legado.
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