‘Al Amal’: mucho más que una misión a Marte
Emiratos Árabes aspira a ser una potencia espacial y liderar el mundo árabe en tecnología con la llegada de su sonda este martes al planeta rojo
La llegada a Marte de la sonda emiratí Al Amal (Esperanza) es mucho más que una misión espacial. Al margen de sus objetivos científicos, Emiratos Árabes Unidos (EAU) aspira a consolidar su liderazgo regional y codearse con las grandes potencias. Si tiene éxito (y solo uno de cada dos proyectos lo han conseguido), será la quinta potencia en alcanzar el planeta rojo, tras Estados Unidos, la antigua Unión Soviética, China, ...
La llegada a Marte de la sonda emiratí Al Amal (Esperanza) es mucho más que una misión espacial. Al margen de sus objetivos científicos, Emiratos Árabes Unidos (EAU) aspira a consolidar su liderazgo regional y codearse con las grandes potencias. Si tiene éxito (y solo uno de cada dos proyectos lo han conseguido), será la quinta potencia en alcanzar el planeta rojo, tras Estados Unidos, la antigua Unión Soviética, China, la India y la Agencia Espacial Europea, además del tercero en lograrlo al primer intento. De momento, Al Amal se ha convertido en la primera misión interplanetaria árabe.
Los medios de comunicación locales, que siguen con entusiasmo las noticias sobre la sonda, también destacan que será la primera de las tres lanzadas el pasado julio en entrar en la atmósfera marciana. Y las primeras posiciones son muy importantes para un país empeñado en ser relevante a pesar de su escaso tamaño y población (9,5 millones de habitantes, el 89% extranjeros). Al Amal es uno de los proyectos con los que las autoridades emiratíes quieren dejar atrás su dependencia del petróleo y el gas en favor de la economía del conocimiento.
“La Misión a Marte de Emiratos representa las aspiraciones que distinguen a nuestro país y refleja nuestra posición de liderazgo en el mundo árabe e islámico”, ha declarado el jeque Mohamed Bin Zayed, gobernante de hecho de EAU en tato que heredero de Abu Dhabi, el mayor de los siete principados de esa federación. Como un eco a sus palabras, los principales edificios de los países vecinos se iluminan estos días de rojo en homenaje a la aventura emiratí.
El plan de enviar una sonda a Marte se gestó durante un retiro del Gobierno a finales de 2013 para dilucidar cómo celebrar el 50º aniversario de la independencia de los británicos. Algún astuto asesor debió de caer en la cuenta de que justo el 2 de diciembre de 1971 en que se fundaba el país, aterrizó con éxito en aquel planeta el primer artefacto enviado por los humanos, la Mars 3. La idea resultó lo suficientemente atractiva para las ambiciones de los dirigentes: siete meses después se establecía la Agencia Espacial de EAU.
Aunque gran parte de Al Amal se fabricó en el Laboratorio de Física Atmosférica y Espacial de la Universidad de Colorado, otra parte importante se llevó a cabo en EAU
La ejecución y supervisión del proyecto se encargó al Centro Espacial Mohamed Bin Rashid (MBRSC, en sus siglas en inglés), que funcionaba desde 2006 en Dubái y que ya había producido varios satélites de observación. El objetivo era fabricar la sonda desde cero, no comprarla a una gran corporación. Pero los ingenieros emiratíes carecían de la experiencia para lograrlo en apenas seis años. El MBRSC recurrió a la cooperación con varias universidades estadounidenses cuyos científicos hicieron de mentores. Aunque gran parte de Al Amal se fabricó en el Laboratorio de Física Atmosférica y Espacial de la Universidad de Colorado, otra parte importante se llevó a cabo en EAU.
Al Amal fue propulsado por un cohete japonés desde el Centro Espacial de Tanegashima (Japón) el 20 de julio. Por primera vez, la cuenta atrás para un lanzamiento se hacía en árabe. Poco después la estación de la NASA en Robledo de Chavela, a las afueras de Madrid, captaba su señal. En la cuenta atrás para su entrada en la atmósfera de Marte, prevista para este martes, los gobernantes emiratíes han invitado no solo a los habitantes de EAU, sino a los de toda la región a celebrar “el avance del mundo árabe en la exploración del espacio”. Confían en que sirva de inspiración para atraer a los jóvenes hacia el estudio de las ciencias y la tecnología.
Tenga éxito o no, Emiratos ya está en el mapa de las potencias espaciales y sus ambiciones no acaban en la sonda. Además del envío a la luna de una nave espacial con un vehículo de exploración en 2024, el jeque Mohamed Bin Rashid, emir de Dubái y vicepresidente del país, anunció hace cuatro años planes para establecer “el primer asentamiento humano” en Marte para 2117. De momento, su centro espacial ya tiene un programa de formación de astronautas en colaboración con la NASA y en 2019 envió a la Estación Espacial Internacional al primer emiratí, Hazza al Mansoori.
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