Alivio, no euforia
El comunicado de Pfizer no basta. Necesitamos más datos y más vacunas
La vacuna de Pfizer no solo ha disparado la cotización en Bolsa del gigante farmacéutico, sino que ha propagado una sonrisa de alivio entre los expertos y el público, bien necesaria tras ocho meses de angustia y penalidad. Una vacuna que proteja al 90% de la población que la recibe es más de lo que esperaban sus propios creadores, y desarrollarla en menos de un año, y además con una técnica novedosa, puede considerarse un hito biotecnológico. Hasta ahí todo bien...
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La vacuna de Pfizer no solo ha disparado la cotización en Bolsa del gigante farmacéutico, sino que ha propagado una sonrisa de alivio entre los expertos y el público, bien necesaria tras ocho meses de angustia y penalidad. Una vacuna que proteja al 90% de la población que la recibe es más de lo que esperaban sus propios creadores, y desarrollarla en menos de un año, y además con una técnica novedosa, puede considerarse un hito biotecnológico. Hasta ahí todo bien, pero el alivio no debe convertirse en euforia –para eso ya están los mercados—, porque quedan cuestiones sustanciales por aclarar y problemas graves por resolver.
Para empezar, el mundo se ha enterado de esto por una nota de prensa más bien destinada a los parqués bursátiles que a la comunidad científica. La forma corriente de presentar los resultados es una publicación revisada por pares, donde expertos independientes evalúan el trabajo, plantean sus críticas, solicitan más datos y, de no quedar satisfechos, lo rechazan directamente. Es cierto que Pfizer se ha sometido a un comité científico independiente de manera voluntaria, lo que es muy de agradecer, pero los resultados que presenta no se pueden considerar a prueba de agua mientras no sigan el procedimiento convencional, mucho más garantista.
Los datos de la nota de prensa son insuficientes por varias razones. Incluso una autorización de emergencia por la FDA (la agencia del medicamento estadounidense) requeriría 164 casos de covid, y no los 94 actuales. De hecho, la empresa no aclara cuántos de esos 94 casos pertenecen al grupo vacunado y cuántos al grupo placebo, aunque si es cierto que la vacuna protege al 90% se colige que la gran mayoría son del grupo placebo.
Lo peor que podríamos hacer, en cualquier caso, es relajar las medidas de protección porque un comunicado de una empresa dice que tendrá 50 millones de dosis antes de que acabe el año
La viróloga Margarita del Val señala otro problema más grave. El comunicado de Pfizer afirma que la vacuna protege de los síntomas leves de la covid, luego no sabemos si protege de los síntomas graves. De no hacerlo, la utilidad de la vacuna se vería muy mermada, puesto que apenas ayudaría a los grupos de riesgo como las personas mayores, que son los que suelen sufrir los síntomas graves. Y hay otra cuestión más técnica. El comunicado no menciona que la vacuna inhiba la replicación del virus. Si no lo hace, las personas vacunadas, por más que vean aliviados sus síntomas, pueden perfectamente seguir siendo infecciosas, pues tendrán virus en sus vías respiratorias. De ser así, el valor de la vacuna para contener la propagación poblacional sería muy discutible. Es necesario despejar todas estas dudas antes de echar las campanas al vuelo.
Lo peor que podríamos hacer, en cualquier caso, es relajar las medidas de protección porque un comunicado de una empresa dice que tendrá 50 millones de dosis antes de que acabe el año. Erradicar un virus pandémico requiere vacunar a la población mundial, o unos 14.000 millones de dosis (a dos por persona). Estamos muy, muy lejos de eso todavía, y nos faltan muchos datos y más vacunas que irán llegando más tarde. Calma y paciencia.
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