Detenido un exagente de Pinochet condenado por el crimen en Chile del español Carmelo Soria

La Policía de Investigaciones (PDI) ha detenido este viernes en Arica, en el extremo norte chileno, a Guillermo Salinas Torres, exintegrante de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), la policía secreta de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Estaba prófugo desde agosto de 2023, cuando la Corte Suprema chilena lo condenó, junto a otros cinco exagentes y a dos exintegrantes del Ejército, por el homicidio en julio de 1976 del ciudadano español Carmelo Soria, economista, militante comunista y miembro de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en Santiago. Soria fue secuestrado, torturado y luego asesinado.

Salinas Torres era miembro de la Brigada Mulchén de la DINA. La justicia chilena lo condenó a 15 años y un día de presidio como autor del homicidio de Soria y a 541 días de cárcel como autor de asociación ilícita. Además, la jueza Paola Plaza lo mantiene procesado por el asesinato del conservador de Bienes Raíces de Santiago Renato León Zenteno, ocurrido en noviembre de 1976, a quien los agentes de Pinochet lo mataron al hacerle inhalar gas sarín pues se negó a entregarles una propiedad.

Carmelo Soria era desde mayo de 1973 jefe de la sección Editorial y de Publicaciones del Centro Latinoamericano de Demografía, de Naciones Unidas. Fue secuestrado el 14 de julio de 1976 cuando salía de su oficina en el municipio de Providencia, en el sector oriente de Santiago, y llevado por la Brigada Mulchén a un cuartel secreto de la DINA en Lo Curro, un sector acomodado de la capital chilena. Allí, según el proceso judicial, tenía sus ojos vendados y estaba amarrado a una silla. Su cadáver apareció dos días después, fracturado dentro de su auto, con las llaves puestas, los vidrios quebrados y una botella de pisco, en un riachuelo en área norte de la ciudad después de que pasara dos días desaparecido. Un montaje de la DINA para que pareciera un accidente.

Cuando fue asesinado, el funcionario de la Cepal tenía 54 años, y tres hijos —Laura, Carmen y Luis—. Su esposa, la médica chilena Laura González-Vera, jamás creyó en la versión policial de la época. En Chile el caso tuvo un dramático devenir judicial a partir de 1976, pues fue cerrado varias veces, e, incluso, dos de los inculpados fueron amnistiados. Pero, 47 años después, la Corte Suprema condenó a los autores del crimen.

Tras la detención de Guillermo Salinas Torres, quien es oficial en retiro del Ejército, la magistrada Paola Plaza ha ordenado su ingreso a prisión para cumplir la condena.