La madre de Coronel a la que le han matado a dos hijas en tres años: “Si no pude hacer justicia por la primera, tengo que hacerlo por la otra”
La primogénita de la chilena María Neira fue víctima de un femicidio en septiembre y su tercera, de un homicidio en 2021
A sus 42 años, la chilena María Neira, nacida en la comuna portuaria de Coronel, 500 kilómetros al sur de Santiago de Chile, ha tenido que enterrar a dos de sus hijas. Ambas murieron en manos de hombres. A la primogénita, Nicole Breve, de 25 años, la violó y asesinó su expareja, de 28, el pasado septiembre. El imputado por femicidio y abuso sexual agravado “actuó fuera de toda misericordia y compasión”, determinó el juez. Tres años atrás, un adolescente y un hombre adulto golpearon brutalmente a Estefanía Breve, de 19, mientras ésta pasaba el rato con su novia en la calle. El tribunal no logró acreditar que los acusados actuaran motivados por la orientación sexual o la identidad de género de la víctima y fueron condenados por homicidio simple. Neira, evangélica, se ha refugiado en Dios para encontrar la paz y la tranquilidad. “No hay palabras para describir lo que siento. Nadie espera que una madre sea la que entierre a sus hijos”, afirma por teléfono, y añade: “Pero si no pude hacer justicia por la primera, tengo que hacerlo por la otra”.
El pasado jueves 5 de septiembre María Neira sentró a Facebook y leyó que habían encontrado a una mujer muerta en Playa Negra, a metros del puerto de Coronel. Había una fotografía de dos amigos de su hija Nicole y la madre de uno de ellos y se preguntó qué hacían ahí. Por curiosidad, se trasladó hasta el lugar del suceso y le preguntó a unos carabineros quién era la víctima. “No se sabe nada. Está irreconocible”, le respondieron. “A mí no se me pasaba por la cabeza que era mi hija, pero todos decían que era la Nicole”, relata. Así que espero que se llevaran el cuerpo, que le hicieran muestras de ADN y cerca de las dos de la madrugada confirmó que se trataba de su hija.
Nicole es una de las tres mujeres víctimas de femicidio en lo que va del año en Coronel, un municipio de unos 125.000 habitantes. Los homicidios en la comuna ya alcanzan los 15, superando el total registrado en 2023 (14).
María, actualmente cesante y expersonal de aseo del Hospital de Coronel, creció en un hogar con padres alcohólicos. Tuvo a Nicole a los 16 años y no tenía los recursos para criarla, así que le entregó la tutela a su suegra de entonces. Después tuvo otros dos hijos con aquella pareja, pero el vínculo con Nicole fue distinto. “No teníamos mucho feeling”, sostiene. Hablaban poco, no sabía en qué andaba. “Fui a consolar a su abuela, pero no hay palabras. Está bien que yo sea la mamá, pero ella es la que la crió”, añade. Desde que falleció la mayor de sus hijas, dice que muchas personas le han ofrecido ayuda: “Pero yo ya pasé un proceso con mi otra hija y uno pierde la confianza y la fe en que se haga justicia”.
El 17 de febrero de 2021, Estefanía Breve, quien vivía con su madre y trabajaba de temporera esporádica, estaba con su novia casi a la medianoche, cuando un grupo de jóvenes se les acercó. Cristóbal Peñailillo y un menor de edad las atacaron con elementos cortantes y contundentes, entre ellos, una botella rota. La pareja de Estefanía sufrió lesiones, pero salió con vida, mientras que las heridas causadas a la hija de María le provocaron “un traumatismo torácico complicado” que le causó la muerte, según el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Concepción. La condena a Peñailillo fue de siete años y 50 días de presidio, como autor de los delitos de homicidio simple y lesiones menos graves. Al menor de edad le dieron cinco años de privación de libertad en un centro especializado para adolescentes, bajo un programa de reinserción social, por su participación como autor del homicidio.
“Le dieron cinco años y salió al año y medio”, lamenta María cuando detalla por qué siente que no se hizo justicia con la muerte de Estefanía. El autor del delito es su vecino, vive a la vuelta de su pasaje, pero dice que nunca se ha acercado a pedirle perdón. Tampoco nadie de su familia. Esta vez, con el caso de Nicole, la mujer defiende que tiene que ser más fuerte. “Aunque espero que no se me mueran todos los hijos para poder sacar la fuerza”, añade la madre de un joven de 21 y una adolescente de 16, hija de su segunda pareja, con quien está desde que nació la menor.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.