Las denuncias en Chile por problemas en la convivencia dentro de la comunidad escolar suben un 58% en diez años
Un estudio de la fundación Acción Educar señala que los casos que involucran a estudiantes, profesores y apoderados sobre maltrato, discriminacón y situaciones de connotación sexual marcaron su mayor cifra en 2023
El martes 3 de septiembre en el Liceo Gastronomía y Turismo de Quilpué, en la región de Valparaíso, dos apoderados protagonizaron una pelea tras asistir a una cita en el recinto educacional porque sus hijos se habían golpeado durante el horario de clases. El altercado entre los adultos causó lesiones a trabajadores del colegio y también la destrucción de material pedagógico. Tan solo unos días más tarde, el 5 de septiembre, en la comuna de Puente Alto, al sur de la región Metropolitana de Santiago, dos familias de estudiantes del colegio Nueva Era Siglo XXI se vieron envueltas en una riña que terminó con una mujer atropellada y un hombre apuñalado.
Estos dos episodios, difundidos por redes sociales y los medios de comunicación locales, son una muestra de cómo la violencia ha permeado en algunos establecimientos educaciones en Chile. Un reciente estudio de Acción Educar, una fundación dedicada a la investigación de políticas públicas, muestra que en 2023 las denuncias por problemas de convivencia escolar (maltrato a estudiantes o adultos, discriminación y situaciones de connotación sexual) que llegan a la Superintendencia de Educación, un organismo estatal, alcanzaron su máximo histórico el año pasado, subiendo un 58% en una década: si en 2014 hubo 7.828 en 2023 llegaron a 12.369.
Previo al alza histórica que hubo en 2023, en 2018 también se produjo un aumento en las denuncias, con 10.657 casos. Durante la pandemia, sin embargo, un periodo en que los escolares chilenos estuvieron en promedio 259 días sin clases presenciales según un informe de la OCDE, bajaron a 1.500 tanto en 2020 como en 2021.
En paralelo, un cuestionario realizado a alumnos de cuarto básico en 2023, en el contexto de la medición de El sistema nacional de evaluación de resultados de aprendizaje (SIMCE), que elabora la Agencia de calidad de la educación (un organismo estatal), muestra que cuatro de cada 10 estudiantes creen que no se respetan las normas de convivencia. Además, el porcentaje de estudiantes que perciben que los alumnos se tratan con respeto cayó desde un 59,7% en 2018 a un 53,3% en 2023.Para Manuel Villaseca, director de Estudios de Acción Educar, “el aumento de la violencia en los últimos años está asociado con el cierre de escuelas por la pandemia, que deterioró el vínculo de confianza de los estudiantes con su comunidad educativa, pero también con una pérdida de la autoridad pedagógica y directiva”.
Uno de cada tres alumnos presenta inasistencia grave
El estudio, que se realizó a partir de datos del Ministerio de Educación, también constata que el porcentaje de alumnos con inasistencia grave se ha elevado por sobre los niveles prepandemia y, a pesar de que hay una leve mejoría respecto al año 2022, en 2023, un tercio de los alumnos del sistema escolar (desde prekínder a cuarto medio) presentaron inasistencia grave, es decir, perdieron más del 15% de los días lectivos del año.
Además, un 6,4% de la matrícula escolar, correspondiente a 198.604 niños y adolescentes, se ausentó a más de la mitad de los días de clases. “Hay un problema de vinculación con la comunidad educativa que empezó a agravarse fuertemente desde la pandemia, pero que venía en deterioro desde antes. Que uno de cada tres estudiantes tenga inasistencia grave es un índice que no veíamos en Chile hace varios años. Nosotros no habíamos acostumbrado a tener índices de asistencia muy altos, índices de asistencia grave muy bajos y de repente, después de la pandemia, nos encontramos con esto que es una crisis total de asistencia escolar y de vinculación también”, apunta Villaseca.
Los problemas de asistencia se complejizan, según el análisis, en los Servicios Locales de Educación (SLEP), los nuevos órganos del Estado que reemplazan a los municipios en la responsabilidad de entregar educación pública en Chile, donde un 14,3% de los alumnos no asistió a más de la mitad de las clases en 2023, según el estudio de Acción Educar. El año pasado los SLEP estuvieron en el centro del debate público por un paro de profesores en la región de Atacama, en el norte chileno, que provocó que los estudiantes perdieran 80 días de clases.
Por otra parte, los alumnos que abandonan el sistema educativo, que se catalogan como “desvinculados”, han presentado un incremento en los últimos años. Entre 2018 y 2019 la cifra alcanzaba los 40.757 alumnos, entre 2022-2023 aumenta a 50.814. El estudio acota que, a pesar de que el Ministerio de Educación cuenta con un eje centrado en la asistencia y revinculación, “la cantidad de alumnos que retornan a algún establecimiento educativo, después de abandonar la escuela, se ha mantenido relativamente baja y constante”.
Según Villaseca, “las medidas que se han tomado en Chile para contrarrestar esto son insuficientes. En 2023 nosotros lanzamos un estudio analizando la política de revinculación y nos dimos cuenta que en la mitad de las comunas no alcanzaba la plata [dinero] para contratar un revinculador”.
Los resultados de la prueba SIMCE correspondientes al año 2023 mostraron una señal de recuperación a nivel educativo ya que, tanto los estudiantes de cuarto básico como segundo año de enseñanza media, subieron sus puntajes en matemático y lectura. Sin embargo, tomando los datos de las pruebas SIMCE y PISA, desde 2006 hasta 2023, el estudio de Acción Educar da cuenta que los puntajes promedio permanecen en niveles similares, lo que se traduce en un estancamiento del aprendizaje en casi las últimas dos décadas: “Ese es uno de los puntos centrales de la crisis de larga data que tiene el sistema educativo chileno”, comenta el director de estudios de Acción Educar.
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